Jeep Avenger 1.2T 100 CV, a prueba: esto es llegar pisando fuerte

No, no soy Nick Furia. Ni aunque quisiera Iron Man. Pero si tuviera que “buscar y reunir a un grupo de coches excepcionales, y tratar de convertirlos en algo más”, empezaría por este Jeep Avenger. Aunque sólo sea por el hecho de que ha sido elegido como el Coche del Año 2023 en Europa. Si esto no es estar en la categoría de superhéroe, ya me dirás tú…

Además de conllevar una gran responsabilidad, este SUV pequeño del segmento B tiene un gran poder tanto en campo como en ciudad. Además, como todo súper que se tercie, también le gusta salvar el mundo, por eso el Avenger es el primer coche que fabrica Jeep 100% eléctrico.

Salvo este que tenemos hoy aquí, que es su versión de gasolina. Porque también los héroes queman un poco de gas de vez en cuando. Este no es un superdeportivo de lujo, de hecho, para jactarse de ser un super-carro no le sobra potencia: tan sólo 100 CV de potencia, aunque, eso sí, presenta una interesante relación calidad-precio. Este pequeño aventurero lo encontramos por 21.286 euros.

El Jeep Avenger se fabrica en la planta de Tychy (Polonia), que tiene la capacidad de ensamblar un coche cada 50 segundos. Para hacer el SUV pequeño se necesitan unas doce horas, desde que se transforman las bobinas de chapa en el producto final. Son cuatro etapas las que tienen lugar en este vehículo: estampación, soldadura, pintura y montaje. En Tychy se han hecho más de 12,5 millones de coches desde su inauguración en 1975.

Exterior

Aunque más adelante veremos que probablemente sea el Jeep menos Jeep de todos, el diseño del Avenger sí que hace gala de la tradición de la marca. Se nota desde el primer vistazo al frontal, en el que aparecen las siete aberturas características. Aquí no son las ranuras tradicionales que dan refrigeración al motor, pues van carenadas y con ese acabado en negro para ir a juego con la zona de los faros. Las ópticas tienen tecnología LED y van separadas en dos módulos, uno para la luz diurna y otro para la principal. La rejilla que da un respiro al motor queda por debajo, justo por encima de la matrícula.

El Jeep Avenger adopta unas formas conocidas como “boxy shape” debido a sus ángulos rectos y a su parecido con una caja. Estamos de acuerdo que no es lo ideal a nivel aerodinámico, pero es una tendencia que podría crecer en los próximos años. Si hasta ahora los SUV intentaban parecerse a coupés para disimular sus formas, lo siguiente será hacerlos más cuadrados para ganar diferenciación (véase otros como nuevos Hyundai Santa Fe o Toyota Land Cruiser).

Además de los marcados paragolpes o de esos pasos de rueda cuadrados que acogen llantas de hasta 18 pulgadas, hay otras peculiaridades en este Jeep Avenger. No pueden faltar los “Easter Eggs” esos detalles característicos que están en otros modelos de la marca. Por eso vemos la silueta del Willys clásico en el frontal y en la llanta, un gráfico en la luna y más cosas en el interior. Como buen todocamino, los bajos de la carrocería van cubiertos por plásticos negros que sirven para protegerlo y también para acentúar su diseño.

En la zaga se hace más patente que este modelo apuesta por otras tendencias al alza como la de los voladizos cortos o la carrocería bitono, disponible de forma opcional. En negro va el pequeño spoiler de techo, aunque también se oscurecen los pilotos traseros, con una firma lumínica reconocible, que representa a la letra X. En la parte baja también hay un gran porcentaje de superficie cubierta de plástico negro, además de una defensa plateada que es la que integra una salida de escape en el lado derecho y nos deja ver que estamos ante la variante con motor de combustión interna.

Ya hemos dicho que el Avenger se trataba del modelo de entrada a la gama Jeep al situarse 15,4 cm por detrás del Renegade. Eso se debe a que comparte la plataforma CMP de Stellantis con otros modelos como el Peugeot 2008 y el Opel Mokka, con los que le vamos a comparar en varios aspectos. Las dimensiones están un poco por debajo de ambos al tener una longitud de 4.084 mm, una anchura de 1.776 mm y una altura de 1.528 mm. La distancia entre ejes en este modelo es de 2.562 mm. 

Interior

El interior del Jeep Avenger lo cierto es que es llamativo a la par que tecnológico. Tiene el último sistema Uconnect de la marca con una pantalla táctil de 10,1 pulgadas de tamaño. También hay que reconocer que es prácticamente calcada a la que tienen otros modelos con su misma base y tiene un manejo preciso y unos menús fáciles de interpretar. Probablemente lo más destacado sea su conectividad, pues ofrece la posibilidad de conectar el teléfono móvil a través de Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica, algo que siempre se agradece cuando te montas en el coche.

Otra peculiaridad del Avenger es que se puede crear widgets de acceso directo personalizados y que, si no optamos por la navegación móvil, hay una bastante destacada de TomTom. También es capaz de recibir actualizaciones Over The Air cuando sea necesario. La instrumentación trae de serie una pantalla de 7 pulgadas, aunque opcionalmente está la que monta nuestra unidad con 10,25 pulgadas. No nos termina de gustar el estilo que tiene, pues no se ven demasiado bien las revoluciones, pero por suerte podemos ver algo de la información del ordenador de a bordo e ir cambiando a través del volante multifunción.

Me gustan varios aspectos del interior del Avenger. El primero es que, a pesar de la digitalización que hemos mencionado, también mantiene bastantes botones. El claro ejemplo son los que controlan la climatización, que se opera desde la pantalla, pero hay acceso directo a casi todo y es prescindible tocarla.

El otro aspecto que destacaría es el número de huecos portaobjetos, que suman entre todos hasta 34 litros, muchos más que los 15 litros de media del segmento. Algunos son tan destacados como el que recorre horizontalmente el salpicadero, que se suma a los habituales de las puertas, o al de la consola central. Ahí hay uno con carga inalámbrica para smartphones.

La calidad del Jeep Avenger no está mal, pero hay que reconocer que es más apariencia que buen hacer. Eso se consigue con esa moldura plástica que cubre el salpicadero y que va en el color de la carrocería en esta unidad. Tiene el nombre del modelo y queda muy bonita, pero no deja de ser plástico. Convence más la tapicería mixta con dos tonos y ese amarillo resaltando en la zona lumbar y en las costuras. También gana enteros con la iluminación ambiental, que tiene dos apéndices en los laterales del salpicadero. Aunque lo cierto es que la mayoría son plásticos duros y algunos tienen un tacto inferior.

Entre el equipamiento del Jeep Avenger hay más de 150 accesorios de Mopar. Pasan por las personalizaciones exteriores e interiores, con adhesivos en varias zonas o detalles distintivos como las inserciones de aluminio o los recubrimientos de las llantas. No faltan alfombrillas y protectores de goma, accesorios para el techo o algunos elementos para incrementar la seguridad.

Estamos ante un SUV pequeño de dimensiones contenidas y, por lo tanto, no será demasiado destacado su espacio interior. En las plazas delanteras no encontramos problema alguno e incluso se va holgado por la altura. Sin embargo, a la segunda fila de asientos, a la que se accede a través de ese tirador en la parte alta, tienen un acceso algo complicado.

Y una vez dentro vemos que hay un espacio justo para las piernas, aunque el de la cabeza sea bastante correcto. La plaza central es insuficiente por anchura, así que mejor viajar cuatro adultos. En este espacio hay una tomas USB, pero achacamos la ausencia de salidas del aire acondicionado..

Maletero

El maletero del Jeep Avenger estaría dentro de la media del segmento. Son 380 litros, una cifra que no está mal y que queda algo por debajo de la del Peugeot 2008, que también es unos centímetros más largo. Eso sí, en la versión eléctrica el maletero se reduce ligeramente hasta los 355 litros. Dicho esto, tengo que añadir que presenta una boca de carga amplia y situada a una altura baja de apenas 720 mm para facilitar el acceso. Si a eso sumamos que es de los pocos del segmento con sistema de apertura manos libres, vamos que saca una buena nota en este apartado.

En este maletero hay bondades como la iluminación o los ganchos para fijar la carga. También hay un hueco bajo el piso que nos permite llevar objetos pequeños. Puede llevar rueda de repuesto, pero es un equipamiento seleccionable de forma opcional. Siempre queda la posibilidad de abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para dejar una superficie casi plana de la que no se han dado datos, pero que podría superar los 1.200 litros de capacidad.

Motor

El Jeep Avenger se asienta sobre la plataforma e-CMP2, lo que significa que fue concebido como un vehículo eléctrico. Ahora bien, la versatilidad de esa arquitectura hace que haya dos mercados que hayan optado por montar también un motor gasolina. España e Italia todavía están por detrás de la media europea de electrificación y por eso han introducido una versión de acceso de gasolina que será la más vendida de la gama.

En este caso, recurren al motor 1.2 Turbo de tres cilindros, que solamente está disponible con 100 CV de potencia, tracción delantera y caja de cambios manual de seis velocidades. Es precisamente el que probamos nosotros y es la misma versión que vemos en sus primos de otras marcas.

Aunque lo más novedoso del Jeep Avenger es, sin duda, su variante eléctrica. La probaremos en otra ocasión, pero ya podemos decir que llevaba el último motor de estas características de Stellantis, el de 156 CV de potencia y arquitectura de 400V. Monta una batería de iones de litio de 54 kWh que le permite alcanzar una autonomía eléctrica de hasta 400 kilómetros. También acepta cargas rápidas en corriente continua de hasta 100 kW para llegar del 20 al 80 % de carga en 24 minutos.

Comportamiento

Estamos al volante del Jeep Avenger con su mecánica de gasolina, que apenas se vende en Italia y en nuestro país. Como otros productos de Stellantis asentados sobre la plataforma CMP, monta el 1.2 Turbo (conocido como PureTech en otras marcas) con un nivel de potencia de 101 CV y 205 Nm de par. Hay que decir que es una cifra suficiente para el día a día, pero no va a ir sobrado en ningún caso.

Nos extraña un poco que no esté también disponible con 130 CV como otros modelos, pues esa potencia sería ideal para cubrir el espacio que queda entre este ejemplar y el eléctrico. Además, le daría un plus para aquellos que busquen viajar más cargados.

Lo cierto es que las prestaciones del Jeep Avenger de gasolina no son para tirar cohetes. Es un coche con un nivel de potencia suficiente para el día, pero sin demasiadas pretensiones, que tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y cuya velocidad máxima es de 184 km/h. Es cierto que el eléctrico es ligeramente más rápido, pero en éste tenemos la libertad de no tener que depender de un cargador. Y eso que el depósito de gasolina es de apenas 44 litros, pero sus consumos no son demasiado elevados como veremos al final de la prueba.

No lo hemos mencionado antes, pero el de gasolina está tan considerado de acceso que solamente está disponible con la caja de cambios manual de seis velocidades. Es un aspecto que se agradece, pues ganamos un poco más de interacción en la conducción y el tacto es bastante bueno. En este vehículo también hay modos de conducción gracias al Selec-Terrain.

Están enfocados en ir fuera del asfalto a pesar de ser tracción delantera y permite elegir entre Normal, Eco, Sport, Snow, Mud y Sand. En todo caso, la respuesta no cambia demasiado y se mantiene esa peculiaridad del bloque de tres cilindros de sentirse cómodo en la zona media del cuentarrevoluciones.

Es el Jeep menos Jeep en el sentido de que no está realmente preparado para realizar una conducción todoterreno. No hay ninguna versión con tracción total y no es su cometido salir fuera del asfalto. Sin embargo, tampoco se olvida del todo de sus orígenes y por eso presenta una altura libre al suelo de 200 mm, nada mal para su segmento. Con esos voladizos cortos y las ruedas grandes consigue un ángulo de ataque de 20º, uno ventral también de 20º y uno de salida de 32º. Como decíamos, no es un experto en off-road, pero podría hacer algunos caminos con garantías.

En otras superficies la verdad es que se siente más cómodo. La ciudad parece pensada para este Jeep Avenger y su radio de giro de 10,5 metros, que le permite tener una maniobrabilidad muy buena. Aunque en vías rápidas también ofrece un buen aplomo y no demasiado ruido aerodinámico.

La primera cuestión se debe a que la suspensión recibe modificaciones importantes que le ayudan a aumentar la fuerza de amortiguación al tiempo que se reducen el balanceo y el cabeceo. El segundo punto es que tiene un coeficiente aerodinámico de 0,33 Cx, nada mal a pesar de sus formas de “boxy shape”.

Llegados al final de la prueba hay que decir que la ventaja principal que encontramos en este Avenger de gasolina frente al eléctrico, más allá de la diferencia de precio, es el peso. El de combustión queda en 1.257 kg, mientras que el de batería llega hasta los 1.615 kg, que ya es un valor muy elevado para un SUV pequeño. Eso no sólo va a influir en su agilidad y comportamiento dinámico, también va a repercutir en los consumos. Tras una semana a los mandos del Jeep Avenger lo dejamos con una media de 6,3 litros. No son los 5,5 l/100km que homologa, pero tampoco es una cifra que asuste.

Opinión coches.com

Aunque a la mayoría de fabricantes se les llene la boca hablando de lo fieles que han sido a su filosofía con el paso de los años, la verdad es que la mayoría de ellos han tenido que adaptarse a los tiempos que corren. Aunque se ganen las críticas de los más puretas, son movimientos a veces necesarios y que les llevan al triunfo. No hubo mayor sacrilegio que el de Porsche con el Cayenne y mirad ahora… Pues bien, el Jeep Avenger es el que menos representa a lamarca y también el que más se adapta al mercado actual. Por la electrificación, por el diseño o por la tecnología; tenemos un producto bastante redondo y llamado a sumar muchas ventas.

La oferta de lanzamiento del Avenger es muy buena, hay que reconocer que 21.286 euros por un Jeep es un buen negocio. Queda por debajo que los modelos de Opel y de Peugeot, aunque también es cierto que si lo configuras la historia cambia. Una unidad con el acabado tope de gama y prácticamente todo el equipamiento que hay disponible se va ligeramente por encima de los 28.000 euros. Aunque es cierto que esa cifra siempre se puede rebajar entrando en Coches.com, donde hay buenas ofertas del Avenger, está disponible en renting o se puede solicitar su financiación.

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