Desde 1965, el UMTRI (Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan) trabaja en la reducción de los impactos negativos de la automoción. En estas investigaciones para realziar vehículos más seguros para sus ocupantes y carreteras con menos siniestralidad. A la hora de acelerar el progreso en este sentido serán claves los coches autónomos. Cuentan con hasta 375 organizaciones, pública y privadas que los apoyan (entre los que hay fabricantes como Honda, Ford, General Motors, Nissan, Toyota…) y ellos canalizan todas las tecnologías para alcanzar ests nueva era de la movilidad.
Para avanzar en sus desarrollo, este Instituto ya prepara un decorado, que representa calles atestadas en Ann Arbor, Michigan (EEUU). Servirá para poner a prueba los coches autónomos en las condiciones más difíciles. Habrá cruces complejos, marcas viales confusas y zonas en obras, para medir la validez de los últimos sensores para vehículos y algoritmos de conducción. No faltarán peatones mecánicos, que se lanzarán a la carretera de entre coches aparcados para ver si funcionan los sistemas de seguridad del vehículo.
Este entorno urbano se usará para crear las situaciones a las que los coches autónomos les cuesta enfrentarse, como las sutiles interacciones entre conductor y peatón, superficies de carretera poco habituales, túneles y calles arboladas que pueden confundir a los sensores y oscurecer las señales GPS. Todas estas cosas son bastante habituales en la conducción diaria, pero suponen un gran reto para los sensores. Los investigadores han identificado las situaciones más complicadas y ahora van a recrearlas en este entorno controlado… ya que, lógicamente, no es posible realizar estas pruebas en carreteras públicas.
Ya conocemos unos cuántos experimentos con coches autónomos. Hace tiempo ya hablamos de los requisitos para que los coches autónomos funcionen, porque incluso el más avanzado (casi seguro el coche de Google) se encuentra con problemas que limitan su funcionamiento seguro. Y es que conducir en carretera (sobre todo en autovía) les resulta bastante sencillo. El problema se da en las calles congestionadas del centro de las ciudades, donde peatones y coches se comportan de forma más errática, sin seguir unos patrones claros. Son esas situaciones las que esperan reproducir en este entorno controlado, para probar y evaluar nuevos algoritmos.
El decorado para estas simulaciones se está construyendo al borde del campus de la Universidad de Michigan, con financiación del Departamento de Transportes de Michigan y 13 empresas involucradas en el desarrollo de tecnología de conducción autónoma. Consistirá en aproximadamente 6 kilómetros de vías con 13 intersecciones distintas, y está previsto que se abra la primavera que viene. No es el primer entorno de pruebas que existe en el mundo, ya que Volvo también cuenta con uno en Suecia, AstaZero, que reproduce incluso más situaciones… pero este está enfocado totalmente a los coches autónomos.
En este lugar también se probará la comunicación entre vehículos y equipamiento urbano podía prevenir muchos accidentes comunes avisando de antemano de un posible choque. Te dejamos con el vídeo que muestra dónde se realizará y cómo iban las obras hace ya unos meses:
Fuente: Universidad de Michigan