Una lección de historia nunca viene mal, y si ya habíamos hablado del origen del camión tal y como lo conocemos hoy en día, en esta ocasión trataremos al primero movido por gasoil. Y, como no podía ser de otra forma, vino cortesía de la por entonces primeriza Mercedes-Benz, a comienzos del siglo XX. En esa época, la compañía no existía con ese nombre, sino que fue la unión de Benz & Cie. y Daimler Motoren Gesellschaft (DMG).
En 1923, presentaron un vehículo de cinco toneladas impulsado por un motor diésel (OB 2) de cuatro cilindros con una potencia de 45 CV a 1.000 rpm. En comparación con un camión de gasolina con el mismo diseño, la eficiencia diésel fue inmediatamente impresionante: el combustible logró un ahorro del 86 %. El trabajo en el nuevo motor del camión comenzó en 1922, y en septiembre de ese año se colocó el primer ensamblaje importante en el banco de pruebas. Inicialmente se construyeron una decena de estos propulsores OB 2.
La primera prueba de conducción se llevó a cabo en la zona montañosa de Gaggenau, el 10 de septiembre de 1923. El informe del ingeniero al cargo del susodicho lo evaluó como un producto de “consumo favorable particularmente impresionante: abastecido con aceite de alquitrán de lignito, el motor OB 2 requiere alrededor de un 25 % menos de combustible que un motor de gasolina de igual potencia”. Los costes del combustible así de ínfimos se debieron al hecho de que el aceite de alquitrán era más barato que la gasolina.
Y además del aceite de alquitrán, el nuevo motor también podría “impulsarse con gasóleo, queroseno, aceite de Texas y aceite de parafina amarillo o marrón”. Los ingenieros de Benz eligieron el chasis del camión 5 K 3, que fue diseñado para una carga útil de cinco toneladas. Durante las pruebas de manejo, el bloque diésel OB 2 demostró su eficacia hasta tal punto que, el 14 de abril de 1923 se decidió que el motor entraría en producción en serie. El motor, de 8.836 cc, finalmente se ajustó para entregar 50 CV de potencia a 1.000 rpm.
En 1911, DMG comenzó a desarrollar un propulsor diésel compacto para fines comerciales y agrícolas. Mientras Benz & Cie. desarrollaba el camión diésel, DMG en Berlín-Marienfelde estaba construyendo un motor diésel de inyección de aire para instalarlo en un camión que contaba con casi la misma potencia. El producto final fue un corazón de cuatro cilindros con una potencia de 40 CV a 1.000 rpm. Este demostró sus capacidades durante una serie de pruebas en 1923, atrayendo gran interés dada su capacidad para recorrer largas distancias.
Los primeros vehículos comerciales diésel Daimler producidos en Marienfelde –un camión, un volquete de tres ejes y un autobús– se presentaron a principios de octubre de 1923 en el Salón del Automóvil de Berlín. Tras la fusión de Benz & Cie. y DMG en 1926, el principio de precámara de Benz prevaleció frente a la inyección de aire, siendo el primero desarrollado conjuntamente el motor OM 5 de seis cilindros en 1927, con 75 CV y una cilindrada de 8.6 litros. La abreviatura OM (de “motor de aceite”) aún se usa en los coches de la estrella.
El camión Mercedes-Benz L 5, equipado con el motor OM 5 (70 CV a 1.300 rpm) o un bloque de gasolina M 36 (100 CV a 2.000 rpm) fue el único modelo con motor diésel que se incluyó en la nueva gama de vehículos comerciales Mercedes-Benz presentada en 1927. Tanto los vehículos de 1,5 como los de 3,5 toneladas estuvieron al comienzo tan sólo disponibles con propulsores carburados de gasolina. La reacción de Mercedes-Benz al gran escepticismo de sus clientes hacia el motor diésel pronto se mitigaron tras demostrar su gran eficiencia.
Inicialmente, las ventas fueron lentas porque los detractores del nuevo diseño del camión criticaron el funcionamiento ruidoso y vibrante del motor diésel. Una vez más, llegó una respuesta positiva de Inglaterra. En junio de 1928 se entregó una unidas de 5 toneladas a la británica Mercedes-Benz Ltd. “Commercial Motors”, una revista especializada de la época que elogió las bondades del camión Mercedes-Benz en cinco números consecutivos. Luego, en el otoño de 1928, recibió un nuevo premio de la isla británica gracias a sus aportaciones.
En un intento de publicitar el camión diésel de cinco toneladas, que aún era desconocido en muchas partes de Alemania, se envió a una campaña de propaganda (hoy diríamos campaña de marketing) que comenzó en Leipzig en verano de 1929, y que llevó el camión a través de todas las regiones de Alemania desde el Mar del Norte hasta los Alpes y desde el Ruhr hasta la región de Lusacia, en el este. A la vez, sus ventajas también se presentaron a los concesionarios y agencias, y se prestó a los transportistas de mercancías y otras personas interesadas en una prueba de conducción.
Fuente: Daimler
Galería de fotos: