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BYD Seal U DM-i prueba – 367.6
Pruebanoticias/
Mario Nogales

BYD Seal U DM-i, a prueba: ¿es el híbrido enchufable mejor que el eléctrico?

Hay muchas marcas chinas, cada vez más, en el panorama actual del mundo del motor. Sin embargo, hay que tener claro que no todas son iguales y que probablemente no todas vayan a quedarse en Europa de forma perenne. BYD es una de las que más recorrido presenta, pues tiene más de dos décadas de vida y cuenta con la peculiaridad de producir sus propios motores y también las baterías. Cubriendo todo el proceso, ahora nos llega el BYD Seal U DM-i, que podría ser de lo más interesante teniendo en cuenta el momento en el que estamos.

Se trata del primer híbrido enchufable con la tecnología DM (Dual Mode) que trae BYD a Europa y lo hacen por un motivo de peso. Las ventas de eléctrico todavía no terminan de despegar en algunos países como el nuestro y sigue siendo vital dar al cliente opciones adicionales para que pueda adaptarse. Por lo tanto, el Seal U DM-i podría convertirse en su modelo más vendido por este interesante sistema y también porque tiene un precio de partida desde 38.500 euros que lo sitúa por debajo de la competencia directa.

Exterior

Aunque anteriormente viéramos al BYD Seal como un sedán medio, ahora hay que aclarar que el Seal U no tiene mucho que ver. En este caso, estamos con un SUV de dimensiones medianas (segmento D) con mucho potencial. Tiene una longitud de 4,77 metros, que se complementa con una anchura de 1,89 metros y una altura de 1,67 metros. También hay que mencionar una distancia entre ejes de 2,76 metros para dejar un habitáculo amplio que veremos más adelante.

En el diseño de este modelo se ha tomado también el océano como referencia. Al igual que sus hermanos de gama, cuenta con una serie de detalles que se inspiran en animales marinos. En el frontal destaca el X Design en el que se integran unos faros rasgados con un módulo separado para las luces diurnas. No hay una gran parrilla y el capó toma una forma descendente. Llaman la atención las aberturas horizontales en la parte baja, decoradas por tiras cromadas y con inspiración en las branquias de los peces.

La vista lateral deja claro que es un crossover, tanto por las formas de su carretera como por esos bajos cubiertos de plásticos negros. También presume de unas barras de techo bastante disimuladas y de las llantas de 19 pulgadas, que tienen radios pulidos en negro y un acabado brillante para añadir el toque de distinción. Los cromados se repiten en el marco de las ventanillas y le dan mayor presencia al pilar C.

En la zaga continua la inspiración marítima mediante unos pilotos LED traseros que recorren toda la zaga y está inspirados en gotas de agua. Esa unión por el centro hace que la firma lumínica sea muy reconocible y le aportan horizontalidad. En la parte inferior el paragolpes se va ensanchando para ganar presencia y en los laterales aparecen una especie de tomas de aire que son meramente estéticas. La zona inferior queda rematada por una especie de defensa plateada que ya vimos en el paragolpes delantero.

Interior

Nos basta unvistazo al interior para darnos cuenta de que es un BYD y que su diseño no dista demasiado al de otros modelos. De hecho, cuenta con el mismo sistema Intelligent Cockpit de la marca, con el protagonismo de la pantalla táctil de 15,6 pulgadas que puede visualizarse en vertical o en horizontal con sólo tocar un botón. Es el centro neurálgico y aglutina prácticamente todas las funciones del vehículo. De hecho, requiere de cierto periodo de aprendizaje para familiarizarse con el sistema.

Eso significa que no hay controles de la climatización analógicos ni apenas botones en el habitáculo del Seal U DM-i. Apenas quedan los del volante, que controlan la instrumentación digital de 12,3 pulgadas. Volviendo a sus funcionalidades, no pueden faltar la integración del smartphone a través de Android Auto o Apple CarPlay, asistente de voz «Hi BYD» o las actualizaciones Over-The-Air (OTA). Desde la app también se pueden hacer todo tipo de acciones, desde abrir y cerrar las puertas, hasta configurar el climatizador.

Por otro lado, hay que decir que la calidad del BYD Seal U DM-i no está nada mal teniendo en cuenta sus orígenes. A pesar de los prejuicios, la construcción del habitáculo parece bastante sólida y los materiales no son de mala calidad. Es cierto que peca con el uso intensivo del Piano Black que tanto hemos criticado en las molduras que surcan el salpicadero. Pero también hay superficies blandas y costuras en contraste, además de una tapicería de cuero sintético muy aparente. Por no hablar del selector de cambio acabado en cristal bautizado como «Legacy Gearshift Panel».

El espacio es destacado en las plazas traseras, con acceso cómodo y buenas cotas. Para las piernas es más que suficiente para usuarios de tamaño medio y el que hay para la cabeza solamente limitada a aquellos que superen los 1,85 metros. La anchura es algo justa y la plaza central tiene túnel de transmisión, pero de ese asiento puede salir un apoyabrazos cuando no sea utilizado. Además, hay salidas del aire en la segunda fila y dos tomas USB-C.

Maletero

El maletero del BYD Seal U DM-i es uno de los mayores perjudicados. Tiene una capacidad de 425 litros, que está por debajo de la media del segmento y también de la variante 100 % eléctrica que ofrece más de 100 litros adicionales. El motivo es la posición de la batería en este modelo, que también elimina la posibilidad de tener una rueda de repuesto. Sí que se podrían abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para ofrecer una capacidad máxima de hasta 1.440 litros.

Motor

El BYD Seal U DM-i ha de ser diferenciado del eléctrico. Es el mismo modelo, pero una versión novedosa que introduce la tecnología híbrida enchufable a la gama para mantener la etiqueta CERO y restar dependencia del enchufe. Se trata de un sistema que emplea la combustión de un motor de gasolina turboalimentado de cuatro cilindros y 1.5 litros junto a un sistema eléctrico y a una batería. Sin embargo, los esquemas cambian en función del acabado:

  • Boost: 218 CV y 300 Nm de par gracias al bloque de gasolina y un motor eléctrico delantero. Cuenta con batería de 18,3 kWh para conseguir una autonomía de 80 kilómetros en modo eléctrico.
  • Comfort: Misma potencia y esquema que el Boost, pero con una batería de 26,6 kWh que le permite aumentar la autonomía eléctrica hasta unos destacados 125 kilómetros.
  • Design: 324 CV y 550 Nm de par para un tope de gama que suma un segundo motor eléctrico trasero que le permite adquirir la tracción total. Tiene la batería de 18,3 kWh y una autonomía eléctrica de 70 kilómetros.

Comportamiento

Nos ponemos al volante del BYD Seal U DM-i Design, el tope de gama por el momento. Probablemente sea el que menos se venda en mercados como el nuestro, pero es interesante ver el precio que ofrece para tener ese nivel de potencia. Son 324 CV y 550 Nm de par que le permiten moverse con soltura evidente y sumando la ventaja de la tracción a las cuatro ruedas. No solamente eso, si no también que sus prestaciones aseguran hacer maniobras como adelantamientos o incorporaciones con muchas garantías.

Esta versión es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y es siempre es un valor añadido. Es bastante más de lo que consigue la media del segmento, sobre todo en combustión pura. Eso sí, la velocidad máxima está limitada a 180 km/h, algo que hay que tener en cuenta en lugares como Alemania y sus autobahn, lugar donde estuvimos probando este ejemplar. Sin embargo, hay otros temas que pueden preocupar más al usuario que se decante por este coche.

Hablamos de esa Blade Battery de 18,3 kWh, la batería propia de BYD que es de tecnología LFP para asegurar el bajo coste en este vehículo. Como decíamos, homologa una autonomía de 70 kilómetros en esta versión debido al nivel de potencia y a mover un segundo eje, pero la realidad es que rondará los 50 kilómetros. Lo mismo ocurre con el consumo, que está cifrado en 1,2 l/100km, pero dependerá en una enorme medida del uso que le demos. El BYD Seal U DM-i está hecho para ser cargado y aprovechar las ventajas de la electricidad.

Cuando eso sea necesario, la batería de litio-ferrofosfato se puede cargar en corriente continua a una potencia máxima de 18 kW. No es mucho, en esas condiciones pasará del 30 al 80 % de capacidad en 35 minutos. También hay una opción de corriente alterna trifásica a 11 kW. En todo caso, vamos a hablar de los modos de conducción disponibles para entender su comportamiento. El primero es el EV, puramente eléctrico que solamente puede usarse cuando haya carga suficiente en la batería.

El segundo es el modo HEV, el híbrido que se decanta entre la combustión y la electricidad de forma totalmente inteligente. Da prioridad a la batería y solamente en fases de aceleración es cuando se utiliza también el motor de gasolina para apoyar y mover las ruedas. No hay transiciones notables entre ambos modos y existe la posibilidad de que el conductor seleccione la carga de la batería a mantener o que la regenere con el motor de combustión.

En cuanto al chasis, el BYD Seal U DM-i se muestra como un vehículo principalmente confortable. Está bien aplomado y no presenta demasiados balanceos en su carrocería, pero el tarado de la suspensión es tirando a blando y se siente más cómodo en vías rápidas que en carreteras de curvas. También favorece una insonorización bien trabajada y una maniobrabilidad notable gracias a sus 11 metros de radio de giro. No tanto el tacto de la dirección (blando) o el poco previsible de los frenos debido a la frenada regenerativa.

Opinión coches.com

En tiempos de cambio no hay que imponer a la gente lo que tiene que hacer. A los conductores no les gusta que les fuercen a tener vehículos eléctricos, pues las necesidades son cambiantes. Por eso los fabricantes ofrecen todo tipo de opciones y no se limitan a una sola tecnología. BYD lo ha mostrado con el Seal U DM-i, su primer híbrido enchufable que abre el abanico de posibilidades y se muestra como un producto muy interesante.

Además, el precio de este ejemplar es uno de sus puntos fuertes. Anuncia esa tarifa base de 38.500 euros para un modelo que va bastante bien equipado. Sin embargo, temporalmente cuenta con una promoción de lanzamiento que lo deja en 34.990 euros. Para los que no tengan suficiente, también se pueden acoger al Plan Moves III y con el achatarramiento de un vehículo antiguo podrán llevarse el Seal U DM-i por un precio de derribo de 29.990 euros.

BYD Seal U DM-i
7.6Nota
Lo mejor
  • Tecnología avanzada
  • Interior aprovechable por tamaño
  • Equipamiento completo
Lo peor
  • Maletero algo pequeño
  • Consumo elevado sin cargar
  • Poco configurable
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados7.5
Maletero7
Equipamiento8
Motor7.5
Comportamiento7.5
Calidad Precio8

Galería de fotos:

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