El Nissan Skyline es un automóvil que debe gran parte de su popularidad en la cultura occidental a videojuegos como el Gran Turismo. De hecho, el Skyline nunca fue importado por los canales oficiales a los EE.UU. o Europa, pero es de esos . Si ahora nos hemos acordado de él es porque una unidad bastante especial ha sido subastada en Monyterrey y ha alcanzado un valor de 240.000 dólares. Mucho más que el primer Range Rover fabricado, por ejemplo. ¿Qué hace a este coche tan especial?
Si nos remontamos al origen del Skyline, descubrimos que su vida comenzó como Prince Skyline en 1955. Once años después, en 1966, la Prince Motor Company fue adquirida por Nissan, que decidió mantener el Skyline en su gama, por lo que el modelo continuaría su evolución. Sus versiones más deportivas habían surgido ya antes. Fue en mayo de 1964 cuando nacía el Prince Skyline S54 2000GT, destinado a competir en la clase GT-II, con motor de seis cilindros y una distancia entre ejes mayor. Su leyenda empezó a tomar forma en el circuito de Suzuka ese año, cuando copó todos los lugares del segundo al sexto, solamente superado por un Porsche 904 Carrera GTS.
La tercera generación del C10 Skyline, fue apodado «Hakosuka» (pronunciado Hak-OH-skaa y que los anglosajones denominan Boxy Skyline). El porqué es sencillo: Hako significa caja en japonés, por la forma de su carrocería, y Suka era la abreviación de Skyline. Se introdujo en 1968 y ya había sido concebido originalmente por Prince, aunque la comercialización corrió a cargo de Nissan. Viendo el éxito del primer 2000GT, Nissan desarrolló aún más el Skylne con el 2000GT-X de triple carburador o este DOHC 2000GT-R.
El primer Nissan Skyline 2000GT-R «Hakosuka» fue lanzado en febrero de 1969 como sedán de cuatro puertas (tipo PGC10). Lo movía un motor derivado del S20 de 1.989 cc, cone seis cilindros en línea, doble árbol de levas, culata de flujo transversal con cuatro válvulas por cilindro, y una cámara de combustión hemisférica alimentada por tres carburadores. Era similar al motor GR8 usado en el coche de competición de Nissan, el R380.Rendía unos 160 CV, y estaba acoplado a una transmisión manual de seis velocidades. En octubre de 1970 se estrenó su versión cupé (nombre interno de PGC-10) de la que apenas se fabricarían 1.115 unidades.
En los tres años siguientes, el Nissan Skyline GT-R Hakosuka logró más de 50 victorias, consolidando la leyenda GT-R. El Hakosuka es el antepasado de los legendarios Godzilla GT-R legendarias (R32, R33 y R34) y fuente de inspiración para el actual superdeportivo GT-R. Representa el inicio del período de dominación de Nissan en los deportes de motor… y casi el fin de una especie.
Decimos esto porque la cuatra generación del Slyline (C110) llegó en un momento complicado. Su versión GT-R se lanzó en enero de 1973, mantuvo el motor S20 de seis cilindros y 24 válvulas y contaba con frenos de disco en las cuatro ruedas… pero la crisis del petróleo hizo que su producción se detuviese, tras fabricar apenas 197 unidades. Después se introdujeron estrictas regulaciones de emisiones de escape y muchos fans aseguraron que era «el último modelo digno de llevar la insignia GT-R».
La unidad que ves en las imágenes, subastada en Monterrey por RM Auctions el fin de semana pasado, se registró por primera vez en julio de 1972 en Aichi-Ken, Japón. En 2008, el anterior propietario lo compró a la familia del primer propietario, en estado original, para restaurarlo durante dos años. Además de conservar muchas piezas originales (como la defensa delantera o el raro alerón trasero de fábrica) incorporó llantas ligeras Watanabe y un volante Datsun Racing, muy populares entre los entusiastas de las modificaciones del Skyline.De todos modos, incluía el volante y las llantas de acero negro y el volante originales, al igual que el gato, la rueda de repuesto, y conjunto de herramientas.
Lo mejor, que el coche apenas cuenta con 42.000 km, lo que explica en parte su precio. Y en 2007, contaba con apenas 41.500, según el certificado de exportación oficial japonés. El americano que lo exportó y restauró sin duda ha hecho un gran negocio… pero lo ha disfrutado poco en estos años.
El hecho de tratarse de un coche que ha alcanzado un estatus de leyenda entre los aficionados, unido a que nunca fue exportado fuera de Japón y que es difícil de encontrar incluso en aquel mercado, hizo que su precio se disparase. RM Auctions esperaba que alcanzase un precio de entre 15.000 y 175.000 dólares, pero pagaron por él un 37% más que las mejores expectativas.
Lógicamente, ayudó su bajo kilometraje, pero parece que hay vida en el mundo de las subastas más allá de Ferrari. Estos primeros coches deportivos japoneses son cada vez más cotizados, sobre todo cuando se fabricaron en pocas unidades, como es el caso de este Nissan Skyline 2000GT-R Hakosuka o el Toyota 2000GT. Es probable que esta tendencia continúe, así que si tienes fondos disponibles, ya sabes dónde encontrar una buena inversión potencial.
Fuente: RM Auctions
Fotos: Masuda Kazuhisa, cortesía de RM Auctions