La ofensiva antitabaco que ha puesto en marcha el Gobierno, plasmada en la Ley que empezará a aplicarse hoy, podría tener su continuación en el ámbito de la seguridad vial, ya que el 53% de los conductores españoles estaría a favor de una posible prohibición de fumar al volante, según una encuesta elaborada por un portal automovilístico entre más de un millar de usuarios.
Los defensores de esta medida no sólo aluden a motivos sanitarios, sino que recalcan la contribución que supondría para la seguridad de los conductores. Alertan de que el acto de fumar implica numerosas distracciones, como el uso de encendedores, la eliminación de la ceniza o el vaciado del cenicero, similares a las que provocan los teléfonos móviles y dispositivos de navegación GPS, cuya manipulación al volante ya es sancionada por la Dirección General de Tráfico.
Asimismo, el 70% de los partidarios de esta restricción recuerdan que el propio acto de fumar obliga a emplear una mano para sujetar el cigarrillo, lo que puede incidir negativamente tanto en el agarre del volante como en el proceso de cambio de marchas. Todas estas acciones, a su juicio, no sólo ponen en peligro la seguridad del propio fumador, sino también la de quienes circulan a su alrededor.
Sin embargo, los conductores españoles se encuentran muy divididos al respecto, ya que un amplio porcentaje de los encuestados -el 47% del total- considera que fumar no afecta en absoluto a la conducción, por lo que la decisión final debe recaer únicamente sobre el dueño del vehículo. Algunos, incluso, van más allá al afirmar que sería precisamente una hipotética prohibición la que afectase negativamente a la seguridad, puesto que aumentaría la tensión de los fumadores al volante.
Tras las nuevas medidas, uno de los pocos refugios que les quedarán a los fumadores será el interior de los vehículos, aunque ni siquiera ahí tendrán libertad total para hacerlo, ya que tan sólo uno de cada cinco conductores permitirá fumar en su coche, según el informe de este portal de coches.