El segmento de los SUV grandes era un coto reservado para marcas premium. Pero en el Salón de Ginebra de 2016 Skoda, que hasta entonces solamente tenía el Yeti entre los todocaminos, presentó el Kodiaq. Tomaba su nombre de una isla de Alaska, famosa por los osos Kodiak, los osos pardos más grandes del mundo. Y funcionó muy bien en ventas (un millón de unidades en ocho años, muy bien para un coche de su tamaño). Por la misma razón que el Superb se vende bien: tiene una excelente relación calidad/precio.
Esa primera generación del Kodiaq tuvo una puesta al día en 2021 y desde hace unos meses está en el mercado la segunda, con un sinfín de novedades, entre las que destacan, por vez primera, variantes con etiqueta ECO y Cero.
Todos estos cambios tenían que venir acompañados, claro, de una revisión en el plano estético. También de una subida de precios, ya que parte de unos 43.000 €, que es de los más bajos entre los SUV de su tamaño… pero los hay más baratos.
Se trata, no obstante, de precios recomendados por la marca. Puedes encontrar ofertas del Skoda Kodiaq, publicadas por concesionarios oficiales, en nuestra sección de coches nuevos. Contamos también con herramientas para financiar el coche que te ayudan a pagarlo más cómodamente mes a mes. Eso sí, antes toca analizar a fondo si el Skoda Kodiaq iV es interesante:
Exterior
Pude acudir a la presentación nacional del Kodiaq y me gustó lo que vi. Sigue manteniendo ese aire robusto de un coche que presumía de cualidades 4×4, pero ahora con unas líneas mucho más trabajadas. Un dato que lo demuestra, el coeficiente aerodinámico pasa de 0,33 a 0,28 Cx, un 16 % menos.
Más trabajado y más sofisticado. Lo vemos en el frontal, donde puede llevar óticas Matrix LED, que se dividen en dos planos, separadas por una parrilla en posición elevada con lamas verticales y marco cromado en algunos acabados. Puede ir unida, muy discretamente, por una tira de LED que le aporta ese aire más distinguido.
Cambios también en el paragolpes, con tomas de aire inferior y lateral para canalizar el aire hacia el lateral, donde nos que encontramos llantas entre 18 y 20 pulgadas bajo los pasos de rueda. Hay diseños bastante carenados, eso depende de la unidad, que a mi no me convencen pero que ahorran unas décimas de combustible.
En un coche que buscas salir por caminos no faltan los pasos de rueda y bajos con protecciones en plástico negro, aunque ya se han anunciado los Sportline y RS que prescinden algo de ellos. Por cierto, hay nueve colores entre los que elegir y esta unidad trae el Bronx Gold, uno de estreno.
Otros detalles que demuestran el trabajo aerodinámico son la forma de los retrovisores o la caída del techo, muy suave y alargada, queriendo simular una gota de agua. En esa zona hay una de las novedades más llamativas, el pilar D con una pieza de otro color, un recurso de los diseñadores para aligerar el peso visual y dar la sensación de techo flotante.
Porque estamos ante un coche grande, que crece 61 mm respecto a la anterior generación. Ahora mide 4.758 mm de longitud, de los que 2.791 mm corresponden a la distancia entre ejes. Levanta 1.657 mm del suelo, casi 3 cm menos que antes. Pero lo que complica moverse en espacios reducidos es la anchura, de 1.864 mm.
En la zaga estrena pilotos, muy alargados, con intermitentes secuenciales y unidos por una tira LED que recorre el portón para acentuar la anchura. Sobre él, el nombre de la marca. Podemos encontrar un alerón en la parte superior de la luneta y en el extremo inferior un faldón con un amplio difusor integrado.
Interior
El habitáculo del Skoda Kodiaq 2024 trae bastantes novedades. Empezamos por las pantallas: cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas tras el volante, con diferentes modos para visualizar la información, que es abundante y clara. Segunda pantalla, en posición central presidiendo el salpicadero, de 12,9 pulgadas.
Esta mejora gráficos, va fluido y bien organizado, además de ser compatible con Android Auto y Apple Carplay de manera inalámbrica, ofrece navegación conectada y actualizaciones online. En los acabados Selection y Design es opcional, va es un paquete, de serie es de 10 pulgadas.
La pantalla ha eliminado botones, pero no todos. Contamos con mandos físicos para controlar la climatización… y más. Porque pulsando los de los extremos puedes controlar volante o asientos calefactados. Y en el central la temperatura, volumen, modos de conducción o zoom de los mapas. Skoda los llama Smart Dials y son prácticos.
Más novedades. En la columna de la dirección pasa a estar el selector del cambio, el mismo estrenó el Volkswagen ID.3 y que ya monta el Skoda Superb. Eso nos deja con una consola más liberada, en la que encontramos, bajo unas cortinillas, un par de bases de carga inalámbrica, o tomas USB-C.
Han diseñado un elemento de fieltro para limpiar la pantalla y no faltan hasta cuatro reposabebidas (o dos y tienes un espacio extra) o un cofre central bajo el reposabrazos, que se puede regular tanto longitudinalmente como en altura para ir cómodo. Y si no te llega ese hueco hay no una, sino dos guanteras.
La posición de conducción es erguida y dominante, propia de un SUV. Los asientos delanteros son amplios y cómodos. Las versiones básicas están tapizadas en tela, pero a partir del acabado intermedio pueden ser de cuero sintético. Nuestra unidad tenía regulaciones eléctricas y la posibilidad de hacer más larga la banqueta para ir más cómodo.
A juego con el tapizado de los asientos hay paneles en consola central, puertas o salpicadero. La calidad de materiales es buena, con muchas zonas acolchadas y algún plástico duro, pero solamente en posiciones bajas y bien ensamblados. Está la altura de las mejores marcas generalistas del mercado… y no tan lejos de alguna premium, con detalles como la base de los huecos de las puertas forrada o la iluminación ambiental configurable.
El acceso a la segunda fila de asientos es cómodo, porque las puertas abren bastante y queda mucho hueco y de formas regulares. Además, puedes mover la banqueta longitudinalmente hasta 18 cm para jugar con la modularidad del espacio y también se pueden reclinar un poco los respaldos.
El espacio es excelente para las piernas y también para la cabeza, son buenas para personas altas. ¿Podrían ir tres? Pues a lo largo de la semana de pruebas han ido sin problema tres personas detrás si bien la plazas central tiene las clásicas limitaciones: es más estrecha, el mullido del respaldo es más duro porque oculta un reposabrazos y el túnel de transmisión puede molestar un poco para colocar los pies. No faltan al final de la consola salidas de aireación con la posibilidad de regular la temperatura, tomas USB-C e incluso una de 12 voltios.
Tenemos doble bolsa tras los asientos, una más pequeña ideal para un móvil y, si quieres detalles como cortinillas enrollables en ventanillas, soporte para viajes o reposacabezas especiales ya tendrás que mirar en el listado de opcionales.
Nuestra unidad es de cinco plazas pero en la mayoría de mecánicas hay opción de elegir el Skoda Kodiaq con si2te asientos. Para llegar a esas plazas adicionales hay que estar algo ágil y son de uso ocasional o niños, pues no hay mucho espacio para las piernas y la banqueta queda a poca altura del suelo.
Maletero
Esta unidad es híbrida enchufable, que es la única que no permite tener siete plazas. Eso sí, cuenta con un maletero muy destacable, nos dice la marca que hasta 745 litros. Es algo menos que otras variantes que, con cinco plazas, anuncian hasta 910 litros de capacidad. Ojo con estas cifras ya que, en mi opinión es con la fila de asientos en la posición más adelantada. No obstante, estamos ante un espacio de carga muy grande en la que la única pega es que el borde queda algo alto, a 759 mm del suelo.
Me encanta lo bien que cuida Skoda los maleteros. No faltan ganchos para fijar la carga, perchas de diversos tipo e iluminación en ambos laterales, además de una toma de 12 V. La marca ofrece además distintas soluciones Simply Clever como redes o separadores que se fijan al piso con velcro para que los enseres no se muevan mucho. También una alfombra con una cara de plástico para cuando tienes que llevar objetos mojados.
Bajo el piso tenemos un doble fondo en la parte más cercana al borde ideal para llevar los cables de carga. El lado más alejado lo ocupa la batería… de ahí que no pueda llevar los asientos extra. Si algún día necesitas más espacio puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. Están divididos en tres partes, en proporción 40:20:40 y, simplemente tirando de unas palancas en los laterales consigues un espacio de 1.940 litros en esta versión.
Motor
Tradicionalmente el Skoda Kodiaq se elegía con motores diésel, al ser un vehículo grande y voluminoso, pensado para hacer muchos kilómetros. La marca nos deja dos opciones, el 2.0 TDI de 150 CV y 360 Nm de par, con tracción delantera, y el 2.0 TDI de 193 CV y 400 Nm de par, con tracción total.
Cuentan con etiqueta C, así como el 2.0 TSI de 204 CV o el 2.0 TSI EVO de 265 CV del Kodiaq RS (el mismo motor del Golf GTI), ambos con tracción 4×4.
A partir de ahí, novedades electrificadas. En la presentación puede probar el 1.5 TSI mHEV de 150 CV con etiqueta ECO. Comparado con los diésel, es más refinado y gasta poco en ciudad. Tiene un precio de partida interesante, el más bajo de la gama, pero lo recomiendo solo para conductores tranquilos, porque con el coche cargado no empuja demasiado.
Y la segunda novedad, la versión híbrida enchufable con etiqueta Cero que responde al nombre Kodiaq IV. Por un lado tenemos el motor 1.5 TSI de 150 CV y 250 Nm de par con uno eléctrico de 116 CV (85 kW) y 330 Nm de par. En conjunto, son 204 CV de potencia y 350 Nm de par que se envían mediante una caja automática de doble embrague de seis relaciones al eje delantero.
Dato crucial de esta variante, la batería, con 25,7 kWh de capacidad de capacidad bruta (19,7 kWh netos) con la que homologa hasta 113 km de autonomía en esta versión Design. Carga a un máximo de 11 kW en corriente alterna y admite también cargas rápidas en continua hasta los 50 kW. En apenas 25 minutos pasas del 10 al 80 % y el resto te lo cuento conduciendo.
Comportamiento
El coche puede moverse mucho en modo eléctrico, con mucho silencio, pero incluso cuando agotas la batería sigue siendo un coche muy bien insonorizado. Tenemos desde cristales dobles a muchos materiales que logran mitigar ruido del motor o vibraciones. Es algo que también aprecié también en el mild hybrid e incluso el diésel, que conduje unos pocos km.
Esto nos deja con un coche comodísimo para viajar y que, además se mueve muy bien. A pesar de que pesa 252 kg más que el modelo básico es más rápido, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos, cuando el microihíbrido precisa de 9,7 segundos. Gana velocidad de modo mucho más contundente, se notan los 350 Nm de par.
Así pues el Kodiaq es un coche bien insonorizado, rápido y también aplomado. En asfalto me ha sorprendido que, para su tamaño, puede llegar a ser bastante ágil. Cambia el carácter del coche según el modo que uses: Eco, Normal, Confort o Sport. También está el Individual en el que configuras tú los parámetros y es interesante si equipas el DCC, el control dinámico de chasis en el que varías la dureza de la amortiguación hasta en 15 niveles.
Como ocurre con los híbridos enchufables hay dos modos para la gestión de la energía. El e-Mode prioriza la parte eléctrica todo lo posible y el Hybrid combina ambos motores en función del tipo de conducción, carga de la batería y la ruta. Hay tres modos de recuperación de energía: fuerte, débil y uno automático, que aumenta la retención si hay coches delante o te aproximas a un cruce. He de reconocer que va bastante bien.
No tenemos levas para variar el nivel de retención, algo que a mi me gusta por dos razones. Primero, para implicarme más en la conducción, usando algo menos el freno, que tiene un tacto muy de híbrido, con un primer tramo que regenera, no actúa. Segundo, para mejorar consumos. En el Kodiaq IV me sorprendió la autonomía, ya que en las tres recargas que realicé completas superé los 100 km en uso mixto. Recuerda, esta versión homologa 113 y la básica 123 km. Pero más aún me sorprendieron los consumos sin batería, porque me he movido, en autovía, en cifras en el entorno de los 7 l/100 km, que me parecen excelentes.
Iba solo, quizá en un viaje con el coche cargado gaste más. Pero tienes el arma de la carga rápida. Durante una parada a repostar, que tendrás que hacer ya que el depósito de combustible sólo tiene 45 litros (10 menos que otras versiones) puedes aprovechar para cargar batería y ayudar a bajar esas cifras. De cuántas veces lo hagas dependerá el consumo final.
Opinión coches.com
Cuando buscas un SUV hibrido enchufable de más de 4,70 metros de longitud ya hay alternativas chinas más baratas que el Skoda Kodiaq. La marca checa ya no busca convencer sólo por precio y amplitud, tiene otras cualidades que hemos visto: confort de marcha, calidad de acabados y gran autonomía eléctrica.
Eso sí, lo que la electricidad te da, también te lo quita. En el caso del Kodiaq también te quita dos elementos muy característicos del modelo, como son la tracción total y las siete plazas. Y obliga a tener un punto de recarga, sí o sí.
Si no necesitas tantos asientos y puedes cargarlo, creo que esta versión puede ser interesante. El mild hybrid tiene un precio de partida, redondeando, de 43.000 euros. Este híbrido enchufable de 49.000. Pero ojo, como anuncia más de 90 km de autonomía tienes 4.500 euros de ayuda del Moves o hgasta 7.000 si achatarras un vehículo. Por un coche con etiqueta Cero, más potente y que gana velocidad con mayor facilidad. El único pero, unos litros de maletero, que sigue siento muy bueno.
¿Y un diésel de similar potencia y tracción total con siete plazas? Pues es más caro, para que veas. Parece claro que es una versión interesante, quizá para quienes no se atrevan a dar el paso a un Enyaq 100 % eléctrico.
- Interior amplio y bien rematado
- Suavidad de funcionamiento
- Gran autonomía 100 % eléctrica y precio ajustado
- Pierde la posibilidad de tener 7 plazas
- La tracción total es ya testimonial en la gama
- El aumento de tamaño se nota en lugares angostos
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