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Luis Blázquez

La tecnología “flexible” del prototipo BMW GINA podría llegar al mundo real

Durante la época en la que Chris Bangle se hiciese cargo de los diseños de BMW (1999-2009), la firma bávara presentó uno de los prototipos más singulares e interesantes de todos los tiempos: el BMW GINA. Mostrado en 2008, se trataba de un vehículo biplaza que tenía una especie de carrocería “transformable”, y posiblemente uno de los prototipos más radicales jamás fabricado. Si bien el GINA nunca llegó a existir, BMW ha patentado una nueva tecnología que se basa en el “espíritu flexible” de este peculiar concept car.

Más allá del chiste, GINA es el acrónimo del término alemán Geometrie und Funktionen in N-facher Ausprägung (Geometría y Funciones en eNésimas Direcciones), por lo que el prototipo está recubierto de una carrocería fabricada de un material textil de tela y piel que no requería de ningún tipo de juntas. Por ejemplo, en los lados donde se ubicarían las bisagras de sus dos puertas no hay ningún tipo de “unión”. La superficie se adapta a la subestructura articulada, que a su vez trata de ajustarse a las respectivas necesidades del momento.

Dependiendo de la velocidad y las condiciones de circulación, el GINA puede moldear un alerón en la parte trasera. Y cuando el coche está estacionado, el volante y los demás instrumentos del habitáculo (como los pedales y los asientos) se mueven a una posición “inactiva” permitiendo que el piloto pueda entrar y salir más fácilmente. El conjunto asume su posición correcta cuando el conductor presiona el botón de inicio, mientras que el reposacabezas se levanta del respaldo del asiento una vez que el conductor está colocado en su posición.

BMW afirmaba que el material, además de ser extremadamente elástico, era resistente al agua y translúcido gracias a al poliuretano recubierto de Spande. Este material resiste las altas y bajas temperaturas, no se hincha ni encoge, y el movimiento no afloja ni daña la tela. La carrocería también permite al conductor cambiar su forma a voluntad, puesto que la superficie se estira sobre una base donde hay una estructura de alambre de aluminio, aunque en los puntos donde se necesita mayor flexibilidad se utilizan puntales de carbono flexibles.

La forma del chasis se controlaba por actuadores eléctricos e hidráulicos. Por ejemplo, los faros solo eran visibles cuando unos pequeños motores tiraban de la tela para abrirla; como la tela es translúcida, los pilotos traseros simplemente brillaban a través. Y para acceder al motor hay una ranura que se abre por la mitad del capó. En total, el BMW GINA tenía sólo cuatro “paneles”: el capó, los laterales y el maletero. Sus puertas se abrían en forma de mariposa, y cada una estaba cubierta por una pieza de tela que, al cerrarse, dejaba una superficie lisa.

Bajo el capó se escondía un bloque V8 de 4.9 litros, el mismo que movía al BMW M5(E39) y al Z8. Eso se traducía en 400 CV y 500 Nm que iban directamente al eje trasero a través de una transmisión automática, pues no se aprecia ningún tipo de palanca de cambios o pedal de embrague en el interior del prototipo. Desconocemos sus prestaciones teóricas, pero seguramente se acercase a las marcadas por el coche Bond (El mundo nunca es suficiente; 1998), que alcanzaba los 100 km/h en 4,7 segundos y los 250 km/h de velocidad máxima.

Y llegados a este punto donde todo parecía que se quedaría en un bonito ejercicio de diseño, parece que BMW está trabajando en una nueva tecnología que permitirá que el capó de sus coches cambie de forma, según una reciente solicitud de patente de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) descubierta en el foro i4Talk. En concreto, la capacidad de cambiar de forma permitirá que pase de ser plana a tener algún nervio. Esta presentación no se ha realizado para ningún vehículo específico, presente o futuro.

Las imágenes incluidas en la patente parecen indicar que el capó podría hacer una metamorfosis en diferentes situaciones relacionadas con la aerodinámica. Si la velocidad se incrementara, el capó podría alterar su forma en consecuencia. No hay garantía de que esta tecnología llegue a producción, pero la solicitud de patente prueba que BMW ha logrado un progreso significativo en dicha tecnología. Lamentablemente, no hay más detalles al respecto, por lo que lo único que se puede decir hasta el momento son tan solo especulaciones.

Fuente: i4Talk

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