Es el cuento de nunca acabar. Parecía que el escándalo #diéselgate estaba más o menos claro (habrá llamadas a revisión para los motores Euro 5 afectados), la EPA (Agencia medioambiental de Estados Unidos), vuelve a la carga. Ayer comunicaba que también el motor V6 TDi 3.0 dispone de un sistema para falsear los resultados de las pruebas de homologación.
Este motor, que equipaban en Estados Unidos los Volkswagen Touareg 2014, Porsche Cayenne 2015 y los Audi A6 quattro, A7 quattro, Q5, A8 y A8L de 2016 contaría con un sistema que reduce las emisiones de NOx. Según la EPA, estas mecánicas (que ojo, sí incluyen el SCR con de inyección de urea AdBlue) los niveles de NOx emitidos pasarían de los homologados 43,6 mg/km a casi 400 mg/km, nueve veces más, cuando circulan.
La EPA ya había avisado de que investigaría más modelos diésel, bajo un nuevo protocolo. En concrteto, fue el 22 de septiembre cuando a visaron a Volkswagen que su motor V6 TDI 3.0 sería uno de los revisados. Ahora aseguran haber pillado de nuevo al Grupo Volkswagen con unas líneas de código en la centralita que detecta que está siendo sometido a una prueba de homologación, para ajustar la temperatura del catalizador y así emita menos NOx. Con las nuevas pruebas han visto que tras el test de humos el sistema modificaba unos parámetros y el coche contaminaba más. Mucho más.
Parece que en Europa los dueños de estos modelos no tendrán que preocuparse (siempre según los datos que proporciona la EPA). Y es que la Agencia medioambiental han simulado otros test y el coche no pasa a ese modo de funcionamiento oculto. Esto indicaría que la trampa solamente funcionaría en la homologación estaodunidense.
Poco después de que saltara la noticia y de que la EPA hiciera pública su nota, el grupo Volkswagen hizo pública una escueta nota de prensa en la que negaba que hubiera instalado cualquier tipo de modificación en estos motores 3.0 TDI de seis cilindros diésel modelos para manipular las emisiones. Al mismo tiempo explicaba que se ponía a la entera disposición de la agencia medioambiental para clarificar por completo este asunto que calificó de «malentendido».
Habrá que esperar entonces a ver qué ocurre. Y es que si este motor también fuese fraudulento (al menos en Estados Unidos) el caso afectaría directamente a Matthias Müller, presidente de Volkswagen AG desde que saltó el escándalo #diéselgate. Debía de ser el encargado de cambiar muchas cosas en el imperio VAG, pero de demostrarse que este motor contaba con un defeat device para variar su comportamiento, estaría directamente implicado. Y es que, recordamos, Müller dirigía Porsche desde 2010. Si era conocedor de la trampa, malo. Si no lo era, peor. Veremos qué ocurre a partir de ahora.
Fuentes: Volkswagen, EPA