Hace poco que Uber llegó al gran imperio asiático pero su acogida ha sido tan buena que la gran empresa ya se está planteando expandirse en otras 100 ciudades chinas.
El número de viajes de conductores privados de Uber llega a casi un millón de viajes al día, según el CEO de Uber. Pero a pesar de su auge, la empresa estadounidense está teniendo que hacer frente a la fuerte competencia de las aplicaciones autóctonas que ofrecen servicios similares. Uno de estos rivales es Didi Kuaidi, que ha informado de que sus reservas de coche privado diarias se han triplicado hasta alcanzar las tres millones desde mayo.
Ante esta situación, la empresa estadounidense se ha visto obligado a crear un convenio con Baidu, el gigante buscador chino, para convertirlo en su aliado en la zona. Aún así, a fecha de hoy, Uber se ha asentado en 20 ciudades chinas y, si a principios de 2015 representaba el 1% del sector, actualmente copa entre el 25% y el 30% en dicho mercado.
Los ingresos derivados de los traslados que los conductores privados de Uber realizan, no suponen su fuente de ingresos principal, sino que son solo una forma de ganar un dinero extra. Es el caso de señor Dong, quien aparte de tener, su trabajo, es taxista de Uber. Con el dinero recaudado paga la gasolina de cada mes y además obtiene aproximadamente unos 800 yuanes de beneficio (113 euros).
Mientras este tipo de aplicaciones se extiende como la pólvora, los taxistas comienzan a temer por su futuro, que ven que si el Gobierno no regula los coches privados, su profesión desaparecerá tarde o temprano. Hay 1,37 millones de taxistas en China y el clima de tensión comenzó el pasado mayo, cuando usuarios de la aplicación y taxistas se enzarzaron en una pelea.
El problema del transporte en China es una realidad que el Gobierno conoce y ve en estas plataformas online una solución para descongestionar el tráfico de las ciudades. Pero Uber se encuentra en una situación de irregularidad, pues sus conductores son considerados como operadores de coche privado y no pagan todas las tasas, IVA e impuestos tradicionales que sí pagan los taxistas. Por ello, el Gobierno está tratando de regular su situación, aunque aún se desconoce cómo lo logrará, la regularización de los taxis online cada vez está más cerca.
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