A finales de año comenzará la venta de este Audi A3 Sportback g-tron, que puede funcionar con gas natural comprimido o con Audi e-gas, un combustible neutro en emisiones de CO2, que producirá en la factoría que están fabricando en Werlte, Alemania.
Un usuario se encontrará con un A3 Sportback convencional, con la misma arquitectura de construcción ligera y todo el equipamiento tecnológico y de seguridad. Los únicos cambios están en la propulsión con gas y el almacenamiento del combustible. Los dos depósitos situados debajo del piso del maletero pueden almacenar 7 kg de gas a una presión máxima de 200 bares. Audi ha conseguido que cada depósito pese 27 kg menos que uno convencional, y eso que tienen tres capas: la interior es una lámina de poliamida estanca al gas. Luego viene un una segunda lámina de material plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y se acaba con una robusta lámina de material plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP).
Audi también asegura haber puesto mucho empeño en el regulador electrónico de la presión del gas, que consigue enviar gas a baja presión para una conducción eficiente en los regímenes inferiores y alta si el conductor demanda potencia y par motor. Y en cuanto la presión en el depósito baja de los 10 bares, la gestión del motor cambia de forma automática al modo de gasolina
Con gas recorre unos 400 km (basándose en un consumo normalizado), y otros 900 km si fuera necesario en el modo de gasolina; así pues, la autonomía global, de 1.300 km. puede compararse a la de un Audi con motor TDI. Dos indicadores en el cuadro de instrumentos proporcionan al conductor la información relativa al nivel de llenado de los depósitos.
Las dos bocas de llenado se encuentran debajo de una tapa común. Después de repostar y a temperaturas muy frías, el motor arranca primero en modo de gasolina y cambia después lo más rápidamente posible y de forma automática al modo de funcionamiento con gas.
El motor se basa en el nuevo 1.4 TFSI al que se le ha modificado la culata, turbosobrealimentación, sistema de inyección y al catalizador. Rinde 110 CV (81 KW) de potencia y 200 Nm de par máximo. Así, el Audi A3 Sportback g-tron supera los 190 km/h de velocidad punta, y acelera de 0 a 100 km/h en 11 segundos.
Pero más importante que las prestaciones, en un coche así importa más el consumo. Los datos oficiales homologados indican que el consumo medio a los 100 km no llega a 3,5 kg de gas natural o de Audi e-gas, el combustible que se produce a partir de energía eléctrica obtenida de forma ecológica en el marco del proyecto Audi e-gas. Las emisiones contaminantes permanecen por debajo de los 95 gramos de CO2 por km cuando el A3 Sportback g-tron funciona en el modo de gas.
Sin embargo, Audi también informa sobre el dato de los gases de efecto invernadero desde el punto de vista well-to-wheel, que tiene en cuenta todos los factores desde la fuente del combustible hasta la rueda. Cuando el A3 Sportback g-tron circula con Audi e-gas no se emite ningún CO2 que antes no haya sido fijado en la producción, así que el balance sería neutro. Si en el concepto global se incluyera el consumo de energía requerido para la edificación de la instalación de e-gas y para la construcción de los aerogeneradores, las emisiones de CO2 seguirían estando por debajo de los 30 gramos por km.
¿Y dónde se puede conseguir ese e-gas? La marca de los cuatro aros prevé que los clientes del Audi A3 Sportback g-tron puedan repostar e-gas en las estaciones de servicio CNG públicas mediante un método de facturación similar al que existe en relación con la energía eléctrica. De todos modos, el Audi A3 Sportback g-tron puede funcionar indistintamente con el metano sintético Audi e-gas, o con gas natural comprimido convencional.
Fuente: Audi