Con un linaje que lo convierte en el modelo Skoda más exitoso de la historia, el nuevo Octavia es ahora más grande en casi todos los aspectos en comparación con su predecesor, mientras que los nuevos sistemas de conectividad y asistencia se han convertido en parte de su nuevo paquete. Y además de las clásicas vertientes de gasolina y gasóleo, llegan nuevas motorizaciones híbridas enchufables, el Skoda Octavia IV y el RS IV.
El último cuenta con un motor de gasolina turboalimentado (TSI) de gasolina y otro eléctrico de apoyo que, en conjunto, desarrollan 245 CV y 400 Nm. Es rápido y eficiente a la vez, pero tal vez demasiado para algunos públicos. Por ello existe el Octavia IV, que también es veloz y ofrece un consumo realmente bajo, pero con una orientación más dedicada al confort de viaje que a las prestaciones puras duras. Al igual que el resto de la gama, esta versión está igualmente a la venta con una carrocería berlina de cinco puertas y familiar (Combi).
El Skoda Octavia IV cuenta con 150 kW (204 CV) de potencia y un par motor máximo de 350 Nm. Su batería de iones de litio de alto voltaje posee una capacidad de 37 Ah y proporciona 13 kWh. Esto permite una autonomía totalmente eléctrica de hasta 60 kilómetros (WLTP). En general, las emisiones de CO2 ascienden a tan sólo unos 30 g/km, lo que significa que el automóvil ya cumple con los requisitos para el futuro estándar de emisiones Euro 6d. El consumo oscila entre 1 l/100 km (manual) y 1,1 l/100 km (DSG), haciendo el 0 a 100 km/h en menos de ocho segundos.
Otra aportación de este modelo es la posibilidad de elegir entre distintos modos de conducción. Para aquellos que realizan viajes más cortos o conducen en entornos urbanos, la opción ideal es el modo E, que mantiene únicamente la propulsión eléctrica. Para un tipo de ruta diferente, se puede emplear el modo Hybrid, que supervisa y evalúa constantes de la situación de conducción a través de la unidad de control electrónica y permite que el sistema eléctrico y del motor de combustión puedan funcionar al unisonó o por separado.
El modo híbrido también admite la posibilidad de que la batería se cargue, mediante la recuperación del motor cuando está en movimiento, lo que permite la selección individualizada de un nivel preferido de la batería. Por ejemplo, si el nivel de carga indicado es superior al solicitado, se sigue empleando energía hasta que se alcanza el nivel seleccionado y luego se mantiene, mientras que, si la carga inicial es inferior a la deseada, se aumenta mediante el motor de gasolina y la recuperación de energía de los frenos.
Además, dentro del modo híbrido, la potencia de salida es de 77 kW (104 CV), y está disponible en todo momento. Sin embargo, se puede aumentar fácilmente a 150 kW (201 CV) presionando completamente el pedal del acelerador u optando por acceder al modo Sport. Otras diferencias entre el Octavia iV y las variantes que son impulsadas únicamente por un motor de combustión incluyen un depósito de gasolina ligeramente más pequeño (40 litros en lugar de 45 l), la insignia en la puerta del maletero y el logotipo “IV” al encender el contacto.
En cuanto a la carga se refiere, el cargador de a bordo del Skoda Octavia IV tiene una potencia nominal de 3,6 kW, lo que significa que se puede cargar desde cero al 80 % en 3 horas y 45 minutos con un suministro doméstico de 230 V, y 5 horas para alcanzar el 100 %. Cuando se utiliza una wall box de 3,6 kW, la batería tarda sólo 2 horas 33 minutos en llegar al 80 % de su capacidad y 3 horas 33 minutos en recargarse por completo. El enchufe de carga se encuentra detrás de una solapa en la altea delantera izquierda, similar al tapón del depósito de gasolina.
Fuente: Skoda
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