Red Bull siempre ha estado muy centrada en el mundo de la competición, aunque ahora también parece que vaya a derivar su actividad a los vehículos de producción. Tal y como hiciera McLaren hace décadas, están trabajando en superdeportivos para diversificar su actividad. Comenzaron con una alianza con Aston Martin, con los AM-RB 001 y 003, pero ahora les toca volar en solitario. Ahora por fin desvelan más detalles del Red Bull RB17, un coche con el que quieren conseguir el rendimiento de todo un Fórmula 1.
Este modelo ha sido diseñado por el mismísimo Adrian Newey y construido por el departamento Red Bull Advanced Technologies, aprovechándose de toda su experiencia en competición. Ya confirman que su producción será muy reducida y que cada cliente podrá personalizar su Red Bull RB17 hasta el más mínimo detalle. Al fin y al cabo, es lo que se puede esperar para un ejemplar limitado a 50 unidades. La experiencia también contará con eventos en circuitos para que sus compradores puedan sacarle el máximo rendimiento.
Como no podía ser de otra manera, se trata de un chasis monocasco de fibra de carbono con una carrocería muy al estilo de la del Aston Martin Valhalla del que parte este proyecto. Sin embargo, para diferenciarse de los de Gaydon, no se opta por motor V8 ni tampoco por el V12 del Valkyrie. En el Red Bull RB17 se opta por una mecánica V10 atmosférica que va a dar mucho de qué hablar. Tiene su línea roja situada en las 15.000 rpm y manda su potencia al eje trasero a través de una caja de cambios de fibra de carbono.
Otra peculiaridad es que podría montar un sistema eléctrico para la marcha atrás y también para apoyar el bloque de gasolina. De hecho, ya hablan de más de 1.200 CV de potencia conjunta para un coche que no llega a los 900 kg. Eso le permite ofrecer tiempos de vuelta similares a los de los monoplazas de la Fórmula 1 y también una velocidad máxima superior a los 350 km/h. La aerodinámica juega un papel crucial y la carga llega a 1.700 kg, casi el doble de su peso. La suspensión es totalmente ajustable y los frenos son carbocerámicos.
En definitiva, una máquina hecha por y para circuito, que también podrá pisar la carretera abierta. Algunas peculiaridades del Redl Bull RB17 son su garantía de apenas dos años o 4.000 kilómetros (lo que suceda primero) o que un mantenimiento principal tenga que hacerse cada 8.000 kilómetros. En todo caso, la marca afirma que es tan fiable podría competir en una carrera de 24 horas sin mantenimiento.
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