El pasado año Daimler ya tuvo una multitudinaria llamada a revisión de vehículos diésel para verificar sus emisiones. Ahora la historia se repite pero por motivos distintos. Han sido las autoridades alemanas las que obligan a Mercedes a revisar 774.000 coches diésel en toda Europa. Esta medida ha sido anunciada después de que el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, se reuniese con Dieter Zetsche, CEO de Daimler.
El gobierno alemán tiene sospechas de que el fabricante está haciendo trampas con sus emisiones, algo que Mercedes ha negado rotundamente. Los vehículos que están en el punto de mira son el Mercedes Clase C, el Mercedes GLC y la Mercedes Vito con mecánica diésel. La solución que se propone a los usuarios es una actualización de software gratuita para el usuario, aunque las autoridades habían recomendado anteriormente ajustar también los sistemas de escape.
La KBA alemana ya advirtió el pasado mes de que debían retirar 4.923 furgonetas Vito y eso parecía ser solo el comienzo. Supuestamente han hallado cinco funciones de software no permitidas en mecánicas diésel Euro 6 de Daimler y algunas fuentes locales afirman que podría haber más afectados. A pesar de que Mercedes discrepa, la llamada a revisión de estos 774.000 coches se hace para evitar multas y otras medidas más drásticas.
Porque las autoridades alemanas ya habrían amenazado a Daimler con una sanción de 3.750 millones de euros por las irregularidades con sus emisiones. No es mucho, teniendo en cuenta los más de 20.000 millones en multas que ha tenido que pagar Volkswagen por el Dieselgate, pero es considerable. Veremos como termina el tema de las emisiones de los diésel de Daimler, aunque parece que cada vez son mayores los problemas alrededor de este tipo de combustible.
Fuente: Automotive News