Para Ford los semáforos son algo del pasado. Cuando en el futuro lleguen los vehículos autónomos no será necesario que se paren cuando su luz esté roja. ¿Cómo es eso posible? Pues teniendo una conectividad tan avanzada que permita saber si vienen coches y a la velocidad a la que lo hacen. Con una coordinación máxima, ambos vehículos podrían cruzar una intersección sin que haya un choque. Eso mismo es lo que nos muestra la firma del óvalo en el siguiente vídeo.
Ford ha estado probando una tecnología a la que han bautizado Intersection Priority Management (IPM). Se han desplazado a la localidad Milton Keynes (Reino Unido) para demostrar que no sería estrictamente necesario parar en las intersecciones si se cuenta con este sistema. Parar durante la marcha hace que el viaje sea mucho más tedioso, es contraproducente para la eficiencia de los coches y además provoca algunos accidentes.
Pero eso se puede evitar con los coches autónomos que estén perfectamente conectados. Con la tecnología V2V (vehicle-to-vehicle) se puede coordinar a todos los vehículos que circulan por la vía e ir adaptando sus velocidades para que no choquen incluso viniendo de direcciones diferentes y entrando a la vez en un cruce. A los coches de pruebas se les instaló esta tecnología e iban con un conductor al volante, al que se le sugería la velocidad óptima en cada uno de los casos.
A medida que se iba acercando al cruce, el algoritmo hace cientos de cálculos por segundo para decir a qué velocidad tiene que ir cada coche para cruzar de forma segura. Esto también se podría aplicar a los coches autónomos del futuro sumando la conectividad V2X (vehicle-to-everything) de forma que se haga el trayecto de una forma más rápida, más segura y más eficiente. Además de esta tecnología, Ford ya presentó hace tiempo otra para dejar paso a los servicios de emergencias.
Fuente: Ford
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