A finales de 2013 nos hacíamos eco de una fantástica exposición en Bruselas que repasaba los coches creados por Ferdinand Porsche. Este ingeniero apasionado por la electricidad presentó, mucho antes del lanzamiento del Porsche Typ 356 (el primer modelo que llevó el nombre de la marca), varios coches que tenían a la energía eléctrica como protagonista. Hace tiempo ya conocimos el Lohner-Porsche, considerado el primer híbrido de la historia. Pero incluso antes, en 1898, Ferdinand Porsche presentó el coche eléctrico Egger-Lohner electric vehicle, C.2 Phaeton model, más conocido como P1, considerado el primer diseño mundial de Porsche.
Ahora, después de 116 años, ese vehículo tan importante en la historia de la compañía de Sttutgart acaba de ser recuperado (sin restaurar) y ha pasado a formar parte del museo Porsche. No se nos ocurre mejor forma para celebrar el quinto aniversario del mismo. De hecho, la llegada del P1 ha obligado a reestructurar el área dedicada a la historia del producto y la competición. Se inaugura el viernes 31 de enero de 2014 y este fin de semana, el 1 y el 2 de febrero, el P1 se podrá ver gratuitamente.
El P1 es la pieza central de la primera parte de la exposición, el Prólogo y sirve como vínculo entre el pasado y uno de los últimos modelo de la compañía, el Porsche 918 Spyder, el superdeportivo híbrido que con 887 CV alcanza 345 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en apenas 2,6 segundos, al tiempo que consume poco más de tres litros de combustible.
El P1, diseñado y construido por Ferdinand Porsche, fue uno de los primeros vehículos matriculados en Austria y apareció por las calles de Viena el 26 de junio de 1898. Porsche grabó el código «P1» (correspondiente a Porsche y al número 1) en los componentes principales, y de ahí viene el nombre extraoficial al vehículo. La enorme cantidad de ideas materializadas sobre este vehículo siguen siendo destacables a día de hoy.
El módulo eléctrico, que pesaba sólo 130 kilos, ofrecía una potencia de 3 CV. En periodos cortos se podían llegar hasta 5 CV en el modo de sobrecarga, lo que permitía al P1 alcanzar los 35 km/h. Cuando se conducía de esta forma, la velocidad del coche se regulaba a través de 12 controladores. La autonomía total de este automóvil podía extenderse hasta los 80 kilómetros, una cifra considerable para un vehículo de aquel periodo. Otra innovación más fue la carrocería alternativa del coche, que permitía su uso tanto en invierno como en verano.
La primera prueba práctica del P1 llegó en 1899, ya que se celebraba en Berlín la exposición internacional de vehículos de motor. Había tal competencia que el 28 de septiembre se anunció una carrera para probar el rendimiento de vehículos eléctricos sobre una distancia de 40 kilómetros, con fuertes pendientes, lo que requería una gran habilidad de los participantes.
El ganador, con tres pasajeros a bordo, fue Ferdinand Porsche con su P1, que sacó una ventaja de 18 minutos al segundo en una prueba que no pudieron completar más de la mitad de los participantes por problemas técnicos. El P1 de Porsche también fue el coche con menor consumo de energía en tráfico urbano.
Fuente: Porsche
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