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Pruebanoticias/
Mario Nogales

Nissan Qashqai e-Power, prueba contacto con la versión definitiva

El año pasado tuve la oportunidad de probar el Nissan Qashqai por partida doble, primero en la presentación nacional y después más a fondo durante una semana. En ambas ocasiones me quedé con un buen sabor de boca, teniendo claro que el precursor de los SUV seguiría triunfando en su tercera generación. Sin embargo, había algo que faltaba, había electrificación ligera en su gama mecánica, pero no llegaba a marcar la diferencia. Ahora hemos venido a Suecia a probar el Nissan Qashqai e-Power, la versión híbrida del modelo que se postula como la más interesante y parte de 39.850 euros:

Después de 15 años de su salida al mercado y de haber vendido más de tres millones de unidades solamente en Europa, el Nissan Qashqai estrena una versión inédita que lo tiene todo para triunfar. Bajo el sello e-Power, los japoneses van a comercializar una serie de híbridos de autonomía extendida, esos en los que el motor eléctrico es prioritario y el de gasolina es utilizado como mero generador de energía. Ahora vamos a ver las diferencias frente a las variantes convencionales y lo que puede aportar este ejemplar.

Exterior

A nivel estético no se esperaban grandes diferencias y, de hecho, es complicado diferenciar el Qashqai e-Power de los Qashqai “normales”. Apenas veremos las insignias colocadas en los faldones laterales y en la zaga, además de la franja superior de la parrilla en color negro como ya vimos en el Juke Hybrid. Por lo demás, tenemos un frontal muy llamativo con esa misma parrilla V-Motion con bordes cromados y el nuevo logotipo de la marca en clave minimalista.

Los paragolpes del Nissan Qashqai se afilaron en esta tercera generación y su diseño está cargado de detalles. Destacar algunos como los pasos de rueda abultados, necesarios para albergar llantas de hasta 20 pulgadas, el nombre del modelo en la aleta delantera, o la posibilidad de contar con la carrocería bitono como es el caso de esta unidad que tiene los retrovisores, los pilares y el techo en negro para hacer contraste.

En la zaga pasa lo mismo, se mantienen las líneas principales del modelo y solo podemos percibir que es el híbrido por la inscripción e-Power en el portón. Destacan los pilotos traseros LED en la zona media, justo formando un saliente que le da un toque de deportividad. En la parte baja hay una especie de difusor/defensa en color plateado quedando oculta la salida del escape. A nivel de medidas también se mantienen inalteradas.

Interior

El habitáculo del Nissan Qashqai e-Power se diferencia por algunos botones como los del e-Pedal, del modo EV o la palanca de cambio; además de los menús específicos en las pantallas. La tecnología ha sido totalmente actualizada y ahora tenemos una instrumentación digital de 12,3 pulgadas que sirve para ver todo tipo de informaciones y que se puede complementar con un llamativo Head-Up Display. Es opcional, a color y tiene una superficie de 10,8 pulgadas para ser de los mejores del segmento.

El infoentretenimiento pasa por una pantalla táctil principal de 12,3 pulgadas en los acabados superiores. Es muy rápida y sus gráficos avanzados, por no hablar de que tiene conectividad con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica. Por suerte, en este modelo se mantienen los controles de la climatización analógicos, de forma que sigue siendo bastante fácil su configuración y no hay que apartar demasiado la vista de la carretera.

Ya lo mencioné en las pruebas anteriores, pero me sigue sorprendiendo el salto de calidad que ha dado el Qashqai en su última generación. Ahora vemos acabados mejor realizados y materiales más agradables al tacto. Llaman la atención las molduras inspiradas en la carpintería japonesa Kamiko, la tapicería de cuero de los acabados superiores o los plásticos blandos con pespuntes que recubren la parte superior del salpicadero. Solo desentona el Piano Black alrededor de la pantalla.

El espacio disponible en el Nissan Qashqai es el correspondiente a un crossover del segmento C. En las plazas delanteras se viaja con comodidad gracias a su generosa capacidad, mientras que las traseras se quedan a medio camino. El acceso se facilita gracias a unas puertas con apertura de casi 90º y dentro hay mucho espacio para las puertas. El que hay para las cabezas no está mal, pero la plaza central sigue siendo más estrecha y va surcada por un túnel de transmisión.

Maletero

En el maletero pensábamos que habría una desventaja. Inicialmente se dijo que se quedaría en 459 litros de capacidad por los supuestos 45 litros que restaba el sistema híbrido le resta 45 litros. Sin embargo, la marca confirma que mantiene los 504 litros que ofrece el Qashqai convencional de tracción delantera. En todo caso, es un maletero bien aprovechable gracias a su portón con apertura eléctrica o a su boca de carga generosa.

Se mantienen también otras bondades como el piso que se puede colocar a dos alturas para dividir la carga y que tiene dos piezas distintas para poder usarlas de separador. No falta iluminación en esta área ni tampoco algunos ganchos para fijar la carga con redes. En el caso de necesitar todo el potencial de este maletero bastará con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para dejarnos una superficie plana.

Equipamiento

El Nissan Qashqai e-Power se ofrece en tres niveles de equipamiento, habiendo descartado los básicos de otras versiones. Arranca ya desde el N-Connecta con una dotación interesante que incluye llantas de 18 pulgadas, la instrumentación Digital Full Cockpit de 12,3 pulgadas, el Nissan Connect con pantalla táctil de 12,3 pulgadas o los sistemas de ayuda a la conducción. Un escalón por encima está el Tekna, que cuesta 2.600 euros más y añade llantas de 19 pulgadas, Head-Up Display de 10 pulgadas, Pro-Pilot con Navi-Link y tapicería parcialmente en piel sintética.

El tope de gama en este ejemplar es el acabado Tekna+, que tiene un sobreprecio de 2.750 euros respecto al anterior y suma otros detalles como las llantas de 20 pulgadas, el sistema de sonido Bose con 10 altavoces, la tapicería de piel Nappa y la suspensión Multilink.

Motor

Vamos a lo importante, la principal novedad del Nissan Qashqai e-Power no es otra que su sistema de propulsión híbrido que le hace ganarse la etiqueta ECO de la DGT. Está formado por la conjunción de varios componentes. Aquí vemos un motor de gasolina turbo de tres cilindros y 1.5 litros que solamente sirve como generador de energía que va a pasar a la batería de iones de litio de 2.1 kWh o directamente al motor eléctrico a través de un inversor. La unidad de control de gestión de energía es la que se encarga de esta gestión inteligente que busca la mayor eficiencia.

En este modelo el único que mueve las ruedas es el motor eléctrico, así que su potencia es la que ofrece ese bloque: 190 CV y 330 Nm de par. Se coloca como tope de gama y nos deja datos tan destacados como un consumo combinado de 5,3 l/100km o unas emisiones de CO2 de 119 g/km. Por otro lado, las prestaciones no están nada mal y el Qashqai híbrido consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza una velocidad de 170 km/h. Vamos a conducirlo y a ver cómo se comporta.

Comportamiento

Nos ponemos al volante del Nissan Qashqai e-Power y lo primero que hay que entender es que se trata de un coche que busca tener la ventajas de los eléctricos sin tener la pega de necesitar recarga. Sería algo así como un eléctrico con “range extender” inteligente y sin toma de carga. Así que cuando empezamos a conducirlo arranca en modo eléctrico gracias al generador y nosmovemos con esa energía todo el tiempo. Puede venir de lo que se haya almacenado en la batería o de lo que genere el motor de gasolina, que se arranca en función de las necesidades.

Ese bloque, que solo actúa como generador de energía, tiene compresión variable y es realmente eficiente. Es decir, su relación de compresión puede variar entre 8:1 y 14:1 gracias que es capaz de cambiar la longitud de la carrera del pistón en función de la demanda de energía. A velocidades constantes y con carga en la batería, la relación de compresión estará en el rango más alto para optimizar el consumo y las emisiones; pero si le demandamos más potencia se activará una relación de compresión más baja para ganar potencia de salida del motor.

Eso sería a nivel técnico, pero a nivel práctico nos congratula decir que el usuario no nota nada más que una respuesta instantánea y lineal. En ese sentido es como un eléctrico, logrando aceleraciones muy buenas y ningún escalonamiento en la entrega de potencia. La experiencia de conducción en el Qashqai e-Power es gratificante gracias al alto nivel de insonorización del habitáculo, al que apenas llegan ruidos ni vibraciones. La calidad de rodadura es muy buena gracias a un chasis que tiene un ajuste bien equilibrado.

Como en otras versiones, el Nissan Qashqai e-Power mantiene los modos de conducción tradicionales que se seleccionan a través del D-Mode de la consola central. Permite elegir entre Eco, Standard y Sport para modificar parámetros como la sensibilidad del acelerador o el tacto de la dirección, aunque no hay cambios radicales en su conducta. La novedad es que tiene otras dos opciones a elegir que mencionamos antes. El botón del EV Mode para forzar movernos solamente con energía eléctrica almacenada en la batería y el que selecciona el e-Pedal.

En el caso del Qashqai híbrido no es como lo que vimos por primera vez en el Leaf. Se trata de un e-Pedal Step que aplica una deceleración de 0,2 G cuando levantamos el pie del acelerador, activando las luces de freno. Consigue una retención mayor, pero no llega a parar el coche por completo como sí pasaba en el eléctrico. Es un modo bastante aprovechable en ciudad que hace que aumente la energía generada. No hay que olvidar que en este modelo también regeneramos energía al rodar por inercia y con la frenada regenerativa, lo que hace que el tacto del pedal del freno sea ligeramente menos natural y más difícil de dosificar.

La última cualidad que merece la pena mencionar y que es específica del Qashqai e-Power es el sistema Linear Tune. Quieren conseguir que no haya desconexión entre la velocidad del motor de gasolina y a la que nos movemos en carretera, algo que pasa porque el de combustión no mueve las ruedas. Entonces lo que hacen es que el bloque de 1.5 litros vaya aumentando la velocidad al mismo ritmo, evitando que haya disparidad en términos de rendimiento y sonido.

Opinión coches.com

En un estudio reciente de Nissan descubrieron que los conductores de crossover europeos pasan más del 70 % del tiempo conduciendo en entornos urbanos y suburbanos. Para ellos es precisamente el Qashqai e-Power y su sistema híbrido que ha demostrado ser de los más eficientes del mercado actual. Se trata de la tecnología más interesante para aquellos que busquen un eléctrico y no puedan acceder a él por su elevado precio o por no disponer de infraestructura de recarga.

Mantiene la filosofía Qashqai con un diseño llamativo, un interior completo por tecnología y calidad, además de un comportamiento dinámico equilibrado. Aunque también había que esperar un sobreprecio de esta versión por su tecnología Full Hybrid. Parte desde los 39.850 euros sin ayudas, aunque para acceder al más equipado habrá que desembolsar 45.200 euros. Algo menos cuando lleguen sus ofertas a coches.com, donde tenemos precios muy atractivos, además de financiación y renting con las mejores condiciones.

Nissan Qashqai e-Power
7.7Nota
Lo mejor
  • Mantiene el mismo espacio interior
  • Refinamiento del sistema híbrido
  • Consumos realmente bajos
Lo peor
  • Algunos materiales interiores
  • Acostumbrarse al e-Pedal Step
  • Sobreprecio considerable
Diseño8
Habitabilidad7.5
Acabados7.5
Maletero7
Equipamiento8.5
Motor8
Comportamiento8
Calidad Precio7

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