La década de los 70 no fue precisamente un punto destacado para la tecnología automotriz. Sin embargo, fue una era formativa para aquellos que disfrutaban de vehículos con tracción total y una destacada altura libre al suelo. Mientras que los SUV estaban comenzado a aflorar (como el Ford Bronco o el Range Rover), los viejos Jeep militares y otros 4×4 sencillos hacían las delicias de los aficionados al barro.
También era una época en la que no había tantas restricciones, ni por temas de emisiones, ni de seguridad, ni por circular fuera del asfalto. Recordemos que un auténtico todoterreno, a diferencia de cualquier otro tipo de turismo, equipa un chasis de largueros y travesaños con una carrocería atornillada encima. La ventaja de esta configuración en la mayor rigidez que aporta en terrenos abruptos, pero también son más pesados e inseguros en caso de choque.
Bicheando por la red, podemos encontrarnos algunos vídeos de aquellos tiempos, pero quizá una de las mejores grabaciones es la del extinto programa de la BBC británica Wheelbase (1964-1975), que fue el predecesor de un programa del que quizás sí que hayas oído hablar: Top Gear. Como curiosidad, Wheelbasefue uno de los primeros programas en Reino Unido en ser emitido en color por la BBC2 durante la transición de una escala de grises a algo mucho más colorido.
En el episodio que puedes encontrar bajo estas líneas, el presentador Michael Frostick nos lleva a un rally de subida de colinas (hillclimb) en Gales, algo que la gente, aparentemente, no había visto antes. Sus impresiones son una combinación de la clásica británica de confusión y diversión a partes iguales. Pero la acción se ve increíble. Y, me atrevo a decir, la cinematografía es bastante impresionante teniendo en cuenta la cantidad de tomas que hay en esas condiciones irregulares.
La “carrera”, tal como era, parece un enfrentamiento entre tres Land Rover (dos Defender y un Range Rover), un Jeep Willys y una especia de mini-camión ligero de tracción total. Cabe destacar que el cortometraje es de 1971, cuando el Range Rover era un coche nuevo y los otros ya contaban con más de dos décadas a sus espaldas. No hay neumáticos de 40 pulgadas, ni luces LED, ni sistemas de GPS aquí. Pero hay un montón de emoción mecánica pura y dura.
Solo personas, ejes de transmisión, diferenciales y muchas agallas. Si se permite el comentario, sabemos que la envidia es mala, pero es inevitable sentirse un poco celoso de la gente que participa en estos clips. Conducir fuera de la carretera en una era en la que este deporte era algo nuevo, con tecnología sencilla y restricciones mínimas… Tuvo que haber sido increíble encontrar las limitaciones de estas máquinas en tiempo real, cuando los vehículos eran lo suficientemente capaces como para meterse en problemas y podían salir airosos gracias a unas buenas manos.
Fuente: Nick Wardley
Vía: YouTube