Ya conocemos desde hace tiempo todos los detalles sobre el Ford Mustang 2018. El mítico ‘muscle car’ se renovaba con una serie de novedades importantes como su estética rediseñada o las tecnologías de su interior. Mientras que el nuevo modelo llega a Europa vamos a analizar la suspensión MagneRide, un elemento opcional que puede equipar este ejemplar con el Performance Package y que mejora su comportamiento sustancialmente.
El nombre de MagneRide es la denominación comercial de Magnetic Ride y hace referencia al líquido magnético que recibe en los amortiguadores. Dentro de este elemento hay un aceite con partículas de hierro suspendidas que son controladas por electroimanes en función de lo que van detectando los sensores del Mustang. De esta forma se puede ajustar el campo magnético unas 1.000 veces por segundo.
El uso de este fluido magnetoreológico (MRF) hace que la suspensión sea más firme en curvas o más suave en ciudad. Con la suspensión MagneRide se garantiza un buen comportamiento ante cualquier situación, aumentando la estabilidad y ofreciendo un frenado más suave. Curiosamente ese mismo tipo de líquido MRF es utilizado por los atletas con discapacidades, concretamente en las articulaciones de los miembros artificiales.
Las personas que han sufrido una amputación por encima de la rodilla utilizan prótesis con articulaciones artificiales. Con el uso del fluido en estas prótesis se consigue una mejor absorción de los impactos, además de una reacción más rápida ante los cambios de dirección. Curiosidades de un vehículo que monta un motor V8 de 5.0 litros de 450 CV en su versión tope de gama y que acelera de 0 a 100 km/h en apenas 4,3 segundos.
Fuente: Ford