Opel Astra Sports Tourer, a prueba: el familiar híbrido enchufable de toque alemán

En 1963 apareció el Opel Kadett Caravan. Podemos considerarlo el primer coche compacto “moderno” de la marca con carrocería familiar. Once generaciones y 25 millones de unidades vendidas de los Kadett y Astra, de las que 5,8 fueron con carrocería familiar, como este nuevo Opel Astra Sports Tourer.

Lo he dicho en varias ocasiones y lo repito. Los compactos familiares son coches que combinan buen espacio interior para familias de cuatro miembros con grandes maleteros y un comportamiento dinámico bueno. Hay también una amplia oferta de familiares híbridos enchufables, como esta versión, el Astra Sports Tourer 1.6 PHEV 180 CV.

¿Qué me ha gustado de este coche? Pues su puesta a punto, muy precisa, muy germana. También que cuenta con un buen maletero pesa a ser híbrido enchufable y una estética acertada, sin ser muy polarizante.

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Se trata de un coche muy similar al Peugeot 308 SW PHEV que probamos. ¿Son muy diferentes si en realidad usan los mismos componentes? ¿Cuál de los dos es mejor para ti? , no hay excesivas diferencias entre ambos. ¿Y con otros rivales como el Seat León Sportstourer? Eso vamos a descubrir en este vídeo:

Exterior

El Astra Sports Tourer fue desvelado meses después que la carrocería de cinco puertas hatchback, pero su desarrollo fue paralelo. Y se nota en el diseño. El frontal es idéntico, con la parrilla Opel Vizor, nueva imagen de la marca, esa especie de máscara hecha en plástico negro que cubre todo el frontal, con el logo de Opel en medio, hasta las ópticas, muy afiladas y que pueden contar con tecnología matricial, con 84 LED por faro. La luz diurna forma una especie de ceja sobre las principales.

Delante me gusta también la nervadura del capó, que le da ese toque de agresividad y las formas del paragolpes, en color de la carrocería y que integran en los extremos las luces antiniebla.

En el lateral, llantas de 18 pulgadas en el acabado más alto y se puede elegir el techo y carcasas de los retrovisores pintados en negro para que destaque con el color de la carrocería. Hay seis disponibles y con el azul Kobalt de la unidad probada queda bastante bien. La silueta en general es bastante convencional. A pesar de que el pilar trasero está bastante inclinado su diseñador confesaba que en Opel no se plantearon hacer un shooting brake porque querían “hacer un familiar capaz”.

El Opel Astra Sports Tourer mide 4.642 mm de longitud, por lo que es 26,8 cm más largo que la carrocería de cinco puertas. Una parte de la diferencia entre ambos está en la distancia entre ejes, que es de 2.732 mm. Otras cotas don los 1.860 mm de anchura y los 1.480 mm que levanta del suelo.

Es el más largo de los coches con lo que lo estamos comparando, junto con el Seat León Sporstourer, que calca su longitud. No llega a un centímetro la diferencia con el Peugeot 308 SW y el Ceed Tourer sí que es casi 4 cm más corto.

En la zaga nos encontramos con unos pilotos exactamente iguales a los del Astra cinco puertas, que se meten mucho en un portón que tiene un cristal con una caída bastante pronunciada. La tercera luz de freno está en la parte alta, colocada en disposición vertical sobresaliendo del spoiler superior.

Interior

Hacía tiempo que no me subía a un Opel y bueno hay cosas que me han sorprendido y otras que no tanto porque hay muchos elementos compartidos con otros coches del grupo Stellantis, que para eso se asocian las marcas.

Hay dos protagonistas indiscutibles. Por un lado, los asientos. Me han resultado muy cómodos. Tienen certificación AGR, de cuidado de la espalda y además me ha gustado el tapizado de esta unidad, con piel vuelta y piel ecológica de un tacto bastante bueno. No los comparte con el 308, son exclusivos de Opel. Por cierto, buen espacio para la cabeza, incluso con techo solar, que siempre roba algo de espacio.

Coprotagoniza esta producción del habitáculo la instrumentación Pure Panel. Es una doble pantalla que se oculta tras un panel panorámico. Es vistoso, pero atrapa polvo con suma facilidad.

Las dos pantallas son de 10 pulgadas y en el Pure Panel Pro la estructura donde se monta es de magnesio, para ser más resistente. Podría aprovecharse algo más aprovechada, que queda mucho marco, pero en realidad equipa una pantalla multimedia del mismo tamaño, o muy similar, que el de sus principales alternativas

El diseño de los menús también podrías ser algo más intuitivo, ya que su uso es a menudo algo confuso. Nos gustó mucho, eso sí, que haya una gran cantidad de funciones que cuenten con un botón físico, no todo depende de la pantalla. Y queda muy a mano. Mejor que el 308 o el Seat León en este sentido.

Bien resuelto el salpicadero, algo peor la consola central. Los materiales empleados, como las cortinillas de goma que cubren los huecos o el negro piano de la parte superior, que me parecen mejorables. Sí, los mandos del selector de marchas o de modos de conducción, los hemos visto en modelos de Peugeot y Citroen antes.

¿Y qué espacios tenemos? Pues delante uno para dejar el móvil, con base de carga inalámbrica y tomas USB-C, un par de reposabebidas grandes y adaptativos y un cofre central oculto bajo un reposabrazos que está bastante mejor rematado.

La pantalla de la instrumentación no destaca demasiado por sus gráficos, pero es fácil ver la información que muestra a través el volante… y no por encima de él como en los Peugeot. Se trata este de un aro casi redondo, con unos mandos bastante bien organizados que controlan las principales funciones de seguridad y el infoentretenimeinto.

¿Y calidades? No es un coche premium, pero estamos con una unidad de un acabado alto y me choca un poco la profusión de materiales. Como esas gomas en la consola, que tienen poco que ver con el reposabrazos. O las puertas, donde encontramos desde plásticos muy pobres combinados con microfibra y zonas de piano black… demasiados materiales, a mi juicio. Veamos detrás.

En la parte trasera, la verdad es que hay algo más espacio que el que vimos en la prueba del Opel Astra 5 puertas. No es tan extraordinario como el que encuentras en un Seat León Sportstourer o un Skoda Octavia Combi, pero sí que está a la altura del 508.  Además los asientos tienen un rebaje en la parte inferior hasta la altura de las rodillas para tener una sensación de mayor amplitud.

Hay también un espacio correcto en altura y en anchura, equivalente a otros modelos del segmento de los compactos familiares. El túnel de transmisión no es demasiado prominente, eso sí. Y en lo referente a comodidades, no faltan salidas de aireadores al final de la consola central, una toma USB y un pequeño cajón. Y un reposabrazos que integra reposa bebidas y un hueco para el móvil.

Maletero

Un maletero del Opel Astra familiar cubica 597 litros si lo eliges con motor gasolina o diésel convencional. Esta cifra se reduce a 516 litros en estas versiones híbridas enchufables. Se trata de un espacio muy fácil de aprovechar, porque las formas son muy regulares. También es muy fácil de cargar porque el borde del maletero queda a apenas 59 cm del suelo.

Es una cifra buena para un coche con este sistema de propulsión. Se queda, eso sí, algo por detrás de la que ofrece el Peugeot 308 SW con el mismo motor. Al Seat León familiar o al Kia Ceed Tourer, cuyas versiones de combustión destacan en capacidad, las baterías le penalizan mucho más.

Es un hueco bastante práctico. En los laterales unas redes aprovechan el hueco de los pasos de rueda y tenemos también ganchos para fijar la carga, perchas y luces en el lateral derecho, además de una toma de 12 V. Bajo el piso, un espacio compartimentado. Que no es muy profundo pero puedes llevar ahí el kit reparapinchazos, herramientas y cables de recarga.

Quien busca un coche así suele llevar objetos grandes. Es posible abatir los respaldos de los asientos traseros, que están divididos en tres partes, en proporción 40:20:40. La operación se realiza desde los asientos o tirando de unas palancas en el lateral del propio maletero. Si renuncias a todas las plazas traseras consigues 1.553 litros de capacidad.

Motor

Es ya un poco tedioso contar las gamas mecánicas de Stellantis, que se repiten una y otra vez. De inicio el Astra familiar llegó con el gasolina 1.2 Puretech de 110 o 130 CV, asociados a un cambio manual o uno automático. ¿Lo prefieres diésel? Pues ahí está el 1.5 BlueHDI de 130 CV, con transmisión automática de ocho velocidades.

Y luego, la versión híbrida enchufable, que conocimos también en el 308 familiar. Combina un gasolina 1.6 PureTech de 150 CV (110 kW) con uno eléctrico de 110 CV (81 kW) . El cambio es el automático de ocho relaciones que envía los 180 CV de potencia total combinada y 360 Nm de par a las ruedas delanteras.

El tercer elemento es una batería de 12,4 kWh, con la que homologa una autonomía de 66 km en modo 100 % eléctrico y un consumo de 1,1 l/100 km… una cifra menor que sus rivales pero que no sirve para nada.

La gama no se había completado todavía cuando grabamos este vídeo. Se espera una variante híbrida enchufable de 225 CV de potencia de toque deportivo, el Astra Sports Tourer GSe. Y también ha sido confirmado un Astra familiar 100 % eléctrico, con 156 CV y un par máximo de 270 Nm. Gracias a una batería de iones de litio de 54 kWh homologa una autonomía de 416 kilómetros.

La cifra de la versión que probamos es buena. Idéntica a la del Peugeot 308 SW Hybrid con el que comparte componentes y no muy alejado del Seat León familiar, con 204 CV. El Ceed Tourer se queda algo alejado en cuanto a potencia. Hora de probarlo en marcha.

Comportamiento

Siempre he dicho cuando he conducido este sistema híbrido enchufable de Stellantis, en varios Peugeot y Citroën, que me gusta mucho que las potencias de los dos motores estén bien equilibradas. 110 CV son suficientes para mover el coche eléctrico con soltura a velocidades bajas y medias, que es cuando mejor vas a aprovechar la energía eléctrica, y desde luego, los 150 CV pueden bien con el coche, a pesar del peso extra de las baterías.

No se trata de un coche deportivo, pero sí es un coche que acelera bien, ya que promete una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. Idéntica a la del 308 SW (algo esperable) y al Seat León Sporstourer. El Kia Ceed Tourer queda más rezagado aquí.

Además de solvente es agradable de usar. Es un sistema de un funcionamiento muy suave en modo eléctrico y para mi gusto, el cuatro cilindros suena bastante mejor que el de tres de la versión gasolina. Se asocia a la caja de cambios de ocho relaciones de convertidor de par, que no es rapidísima pero sí precisa y que no da apenas tirones. Solamente detectamos alguno en los momentos que pasa a funcionar un motor u otro, sin que sea algo muy molesto.

El sistema anuncia 66 km en modo eléctrico y hemos podido descargar la batería dos veces por completo. Moviéndonos por Madrid cuatro personas, en ciudad y vías de circulación, hemos logrado 50 y 53 km, que no está mal.

Tienes tres modos de gestión de la energía: eléctrico, híbrido o Sport (este último con ofrece toda la potencia en todo momento). En modo híbrido sin carga hemos gastado 6,5 l/100 km, sin superar los 7 l/100 km en autovía a ritmos legales. Con cargas periódicas puedes conseguir gastos irrisorios salvo en viajes.muy largos. Por cierto, tiene un cargador embarcado es de 3,7 kW pero hay uno opcional de 7,4 kW, que reduce la carga completa a menos de dos horas.

Puedes activar el modo e-Save, que reserva la carga de la batería para usarla con posterioridad, o fuerza al motor de combustión para recargarla. También usar el modo B que aumenta la frenada regenerativa. Yo prefiero hacerlo con las levas, pero en este caso son para subir y cambiar de marcha.

Y he de mencionar su puesta a punto. Porque, curiosamente, a pesar de hacerse con ingredientes franceses, veo al coche muy alemán. Su estabilidad, con una suspensión firme, y agilidad de conducción le dan ese carácter germano. La dirección me ha resultado bastante directa, no es necesario girar mucho el volante para que el coche cambie de trayectoria. Puede que el 308 SW sea alfo más reactivo, pero el tacto de la dirección, quizá también condicionado por el volante tan pequeño que tiene, me parecía más artificial… siendo por lo demás coches, obviamente, muy parecidos.

Opiniones coches.com

Míralo. Es un coche bastante pintón por fuera. Quizá sin ese toque vanguardista del 308 pero con un interior razonablemente amplio y sin las singularidades del puesto de conducción de su primo francés. Que sale bastante bien parado en las comparativas con los modelos del Grupo Volkswagen o el Ceed Tourer.

También en precio es competitivo. Ligeramente más barato a igualdad de equipamiento que los familiares PHEV de Peugeot y Seat… Mientras que el de Kia es más barato, pero con peores prestaciones:

Su enemigo, a mi parecer, está en el propio concesionario de Opel. Porque por menos dinero lo tienes, igual de equipado, con el 1.2 T de 130 CV asociado al mismo cambio automático. Que pesa menos, así que gasta menos en viajes y te da 81 litros más de maletero, que si buscas un coche así seguro que es importante en la compra. Y no hablamos de poco dinero. La diferencia, redondeando, es de 10.000 euros.

¿Quién puede necesitar el PHEV? ¿Alguien puede llegar a amortizar esa diferencia? Sí, quien pueda cargarlo en casa, recorra muchos km cada día en eléctrico sin apenas usar combustible fósil y se beneficie de la etiqueta Cero con aparcamientos gratis poder acceder a lugares y aparcar gratis con la etiqueta Cero o si te puedes beneficiar de ayudas, que pueden alcanzar los 5.000 euros si achatarras.

¿Cosas malas del coche que debería mejorar? Los gráficos y usabilidad del sistema de infoentretenimiento son flojos. Tampoco me convencen algunos acabados interiores, sobre todo de materiales. Y el precio es algo elevado.

Galería de fotos:

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