Según ha declarado Hideki Matsuoka, director de programa del Mazda5: «En la gama de motorizaciones del nuevo Mazda5 hemos hecho especial hincapié en el respeto del medio ambiente y en un consumo de combustible ajustado. Este objetivo nos llevó a usar un motor de gasolina de 2.0 litros con inyección directa y con i-stop, y a sustituir el motor diésel de 2.0 litros por un turbodiésel de 1.6 litros de reciente desarrollo, que lidera el segmento en cuanto a niveles de emisiones de CO2».
Gracias a su cilindrada más pequeña y al bloque de aleación de aluminio, el nuevo motor es la friolera de 120 kg más ligero que el diesel de 2.0 litros al que sustituye, sin sacrificar el rendimiento obtenido. De hecho, se obtienen 115 CV y 270 Nm de par motor, en parte gracias al turbocompresor de geometría variable que produce 5 CV extras. Mientras tanto se produce el efecto contrario en el uso de combustible, con un 14,8% menos de consumo en el ciclo combinado (5,2 litros/100 km) y la emisión de un 13,2 % menos de CO2 (138 g/km) a la atmósfera.
El nuevo motor, al mismo tiempo, también es compatible con la normativa Euro 5. Esto se consigue gracias a la utilización de una relación de compresión baja (16:1) y a la refrigeración del sistema de recirculación de gases de escape (EGR) con by-pass. Otras características de esta motorización MZ-CD 1.6 son los inyectores piezoeléctricos, el turbocompresor de geometría variable y filtro de partículas diésel (DPF) exento de mantenimiento. Gracias a todo ello el Mazda5 es capaz de acelerar desde parado hasta alcanzar los 100 km/h en 13.7 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h.
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