Cada día que pasa los turismos tienen más sistemas eléctrificos e informatizados mayor, que permite al usuario disponer de una serie de comodidades, hasta hace bien poco imposibles de concebir para un conductor. Esta tecnologización del vehículo puede convertirse en la fortaleza de las empresas informáticas, como Apple. En conocido por todos el proyecto Titan de los de Cupertino, con el que pretenden introducirse en el mundo de la automoción. Su idea, aplicar toda su experiencia en el desarrollo de software, interfaces de usuario y baterías.
La fabricación de automóviles podría parecer disparatada para una empresa acostumbrada a fabricar dispositivos móviles y software. Pero es mucho más «sencillo» de lo que parece. Además el método podría ser similar al que ya usa en la fabricación de iPhones y relojes inteligentes: mediante la externalización de la fabricación y la subcontratación a otros fabricantes.
Algunas de las pruebas que apuntan la fabricación de coches por parte de la empresa informática es la contratación de ingenieros robóticos con experiencia en las capacidades de detección y control requeridos por los vehículos autónomos. Además, algunas fuentes, citadas hace relativamente poco por The Wall Street Journal, llegan a afirmar que el coche de Apple podría convertirse en realidad en 2019. Aún así, Apple ha preferido no mojarse y por el momento no ha realizado ningún comentario al respecto.
David Keith, un profesor de la Escuela Sloan de Gestión Empresarial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU), afirma que el proyecto es viable: «Si no fabricas el motor, realmente se trata de juntar todas las piezas y pintarlo», dice al ser consciente de la posibilidad de que Apple se haga con el control de una fábrica de motores existente en alguna parte.
Otros están de acuerdo con que Apple podría, con bastante seguridad, fabricar un coche, pero dicen que podría resultarle difícil hacerlo de forma eficiente y rentable. De hecho, esta posibilidad no es muy descabellada, pues Google se ha iniciado en este sector. Cuenta con varios prototipos de coches autónomos construidos a partir de componentes de varios proveedores y con la construcción de la empresa automovilística Roush. Pero es sin duda en el aspecto del software donde la empresa informática puede destacar. La informatización que está teniendo lugar en los coches es una de las ventajas que las empresas de software pueden utilizar a la hora desarrollar coches autónomos.
Tanto Google como Apple ya se están haciendo un hueco en los coches mediante software que coloca las prestaciones de los smartphones de los móviles de los conductores en la pantalla frontal de sus vehículos (hay una lucha encarnizada por ello). El software está empezando a ser dominado por estos grandes gigantes informáticos, ahora solo les queda hacerse con el control del hardware necesario para construir un coche. Este supuesto nos lleva a pensar que el día de mañana será la importancia de la interfaz y el software del vehículo aplastará a las empresas tradicionales que se verán como simples proveedores de materiales. Es precisamente esto lo que temen algunos grandes productores de materiales automovilísticos como afirma el profesor Keith. Por parte de los fabricantes tradicionales, ya comienza a hacer respuestas, incluso con alianzas hace tiempo imposibles.
Por todo esto no se debe subestimar la envergadura de este proyecto. Solo falta esperar a que la empresa informática se pronuncie al respecto y presente «One more thing» en una de sus habituales keynotes.
Vía: Tecnhology Review