La electrificación está cada vez más presentes en el sector del automóvil, de eso no hay duda. Pero ya no nos referimos solamente a los sistemas de propulsión eléctricos, híbridos e incluso Mild Hybrid; ahora también llega a algunos componentes de menor tamaño. Mercedes-AMG incorporará un turbo electrificado a partir de la próxima generación de sus vehículos deportivos con el fin de mejorar su rendimiento. No es la primera vez que aparece un sistema de estas características, pero parece que la marca de la estrella será quien lo extienda a mayor escala.
Mientras que Audi ya lo utiliza en modelos como el SQ7 o en el SQ8, los de Affalterbach parece que lo montarán en casi todos los modelos de su extensa gama. Para ello, han realizado una colaboración con Garrett Motion, la popular empresa especialista en turboalimentación. Ambos han trabajado codo con codo para tener el turbo electrificado con tecnología que proviene directamente de la Fórmula 1 en las fases finales de desarrollo.
Lo que quiere este turbo eléctrico de Mercedes-AMG y Garrett es resolver los conflictos que aparecen entre un turbocompresor pequeño de reacción rápida (rendimiento máximo relativamente bajo) y un turbocompresor grande (puede sufrir retardo o «lag»). Se consigue con un pequeño motor eléctrico de apenas 4 centímetros que se monta en el eje del turbocompresor, entre la turbina del lado de escape y la rueda del compresor en el lado de la admisión de aire fresco.
Lo que consigue ese motorcillo controlado electrónicamente es accionar la rueda del compresor antes de que llegue el flujo de gases de escape. De esta forma, se mejora la inmediatez de la respuesta desde el ralentí y a lo largo de todo el régimen de giro del motor. Apenas habrá «turbo lag» con este sistema y el motor de combustión tendrá una respuesta más precisa y una conducción más dinámica y ágil.
Otra ventaja que tiene el turbo electrificado es que aumenta el par a bajo régimen, por lo que se conseguirán mejores aceleraciones desde parado. La parte positiva es que se puede accionar a través del sistema eléctrico de 48 V que tan presente está en la mayoría de vehículos actuales. Además, queda conectado al al circuito de refrigeración del motor de combustión para poder controlar su temperatura y que esté siempre en un nivel óptimo.
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