Si hace unos días te hablábamos del nuevo BMW M3 2014, hoy toca conocer a su hermano, el nuevo BMW M4, el heredero del BMW M3 Coupe. Ocurre lo mismo que cuando la Serie 4 se «independizó» de la Serie 3, que perdió sus variantes coupé y cabrio en favor del numero par.
El BMW M3 perderá también esas variantes… y sus ventas caerán mucho (de la generación anterior solamente se vendieron un 8% de M3 variante de cuatro puertas, mientras que el Coupé se llevó un 79% de las mismas y el Cabrio un 13%. Así que el nuevo BMW M4 se convertirá, sin duda, en el BMW M más vendido en cuanto salga a la venta el año próximo.
El diseño exterior del BMW M4 de producción no se diferencia demasiado de aquel BMW M4 Concept que conocimos durante el verano. Es un coche muy bajo (1.383 mm de altura) y ancho (1.870 mm de anchura), que le da un aspecto muy intimidante ya en el primer vistazo. El BMW M4 2014 es grande, pero algo más pequeño que el BMW M3: 4.671 mm de largo, con 2.812 mm de distancia entre ejes. En la báscula marca un peso de 1.497 kg.
En la vista frontal destaca su capó abultado, los faros dobles con tecnología LED y la parrilla ovoide doble con varillas de color negro. En la parte baja, las tres entradas en el llamativo faldón delantero refrigeran el motor y llevan aire también a las ruedas y los frenos (opcionalmente pueden ser de carbono y cerámica). En los laterales, los air breathers reducen las turbulencias en la zona exterior de las ruedas delanteras.
Si lo observamos de lado, el BMW M4 2014 destaca de nuevo el abultamiento en el capó, su amplia batalla, un habitáculo retrasado y los voladizos mínimos, con una línea de techo baja y ancha. También llaman la atención las llantas de BMW M, forjadas, de 18 pulgadas y con dobles radios (opcionalmente de 19 pulgadas) y el emblema M identificando la versión.
En la parte trasera del BMW M4 es donde se observan más las diferencias con el M3. La tapa del maletero, fabricada en plástico reforzado con fibra de carbono, se remata con un alerón integrado que mejora la aerodinámica del vehículo y recoge los nervios que nacen en el capó y recorren el techo del coupé.
El corazón que moverá al M4 es el mismo seis cilindros en línea y 2.979 cc de cilindrada, que entrega 431 CV de potencia (11 CV más que el anterior V8), de las 5.500 a las 7.300 rpm. El par motor se queda en los 550 Nm (un 40 % más que su predecesor), desde las 1.850 a las 5.500 rpm. Sobre el papel, un motor que funcionará a las mil maravillas con altas revoluciones, pero que reacciona bien en bajas revoluciones cuando se le pisa el pedal.
En cuanto a prestaciones, el BMW M4 acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en 3,5 segundos, yendo en 4 marcha (en 4,2 segundos yendo en 5ª). Con la transmisión Drivelogic de 7 marchas y doble embrague mejora la aceleración (4,1 segundos) aunque pierde algo en recuperación (3,5 y 4,3 segundos, respectivamente). Alcanza 250 km/h de velocidad máxima (limitada electrónicamente), pero llega a 280 km/h con el Driver’s Package. Y en cuanto a niveles de consumo, está en 8,8 litros/100 km con cambio manual, y 8,3 l/100 km con la caja automática.
El diseño interior recoge los rasgos básicos de los interiores del BMW Serie 4, combinado con las mejoras del acabado M que luce el M3. El logo de BMW M ya te recibe en los umbrales de las puertas y puede encontrarse en el reposapié, la palanca de cambios, los relojes del cuadro de mandos, el volante de tres radios en cuero…. un material que está también en partes del salpicadero, donde comparte portagonismo con la fibra de carbono.
Los asientos envolventes incluyen como primicia un emblema M en el respaldo que está iluminado. En las dos plazas traseras, los respaldos están también moldeados para lograr una sujeción comparable a las butacas delanteras. Los respaldos traseros pueden abatirse asimétricamente en relación de 60:40 para acceder al maletero.
Fuente: BMW
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