¿Quién no recuerda la primera generación del Ford Ka? Este modelo aparecía en 1996 y se trataba de una simpática ‘pelotilla’, un microurbano con unas dimensiones muy contenidas (3,6 metros de largo y 1,6 de ancho). Este ejemplar pobló las ciudades durante más de una década (incluso con versiones atrevidas como el descapotable StreetKa), hasta que en 2008 llegó la segunda generación del Ford Ka. Seguiría siendo un modelo pequeño y comenzaría a compartir plataforma con el Fiat 500.
Aunque recientemente ha llegado la tercera generación y el cambio ha sido muy significativo. Tanto que han querido modificar ligeramente el nombre del modelo. Despedíos del Ford Ka, pues ya está entre nosotros el nuevo Ford Ka+ 2016. Y el ‘plus’ que recibe se debe esencialmente al aumento en dimensiones, que lo sitúan a caballo entre los segmentos A y B. La marca lo define en tres palabras: nuevo, económico y espacioso; una descripción bastante precisa.
En primer lugar hay que decir que el Ka+ se ofrece exclusivamente con carrocería de cinco puertas. Algo totalmente contrario a las generaciones anteriores que solo estaban disponibles con tres puertas. Mide 3,93 metros de largo, 1,69 m de ancho y 1,52 m de alto; lo que significa que es solo 4 centímetros más corto que un Ford Fiesta e incluso 3 cm más alto. La distancia entre ejes también crece hasta los 2,49 metros, casi 20 cm más que en su antecesor.
Exterior
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El diseño del Ford Ka+ también se ha adaptado a los tiempos que corren. Se trata de un coche que no arriesga, que no trata de ser llamativo, pero que tiene algunas claves características de la marca. Al igual que el Ford EcoSport, proviene de mercados emergentes, aunque se ha refinado para su desembarco en Europa. Por ello es fácil ver la influencia del anterior Fiesta en algunos rasgos, aunque nada del nuevo que llegará este año a los concesionarios.
Sabremos que se trata claramente de un Ford viendo la parrilla delantera ‘estilo Aston Martin’, con forma trapezoidal y el logotipo del óvalo por encima. A ambos laterales se sitúan los faros delanteros, con un diseño rasgado, aunque no tanto como en otros modelo. En la parte inferior del paragolpes, justo por debajo de la matrícula, tenemos otra parrilla más estrecha y en ambos extremos se sitúan las luces antiniebla circulares.
Si miramos de perfil al Ford Ka+ se percibe que los voladizos delantero y trasero son bastante cortos. Desde aquí se hace patente que en su diseño también se ha buscado la funcionalidad. El tamaño de las puertas y ventanillas es grande, mientras que no hay mucha caída del techo para aprovechar las plazas traseras. Las llantas de 15 pulgadas opcionales son las más grandes que encontraremos. Es de agradecer que los retrovisores, tiradores de las puertas y paragolpes vayan pintados en el color de la carrocería. Se puede escoger entre 10 combinaciones distintas.
Si pasamos a la zaga terminamos de convencernos de que apenas hay diferencias estéticas respecto al prototipo Ford Ka Concept. Encontramos una luneta trasera de pequeñas dimensiones y por debajo un portón bastante vertical. En los laterales están situados los pilotos traseros y por debajo un voluptuoso paragolpes. Llama la atención que no encontremos ningún tipo de botón ni tirador para abrir acceder al maletero, tendrá que hacer desde el interior o desde la llave.
Interior
El habitáculo del Ford Ka+ es el puro reflejo de la filosofía del modelo: sencillo y práctico. Nos invade la misma sensación que en el exterior, no destaca por nada pero tampoco desentona. La calidad no es su punto fuerte, pero un coche por debajo de los 10.000 euros tampoco lo busca. Casi todo son plásticos duros y el tacto de algunos es bastante pobre. Sin embargo, da la impresión de que están bien ajustados y de que aguantarán bien el paso del tiempo.
El diseño del interior es bastante similar al que encontrábamos en la generación anterior del Ford Fiesta. Con la parte superior de la consola central aglutinando la pantalla del sistema multimedia y un montón de botones para su control. Acostumbrados a pantallas de gran tamaño, esta de 4,2 pulgadas se nos quedará muy corta. Los controles del climatizador (monozona) quedan por debajo y son bastante más intuitivos y están mejor resueltos.
Nuestra unidad cuenta con un volante multifunción desde el que se puede controlar algunos parámetros. Por detrás nos encontramos una instrumentación clásica, con tres esferas de buenas dimensiones (revoluciones, velocidad y nivel de combustible), cuya legibilidad es más que notable. También contamos con una pequeña pantalla LCD en azul que nos da el resto de los datos del ordenador de a bordo, nada de florituras ni de grandes pantallas a color.
Un habitáculo algo austero que, sin embargo, cuenta con una virtud importante: su habitabilidad. Estamos en un coche de menos de cuatro metros con un espacio digno de un segmento superior. Las plazas delanteras son cómodas y amplias en todas sus cotas (sobre todo en altura). Las traseras no se quedan atrás y también cumplen con nota, aunque pecan de ser algo estrechas (algo entendible). Otra de sus ventajas es la cantidad de huecos portaobjetos con la que cuenta, 21 en total, que nos facilitarán la vida.
Maletero
El maletero del Ford Ka+ no destaca tanto como su habitabilidad interior, pero obtiene cifras correctas. Cuenta con 270 litros de capacidad y unas formas bastante aprovechables. El único punto negativo que le encontramos es el hecho de tener que abrir desde la llave o desde el interior, como ya mencionamos antes. Quitando ese pequeño detalle, le encontramos bastante utilidad para su tamaño.
Bajo el piso sorprendentemente se esconde una rueda de repuesto de tipo galleta (opcional). En el caso de que necesitemos más espacio se pueden abatir los asientos traseros en dos partes (60:40), aunque no se quedará una superficie completamente plana pero sí nos ayudará a transportar objetos de mayores longitudes.
Equipamiento
El Ford Ka+ tiene su equipamiento repartido entre solamente dos acabados. Arranca con el Essential, que a pesar de ser el más básico y tener un precio reducido, no está nada mal. Cuenta con llantas de acero de 15 pulgadas, rejilla cromada, faros antiniebla delanteros y traseros, retrovisores exteriores ajustables eléctricamente y manetas de las puertas del color de la carrocería o cristales tintados. En el interior no faltan el ordenador de abordo con limitador de velocidad, elevalunas delanteros eléctricos, tercer reposacabezas trasero, indicador de cambio de marcha o asistente de arranque en pendiente o seis airbags.
El acabado superior Ultimate suma algunos elementos como llantas de 15 pulgadas, sistema multimedia Ford SYNC, pantalla a color de 4,2 pulgadas, mandos en el volante y control por voz, aire acondicionado, asistente de emergencia o MyKey. Opcionalmente se puede escoger otras cosas como el climatizador automático o los asientos calefactables. Cabe destaca que cada acabado va ligado a una mecánica, el de acceso al motor menos potente de 70 CV y el superior al de 85 CV.
Recientemente fueron anunciados los Ka+ Black&White Edition, una serie limitada que destaca por su equipamiento exclusivo. En ambas opciones se toma como base el acabado Ultimate, pero cambiarán los colores: pintura Negro Absolut y techo y retrovisores en blanco en uno, y pintura Blanco Oxford y techo y retrovisores en negro en el otro. En ambos casos las llantas de 15 pulgadas son de color negro (con inserciones blancas en el Black).
Motor
La gama de motores del Ford Ka+ es bastante simple también, por no decir escueta. Solamente se comercializa en nuestro país con un motor de gasolina en dos niveles de potencia. Se trata del 1.2 Duratec Ti-VCT, un pequeño cuatro cilindros atmosférico que puede tener 70 u 85 CV. Sorprende que no haya llegado a este modelo algún bloque de tres cilindros, como el 1.0 EcoBoost con turbo y opciones de mayor potencia.
En nuestra unidad contábamos con el tope de gama, el motor de 1.2 litros con 85 CV y 112 Nm de par. Está ligado a una caja de cambios de cinco velocidades, una transmisión disponible con dicho motor. Como es de esperar, este modelo no destacará por prestaciones, pues tarda en acelerar de 0 a 100 km/h en 13,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 169 km/h. Homologa un consumo de 5,0 litros y tiene unas emisiones de CO2 de 114 g/km.
Comportamiento
Aunque todo eso era la teoría y toca ponernos al volante para comprobarlo de primera mano. El motor se muestra refinado a la hora de arrancar, probablemente más que sus homólogos de tres cilindros. El aislamiento no es algo destacado, pero más de lo que podamos esperar de un coche de su precio y características. Aunque su coeficiente aerodinámico de 0,35 Cx es de los peores del segmento (por la altura principalmente) no se ve reflejado en su rendimiento.
El 1.2 Duratec Ti-VCT de 85 CV, como decíamos, no tendrá un comportamiento destacado en marcha. Entrega los 112 Nm de par a las 4.000 vueltas y su condición de atmosférico nos obligará a mantenerlo siempre bien arriba para sacarle todo el jugo. A partir de las 3.000-3.500 rpm es cuando empieza a empujar, por debajo no podemos esperar gran cosa, se muestra perezoso y nos obligará a jugar con el cambio.
Precisamente con la caja de cambios manual de cinco relaciones tenemos sensaciones encontradas. Por un lado sus recorridos son cortos y precisos y el uso de la palanca de cambios es bastante gratificante. Pero por otro lado el desarrollo de las marchas es bastante largo (sobre todo la cuarta y la quinta), una acción llevada a cabo para reducir los consumos al máximo. Esto hace que tengamos que recurrir a la palanca para maniobras como adelantamientos e incluso en pendientes cuando rodamos en marchas largas.
La sensación después de un tiempo conviviendo con el Ford Ka+ es que se trata de un coche cómodo, no busca sensaciones deportivas ni salirse del tiesto en nada. Es un cumplidor que podrá dar la cara en viajes de larga distancia y en nuestros recorridos diarios, pero donde destacará su comportamiento principalmente será en ciudad. Este modelo ha nacido para la urbe y allí se mueve como pez en el agua gracias a sus dimensiones, su reducido radio de giro y su visibilidad gracias a las grandes superficies acristaladas.
La dirección es agradable para la ciudad y también para fuera de ella. Tiene un tacto bastante asistido pero transmite información suficiente de lo que va pasando en las ruedas. La suspensión tiene un tarado suave, perfecto para ‘tragarse’ badenes e imperfecciones del firme y que no nos penaliza en exceso en las zonas reviradas. En resumen, un coche confortable y fácil de conducir en casi todas las condiciones.
Como en casi todos los modelos actuales, los consumos reales distan bastante de los homologados. La media total estará cerca de los 6,5 litros (homologa 5,0 litros), aunque dependerá bastante del tipo de conducción y los recorridos que hagamos. En ciudad podrá subir por encima de los 7 l/100km, pero se compensa en carreteras secundarias a velocidades estables.
Veredicto coches.com
En definitiva, el Ford Ka+ se trata de un microurbano interesante por unos cuantos argumentos. El primero su precio, pues pocos modelos parten por debajo de los 10.000 euros ofreciendo una dotación bastante completa y una relación calidad/precio al alcance de pocos. El segundo argumentos es su habitabilidad, si buscas un coche pequeño y no quieres renunciar al espacio de su interior, este modelo será una opción a tener en cuenta.
El nuevo Ka+ ha cambiado más que el nombre en esta generación. El diseño se mantiene actual, aunque no tan llamativo como el del Fiesta. Las dimensiones se equiparan a las de su hermano mayor y se sitúa entre medias de los segmentos A y B. Algunos aspectos no tan positivos son los dos únicos acabados (con pocas opciones) y la única mecánica que ofrece, el gasolina atmosférico 1.2 Duratec con 70 u 85 CV.
- Habitabilidad notable para sus dimensiones
- Cómodo y fácil de conducir
- Relación calidad/precio
- Apertura del maletero desde dentro o desde la llave
- Motor perezoso a bajas revoluciones
- Gama de motores reducida
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