Todo lo relacionado con el actor Steve McQueen tiene un enorme tirón entre los aficionados al mundo del motor (ya sean motos o coches) aparte de un indudable valor comercial. Y, claro está, no podíamos pasar por alto la subasta que la prestigiosa firma Bonhams llevará a cabo hoy en Scottsdale (Arizona) de este icónico Mustang Bullitt, más si cabe, al realizarse con fines benéficos.
Pero no os llevéis a engaño, no se trata del modelo original, empleado por el actor estadounidense en una de sus películas más conocidas, sino de una interpretación moderna del clásico Fastback de 1968, que hasta ahora pertenecía a Chad McQueen (el hijo de Steve McQueen).
Este singular modelo se elaboró a partir de una idea del programa de la televisión norteamericana Celebrity Rides cuyo productor, Bud Brutsman, (más conocido por ser el artífice de Overhaulin) quería crear una moderna reedición del mítico modelo, pero permaneciendo lo más fidedigno posible al original, visualmente hablando, y al mismo tiempo incorporando las últimas mejoras disponibles en el mercado a nivel de propulsor, suspensiones, etc.
Para ello recabó la ayuda de la firma YearOne, que suministraría gran parte de las piezas necesarias, y sobre todo de Gateway Classic Mustang, uno de los mejores especialistas en este modelo y que serían los encargados de la reconstrucción del vehículo, propiamente dicha.
Esto supuso un auténtico reto, porque en la película se emplearon dos unidades diferentes, una que presentaba diversas modificaciones sobre un Ford Mustang Fastback de 1968 y otro ejemplar menos customizado utilizado para las escenas de acción. Pero Matt Stone, el autor del libro de referencia McQueen’s Machinesfacilitó diversas fotografías del film, que ayudaron en la ardua labor.
Gateway Classic Mustang construyó la réplica en tan solo 4 meses partiendo de una de las reproducciones que comercializa la firma Dynacorn International Inc., YearOne facilitó todas las piezas necesarias y todo el conjunto se redondeó con algunos adornos vintage y pintándolo en color Highland Green, el mismo del modelo conducido por Steve McQueen en Bullitt.
Para que las sensaciones al conducirlo fueran acordes a lo esperado se procedió a utilizar unos conjuntos de suspensión de la empresa RRS, y discos Phase II de la misma firma, con pinzas de doble pistón de Brakes Corporation’s. En la parte trasera al conjunto de suspensión de tres brazos de RRS se le une un eje Ford de 9 pulgadas. El punto retro lo ponen las llantas American Racing, sobre las que se montan neumáticos BF Goodrich G-Force.
Bajo el capó se encuentra un bloque 347, realizado por Ford Racing, que entrega 450 CV de potencia, en parte gracias a las culatas de aluminio, el conjunto de admisión de aluminio de Victor Jr. o el carburador de 4 cuerpos Holley Street Avenger. Los gases salen al exterior a través de un sistema de escape JBA con tubos rectos.
Toda esta potencia se transmite a las ruedas traseras a través de una moderna caja de cambios manual T-45 de 5 relaciones, que monta un kit de conversión de Keisler Engineering. En un guiño a su origen, se utiliza una palanca de cambios del año 1968.
YearOne también ha sido la encargada de mejorar el interior, con un elegante salpicadero en cuero negro y madera veteada que realza el diseño original. Por supuesto no podía faltar un potente equipo de sonido, con un amplificador Boston Acoustics y los altavoces y subwoofers ocultos a la vista, para no estropear las líneas del año 1968.
Además, una parte de los beneficios obtenidos en la subasta se destinarán a la escuela Boys Republic de Chino, California, que desde hace años ha sacado a más de 28.000 niños y adolescentes de situaciones de riesgo y exclusión, reconduciéndoles hacia una vida productiva, como en su momento sucedió con el propio Steve McQueen.
El precio estimado de venta se espera que esté situado entre los 80.000 y 120.000 dólares (de 59.000 a 88.000 euros), no muy elevado para su valor simbólico y las numerosas y costosas modificaciones que equipa. Lástima no disponer de suficiente calderilla para hacerse con él, y así poder recrear una de las persecuciones más famosas de la historia del cine, por las empinadas calles de San Francisco.
Fuente: Bonhams
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