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Citroen C3 Aircross prueba – 197.4
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Citroën C3 Aircross: prueba del SUV con reminiscencias de monovolumen

Un éxito en toda regla. Solamente de este modo puede definirse el lanzamiento del Citroën C3 Aircross. Un modelo que llegó al mercado para ser el SUV de acceso a la marca, un SUV pequeño que debía responder a las necesidades de aquellos que buscaban monovolúmenes urbanos, ya que sustituía al C3 Picasso.

Menos de dos años después de su lanzamiento, ya es el segundo modelo más importante para la marca por volumen de ventas y uno de los más destacados de su segmento en Europa. Y sus matriculaciones, al menos en la primera mitad de año, siguen subiendo en el continente. La marca presume de él y con razón, ya que es uno de los “culpables” de que sea uno de los principales fabricantes con ventas al alza en un mercado en recesión.

¿Qué tiene el Citroën C3 Aircross para enamorar de esa manera al mercado? Habiendo pasado por nuestras manos ya el Opel Crossland, su gemelo, y el Citroen C3, nos podemos hacer una idea de cuáles son sus puntos fuertes. Pero mejor comprobarlo de primera mano.

Además, se trata de un coche importante no sólo para PSA, el grupo donde se integra Citroën, sino también para la industria española. Y es que se fabrica en la fábrica de Figueruelas (Zaragoza). Así que los éxitos del C3 Aircross significan también una alegría para los trabajadores españoles que lo fabrican. Pero pasemos a conocerlo mejor.

Exterior

Un SUV Citroën. Si ese es el mandato que recibieron los diseñadores, no cabe duda de que lo han conseguido: es un modelo claramente emparentado con otros de la marca  gala y con rasgos off road que hacen que no se confunda con un C3 convencional.

Encuadrado dentro del segmento de los SUV pequeños, mide 4.154 mm de longitud, por 1.796 mm de anchura y tiene una altura considerable, de 1.594 mm. La línea de cintura muy elevada y el capó, también muy alto, son algunos de los rasgos que lo acercan al mundo de los todoterreno. Al mismo tiempo, sus formas cuadradas y la distancia entre ejes de 2.604 mm ya nos anuncian un interior muy amplio.

En la parte delantera nos encontramos con algunos detalles que imperan en los Citroën de algunos años, como la separación de las luces diurnas de las ópticas principales. Las superiores se unen con unos listones cromados que dan la forma del logo en el centro.

La zona inferior delantera la ocupan las molduras plásticas características en los crossover y un protector de bajos metálico en el frente.

En la vista lateral llaman la atención los pasos de rueda, muy marcados y también con protecciones de plástico necro unidas por la parte baja del coche. En esta zona se dejan ver también los frutos de la personalización.

La unidad es bastante discreta, pues se ha optado por combinar el blanco con un techo negro, pero hay hasta 90 combinaciones de color posibles. Y además, cuenta con un paquete que suma unas barras de techo en gris, a juego con las carcasas de los retrovisores. Y el vinilo de la ventanilla posterior le aporta personalidad sin restar mucha visibilidad o luz al interior.

Y en la zaga, el paragolpes plástico, con un protector metálico en la zona inferior, es  uno de los protagonistas de esa zona. Las ópticas son también bastante originales en un conjunto que resulta llamativo al tiempo que moderno.

Interior

El interior del C3 Aircross es amplio si tenemos en cuenta el tamaño exterior del vehículo. Eso puede dar lugar a pensar que se trata de un coche práctico y, sin duda, hay elementos que lo demuestran. Pero también concesiones al diseño que hacen que en algunos aspectos no sea tan práctico.

En cuanto a los acabados, son los que esperas en un coche de su precio. Sin alardes, con plásticos duros en las zonas bajas, pero en las versiones más completas como esta sí verás detalles de cuero en puertas (guarnecidas por completo), asientos, mezclados con la tela. Y algunos detalles en plástico negro piano en los marcos de aireadores, volante, mandos de la climatización…. Pintón, pero como decimos siempre, se ensucia con sólo mirarlo.

No hay diferencia en la disposición de los elementos respecto de lo que encuentras en un C3. Tras el volante una instrumentación clara, con dos relojes analógicos para velocímetro y cuentarevoluciones que flanquean a una pantalla del ordenador de a bordo sencilla, pero eficaz. Esta unidad contaba con Head-Up Display, además.

El centro del salpicadero lo preside la pantalla de siete pulgadas. No está muy alta, ya que los aireadores están sobre ella, pero eso no es lo peor, sino que integra demasiadas funciones. Entendemos que concentre navegador, sistema de infoentretenimiento o control de algunos parámetros… pero que también haya que visitar sus menús para controlar el climatizador resulta engorroso e incluso peligroso. Eliminar los botones puede redundar en un interior más estilizado… pero no es práctico.

Otro detalle que no nos gustó demasiado fueron los asientos, pues sujetan muy poco el cuerpo en zonas de curvas y el mullido es demasiado blando para nuestro gusto. O el freno de mano, con unas formas que no facilitan llegar al hueco portaobjetos que tiene debajo. O el lugar donde se ha ubicado el visualizador del cambio, que no puede verse desde el puesto de conducción (va en la zona baja de la consola, junto a las tomas USB y de 12V.

Son, en todo caso, detalles que no ocultan las cosas buenas. Como el espacio disponible, para empezar. Delante pueden viajar dos adultos sin estrecheces. Y detrás también hay buen espacio para otros dos, tanto para las piernas como para la cabeza. Un tercero ya viajará algo peor ya que la anchura en los coches de este segmento no es mucha y la consola central llega bastante atrás restando espacio para los pies.

Lo mejor de estas plazas traseras es que los respaldos son reclinables (pocos en el segmento presumen de ello) y la banqueta puede desplazarse longitudinalmente, algo que lo acerca a los monovolúmenes. Esto permite modular el espacio, pudiendo ganar maletero o más amplitud en el habitáculo. Las cortinillas integradas en las ventanillas son un detalle de agradecer también, así como los espacios para dejar objetos en la prolongación de la consola.

Maletero

Un punto a favor del Citroën C3 Aircross es su espacio de carga. No solamente por sus 410 litros de capacidad, una de las mejores cifras del segmento, en su configuración mínima, sino porque tiene unas formas regulares y una boca de acceso amplia. Y una ventaja: si un día debes cargar más de la cuenta y necesitas conservar los asientos traseros, siempre puedes deslizar la banqueta hacia delante y, de este modo, conseguir 520 litros de capacidad.

Como es habitual, puedes también abatir los respaldos de los asientos traseros para transportar bultos grandes. Prescindiendo de las plazas traseras el espacio resultante es plano, de 1.289 litros de capacidad.

Decimos que ese espacio es plano, pero siempre que coloques el piso en la posición más elevada (creando un doble fondo abajo). También puedes abatir únicamente la parte central del respaldo (que integra apoyabrazos y reposabebidas) para trasportar objetos largos y estrechos, como puedan ser unos esquís.

Bajo el piso nos encontramos con las herramientas para cambiar una rueda (hay espacio para una rueda de repuesto temporal, es opcional). También con iluminación y ganchos para colgar bolsas en ambos laterales.

Equipamiento

Una queja recurrente que solemos hacer los periodistas cuando probamos coches es que nos ceden las versiones más equipadas. Por un lado está bien, pues puedes comprobar cómo funcionan más elementos, pero por otro no puedes ver los verdaderos acabados que son los que se compra la gente.

La unidad de prueba que tenemos entre manos tenía también la dotación más completa. Denominada Shine, se sitúa por encima de los Live y Feel… pero ojo, que en Europa es el acabado más solicitado y se lleva un 60% de los pedidos. Cosas de los SUV. Son un producto más aspiracional que las carrocerías convencionales. Y la gente quiere además personalizarlos. Un 30% de los pedidos incluyen alguno de loso ambientes interiores opcionales y hasta un 25% el techo en contraste.

En este nivel encontramos muchos elementos. No faltan el climatizador automático, el sistema de navegación con una pantalla de 7 pulgadas, acceso y arranque sin llave, los sensores de luz y lluvia, el control de crucero, el sistema de llamada o asistencia de urgencia (Citroën Connect Box) o los sensores de aparcamiento traseros.

La unidad a la que corresponden estas imágenes disfrutaba, además, de unos cuántos extras. Desde el techo en contraste o el paquete de colores (con detalles en barras superiores, carcasas de espejos, adornos en faros…), techo solar deslizante, Park Assist (incluye sistema de manos libres, detector de objetos en ángulo muerto, cámara de 180º y sensores delanteros), el Pack Shine (Grip Control y aydua al descenso de pendientes), Head Up Display, Pack Family (asientos deslizantes y del copiloto abatible) y Pack Techno (sistema de sonido mejor y carga sin cables).

El precio del Citroën C3 Aircross con acabado Shine y motor 1.2 Puretech de 110 CV ligado a un cambio automático, como este, parte de los 22.100 euros, a los que habría que sumar en torno a los 3.000 euros de extras, si bien la cifra no es exagerada para lo que incluye. ¿La buena noticia? Es muy sencillo encontrar ofertas del Citroën C3 Aircross en nuestra sección de coches nuevos, que rebajan esta cantidad de manera notable.

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Motor

En la actualidad puedes encontrar el C3 Aircross con dos propulsores diésel (con 102 y 120 CV de potencia) y otros tantos de gasolina, denominados Puretech, con 110 CV (la unidad probada) y 131 CV. Ha desaparecido ya la versión de acceso con 82 CV.

Se trata de una mecánica de tres cilindros sobrealimentado que entrega su potencia máxima a 5.500 rpm y un par máximo de 205 Nm a las 1.750 rpm. En nuestro caso, como hemos comentado, el propulsor se asocia a un cambio automático de seis relaciones por convertidor de par.

La transmisión no afecta al dato de potencia, pero sí que hace que mermen las prestaciones. De este modo, la aceleración de 0 a 100 km/h es de 10,7 segundos y la velocidad máxima de 185 km/h (10 segundos y 188 km/h en el manual).

También influye en el gasto homologado, pues homologa, según el ciclo WLTP, 6,3 l/100 km de consumo y unas emisiones de 130 g/km de CO2, datos peores también que la versión manual. Pero veamos ahora qué tal va en marcha

Comportamiento

El Citroën C3 Aircross, como el coche del que parte, el C3 2017, busca ser cómodo en la mayoría de situaciones. Cuenta con una suspensión blanda capaz de filtrar los baches, pero sin que ello signifique grandes balanceos en curva. Los tiene, sí, pero no demasiado acusados.

Esto le permite ir rápido… que no muy rápido sobre todo si nos movemos por carreteras secundarias con curvas. Además de las suspensiones poco adecuadas para este menester, no ayuda a ello la dirección, tan asistida que no transmite apenas. Los frenos tampoco ofrecen un gran tacto en estas circunstancias, si bien se han mostrado más que suficientes para detener el coche.

Sí, justo empezamos probando el coche sacándolo totalmente de su zona de confort y realizando pruebas a las que posiblemente ninguno de sus potenciales compradores le someterá. Porque cuando te pones en la piel de quien va a conducir el coche y del modo en que previsiblemente lo hará, el coche cumple de sobra.

En vías rápidas y en ciudad el coche va más que sobrado a velocidades legales con el 1.2 Puretech, que mueve al conjunto de manera correcta y sin muchas vibraciones y de manera bastante holgada casi siempre. Está bastante bien insonorizado de los ruidos aerodinámicos y de rodadura y no notas demasiado el cansancio en él, si bien los asientos son algo más blandos de lo que nos gustaría. Y el gasto se mostró contenido.

Después de un uso bastante exigente, el consumo medio fue de 6,9 l/100 km. Cuando se reduce mucho esa intensidad de uso, resulta sencillo moverse en el entorno de 6,5 l/100 km. No es un coche que te pida ir muy rápido, porque no lo es… ni pretende serlo. De todos modos, el cambio manual puede mostrarse más eficaz cuando uno busca una conducción que gaste poco.

En un coche de ámbito urbano nos gustó menos que en los baches cortos, como los resaltos, que mueven muy rápido las ruedas, sea algo seca. Tampoco es fácil maniobrar con él, pues con las formas de la carrocería es difícil ver. Los sensores de aparcamiento y la cámara de visión trasera se antojan extras indispensables.

Porque a pesar de su aspecto aventurero, los B SUV actuales tienen un enfoque ciudadano. Esta unidad contaba con Grip Control, un sistema eléctrónico que mejora la motricidad en firmes resbaladizos actuando sobre el control de tracción modificando su respuesta en función de cinco modos de funcionamiento: normal, nieve, barro, arena y ESP Off. A este elemento se asocia el sistema de descenso de pendientes. Si lo activas, puedes bajar por cuentas pronunciadas a velocidad constante sin tener que operar los pedales.

No es un todoterreno al uso, pero ayuda a moverse por pistas de tierra y grava y la configuración de suspensiones ayuda a adentrarse en esas zonas sin ser incómodo.

Opinión coches.com

Se trata de un coche eminentemente práctico, a pesar de los detalles que comentamos del interior, buscando agradar a la vista más que facilitar el uso diario. Un buen sustituto del C3 Picasso, pero los gustos han cambiado y de ahí que se haya “transformado” en un SUV, más acorde con los gustos de los compradores actuales.

Eso no ha implicado una pérdida de espacio interior ni tampoco de modularidad del interior, pudiendo ganar en espacio en las plazas traseras o en maletero, algo muy propio de los monovolúmenes.

La visibilidad hacia afuera es buena pero las formas de la carrocería hacen complicado saber dónde quedan sus extremos, por lo que no nos ha parecido un modelo recomendable entre sus alternativas para maniobrar en lugares angostos.

Quien busque un coche más dinámico de este segmento le agradará más un coche como el Mazda CX-3, el Hyundai Kona o el Kia Stonic, por señalar tres que han pasado por nuestra sección de pruebas. A diferencia de estos, ofrece un espacio interior y modularidad poco común en el segmento. Y a un precio muy similar… y competitivo.

Citroën C3 Aircross PureTech 110 S&S EAT6 Shine
7.4Nota
Lo mejor
  • Posibilidades de persoanlización elevadas
  • Equipamiento completo a precio ajustado
  • Interior espacioso y modulable
Lo peor
  • Suspensión algo seca en baches cortos
  • Detalles de ergonomía, como la climatización integrada en pantalla
  • Visibilidad mala en maniobras
Diseño7
Habitabilidad7.5
Acabados7
Maletero8.5
Equipamiento8
Motor7
Comportamiento7
Calidad Precio7

Galería de fotos:

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