La experiencia de carga para muchos que piensan en vehículos eléctricos es una pesadilla total, aunque muchas marcas y empresas se están esforzando para revertir dicha experiencia. Por ahora, los usuarios deben instalar aplicaciones móvil para cada red de carga a la que deseen acceder y crear diferentes cuentas. Es por eso que los fabricantes de coches y proveedores de servicios deberían sentarse en la misma mesa y adoptar un protocolo de carga unificado.
Por ejemplo, los supercargadores de Tesla son una de las razones por las que sus modelos tienen tanto éxito. La integración perfecta significa que el automóvil “sabe” dónde debe integrarse en la ruta hacia la próxima sesión de repostaje. Una vez en la estación, el propietario de un Tesla, simplemente, enchufa el vehículo y la facturación se realiza automáticamente. No se necesitan tarjetas bancarias, aplicaciones telefónicas o identificación, ya que el coche funciona como un token de hardware gigante para acceder a la estación.
Más allá de Tesla, la mayoría de los fabricantes tradicionales que ofrecen vehículos eléctricos en este momento confían en redes de carga de terceros. Muchos han descrito la experiencia como horrible, y esta es una de las razones por las que la gente todavía no está convencida de comprar un vehículo eléctrico. Por lo general, se ha de instalar una aplicación e introducir la información de facturación para acceder a los servicios de carga. Y debes seguir haciendo esto para cada red de carca diferente a la que desees acceder.
Pero este no es siquiera el mayor problema: muchas estaciones no funcionan o solo ofrecen carga lenta (de 3,6 o 7,2 kWh). Porque es posible que llegues a una y descubras que está rota o que ya está ocupada, razón por la que los propietarios de vehículos eléctricos confían en más aplicaciones móviles para buscar las mejores estaciones de carga y anunciar su presencia en la estación. Con esto en mente, es comprensible por qué todos ellos sueñen con una experiencia de carga más cercana a la solución empleada por Elon Musk.
Esto no debería llevar mucho tiempo si todas las partes involucradas se dan la mano y ofrecen un protocolo de carga unificado para que todos puedan acceder. Después de todo, cada coche eléctrico es solo un “trasto de metal” gigante con un número de identificación, pues no hay necesidad de más credenciales para acceder a diferentes servicios, algunos tan básicos como la carga. Los esfuerzos ya comenzaron hace años para desarrollar un protocolo de carga abierto, como la asociación de Hubject con Mercedes-Benz en 2018, aún pendiente de su puesta en escena.
Hubject ha desarrollado aún más su protocolo –basado en el estándar ISO 15118– y ahora lo llama Open Plug & Charge Protocol (OPCP). Esto se basa en el código abierto del sistema para que todos los demás accedan y lo desarrollen, como Linux o Android. Según Hubject, ya hay un número creciente de operadores y proveedores que ofrecen estos servicios de carga basadosen dicho protocolo. No sabemos cuántos, pero sabemos que Virta, por ejemplo, anunció el año pasado una solución de carga basada en el protocolo de Hubject.
Según Virta, cargar un vehículo eléctrico es tan simple como enchufarlo, como en el caso de la red de supercargadores de Tesla. El automóvil enviará datos de identificación a la estación y la información de facturación se buscará automáticamente. Una vez se encuentra la información relevante en la base de datos, comienza el proceso de cobro. Sí, suena maravilloso, pero aún queda un largo camino por recorrer. Hoy día, pocos fabricantes ofrecen vehículos que admitan el envío de información de identificación a través del cable de carga.
Lo mismo ocurre con las propias estaciones de carga. Tan abierto como puede ser, este nuevo protocolo es tan bueno como las partes involucradas, siempre y cuando estén dispuestas a ser amables entre sí para el mayor beneficio de los clientes. Con el auge exponencial del vehículo eléctrico y algo de suerte, esto sucederá más temprano que tarde. Habrá quien mantenga su propio servicio de enchufes, pero la gran mayoría acabará abogando por un estándar común que nos facilite la vida a todos, ya sea mediante cables o por carga inductiva.