Opel Astra 1.2T 130 CV EAT8, a prueba: un paso de gigante

F, G, H, J, K y L. Siguiendo el abecedario tenemos las denominaciones de las seis generaciones del Opel Astra que se han sucedido desde su lanzamiento en el año 1991. El compacto comparte fecha de nacimiento con un servidor, aunque claramente se mantiene en mejores condiciones gracias a sus renovaciones. Ahora probamos la sexta entrega del Astra, que es la primera sin ninguna influencia de la era en la que estaban bajo el paraguas de General Motors. Ya está disponible en el mercado desde 25.450 euros y hoy vamos a contarte todos sus detalles.

Como ya introducimos, el último Opel Astra se asienta sobre la plataforma EMP2 de Stellantis, que es la misma que emplean modelos como el Peugeot 308 o el DS 4. Eso quiere decir que atrás quedaron los tiempos de General Motors y que es un modelo completamente nuevo en todos los sentidos.

Por ejemplo, el Astra ahora ha abrazado la electrificación y está disponible con dos variantes híbridas enchufables portadoras de la etiqueta CERO de la DGT. Queda claro que quiere mantenerse como uno de los coches más completos en el segmento de los compactos y nos lo muestra con las siguientes características.

Exterior

Normalmente solemos hablar de evolución moderada en los coches, pero si vemos como ha cambiado el Opel Astra en los últimos años tenemos de hablar de cambio mayúsculo. En esta última generación se adopta un nuevo lenguaje de diseño para dejar atrás la era General Motors y sigue la pauta marcada por otros modelos como el Opel Mokka o el Grandland.

Eso se traduce en un frontal con el Vizor, esa parrilla negra carenada que ocupa todo el ancho del vehículo al quedar conectada con los faros. Este ejemplar cuenta con la tecnología Intelli-Lux y ofrece nada menos que 168 diodos de LED. También me gusta la nervadura que surca el capó y desemboca en el logo del Blitz.

Los paragolpes también han sido renovados en el Opel Astra, dejando una imagen más afilada y marcada, adaptada a los tiempos que corren. Otra tendencia que adopta es la de la carrocería bitono, pudiendo tener el techo, los pilares y los retrovisores en negro haciendo contraste. Lo cierto es que funciona a la perfección con colores tan llamativos como el Kult Yellow de la unidad de pruebas. Por otro lado, las llantas pueden ser de hasta 19 pulgadas, pero en nuestro caso tenemos unas de 18 con acabado en dos colores.

Si por delante ya era llamativo, por detrás no se queda atrás. El Astra tiene personalidad por los cuatro costados y lo demuestra con un marcado pilar C, que incluye una decoración o con un spoiler de techo que enamora al tener la luz de freno en formato vertical. La zona intermedia está reservada para un portón que tiene el nombre del modelo en su parte central y unos estilizados pilotos traseros LED en ambos laterales. Queda rematado por un especie de difusor en contraste que es bastante discreto y que esconde la salida del escape.

Aunque es una generación completamente nueva, lo cierto es que las dimensiones se mantienen muy similares. De hecho, tenemos los mismos 4,37 metros de longitud, al tiempo que crece bastante en anchura para alcanzar los 1,86 metros. La altura está en la media al llegar a los 1,44 metros, mientras que la distancia entre ejes es algo mayor y asciende a 2,67 metros.

Interior

Cuando nos montamos en el interior del Opel Astra lo cierto es que no hay tanta revolución como podíamos esperar. No me malinterpretéis, cambia muchísimo respecto al que tenía la anterior generación, pero también es prácticamente igual que el de otros modelos de Stellantis que ya han pasado por el canal como el Peugeot 308 o el DS 4. De lo más significativo es el Opel Pure Panel, esa integración de la instrumentación digital de 12 pulgadas y la pantalla táctil central de 10 pulgadas en el mismo plano y con negro piano a su alrededor. Opcionalmente también incluye un generoso Head-Up Display

El sistema multimedia lo cierto es que funciona bastante bien. La instrumentación es bastante limitada y apenas nos deja cambiar el diseño y movernos por tres menús, hay marcas que la tienen más trabajada. La pantalla principal responde bien y tiene unos gráficos bastante avanzados. Cuenta con conectividad mediante Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica. Hemos experimentado algunos problemas puntuales con esa segunda opción, mientras que el control por voz de este modelo tampoco es nada del otro mundo.

Una crítica cada vez más extendida a los coches modernos que van pasando por nuestra sección de pruebas es que aglutinan prácticamente todas las funciones en la pantalla. El Opel Astra no es ajeno a este problema, pues tiene la climatización parcialmente integrada en la superficie táctil. Es cierto que a través de los botones se pueden configurar bastantes cosas, pero sigue siendo necesario entrar al menú de la pantalla para ponerlo todo al gusto. Eso conlleva una distracción mayor que las ruletas tradicionales.

También merece la pena hablar de calidades en el nuevo Opel Astra. En este punto defrauda un poco, porque deja algunas luces y bastantes sombras. Hay que aclarar que la unidad probada tiene el nivel de equipamiento Ultimate, tope de gama y cargado de detalles. El más satisfactorio son los asientos AGR con tapicería mixta que tienen muy buen tacto.

También convence el volante, con ese nuevo diseño que recuerda al capó en su brazo inferior. Sin embargo, este modelo abusa del Piano Black en la zona de las pantallas y en la consola central, donde no está muy bien rematado. Parte de las puertas también tiene un plástico un poco pobre que contrasta con el del salpicadero.

En términos de habitabilidad, el Astra está en la media del segmento C, al menos en las plazas delanteras donde se aprecia comodidad y espacio en todas las cotas. Cuando pasamos a la segunda fila de asientos también vemos una buena capacidad, con un hueco para las piernas notable y uno correcto para la cabeza.

Como siempre, la plaza central es más incómoda al carecer de forma y tener túnel de transmisión, pero al menos se puede abatir y ser usada como reposabrazos cuando viajen cuatro personas. También hay salidas de aire acondicionado y tomas USB en esta segunda fila.

Maletero

El maletero es uno de los puntos que más ha evolucionado en este nuevo Opel Astra. Se queda por encima de la media al declarar 422 litros en las versiones de combustión. Nada mal si tenemos en cuenta que el anterior se quedaba en 370 litros. Eso sí, en las versiones híbridas enchufables, esta zona queda comprometida y su capacidad se reduce a 350 litros. Aún así, están bien aprovechados. Presentan formas regulares, ganchos para fijar la carga o iluminación en esta superficie.

Vemos que hay un hueco bastante aprovechable bajo el piso y también que la boca de carga es muy ancha y queda a una altura aceptable. Por otro lado, siempre queda la opción de abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para desplegar todo su potencial y ofrecernos hasta 1.285 litros de capacidad en una superficie completamente plana.

Motor

Con la nueva generación, el Opel Astra se asienta sobre la plataforma EMP2 de Stellantis. Eso se traduce en que hay nuevas posibilidades, entre ellas dos versiones híbridas enchufables que pueden ser interesantes para muchos usuarios. Tanto la de 180 como la de 225 CV combinan un motor 1.6 Turbo con un motor eléctrico y una batería de 12,4 kWh para obtener la etiqueta CERO. Pero también hay opciones más tradicionales para los que no quieran electrificación (ni gastarse tanto dinero).

Sorprende que el Astra mantenga el diésel a pesar del mal trato que ha recibido en los últimos años. Está disponible con el 1.5 HDI de 130 CV, permitiendo elegir entre una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática de ocho relaciones. Aunque es más habitual que se opte por el gasolina 1.2 Turbo de 130 CV, que es el que lleva nuestra unidad de pruebas. Se podría elegir también con las dos transmisiones, aunque nosotros lo tenemos con la automática EAT8. 

Comportamiento

Comenzamos al volante del Opel Astra en su versión más cabal, el de gasolina con un nivel de potencia comedido. Lo cierto es que el motor de tres cilindros no es todo lo refinado que nos gustaría, pero tiene un equilibrio ejemplar. Se notan las vibraciones a bajas vueltas, pero el habitáculo está bien aislado y lo cierto es que no se oye demasiado en el interior. Además, sus 130 CV y 230 Nm de par me parecen un buen término medio para un compacto que busca cumplir en todos los sentidos.

No se pueden esperar unas grandes prestaciones de este modelo, pero tampoco se va a quedar corto en un uso diario con viajes esporádicos. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y su velocidad máxima es de 210 km/h. La parte positiva es la forma de entregar el par, pues tiene los 230 Nm máximos disponibles desde las 1.750 rpm y hace que su desempeño en bajas sea notable y que tenga una linealidad muy buena. Sobra decir que este Astra de gasolina es de tracción delantera, de lo que sí vamos a hablar es de su transmisión.

El compacto alemán puede ser elegido con la caja de cambios manual de seis velocidades o con la transmisión automática EAT8 de ocho relaciones. Lo cierto es que he probado las dos opciones en otros coches de Stellantis y yo personalmente me quedaría con el manual, pero entiendo a quien prefiera la comodidad de éste automático. Es de convertidor de par y eso hace que destaque en la suavidad con la que hace los cambios. Sin embargo, a veces nos parece algo lento y no siempre parece acertar con la marcha que lleva engranada.

La tendencia es que llevar una relación larga para reducir los consumos, aunque eso siempre podemos adaptarlo haciendo uso de unas pequeñas levas plásticas tras el volante. También con los modos de conducción que incluye este Astra, que no son nada del otro mundo, pero ayudan a adaptar ligeramente la conducción. Se puede elegir entre Eco, Normal y Sport; aunque no existen grandes diferencias entre ellos. Cambian ligeramente algunos parámetros como el tacto del acelerador, de la dirección o el cambio.

A nivel de chasis me gusta mucho lo que han hecho con el nuevo Opel Astra. Se nota que dejan atrás una plataforma casi obsoleta y que la EMP2 de Stellantis funciona a la perfección. Hace que el coche sea mucho más equilibrado y que tenga un comportamiento muy satisfactorio. Se nota bastante ágil con sus alrededor de 1.300 kg de peso y muy asentado gracias a tener un eje delantero tipo McPherson y una suspensión trasera de barra de torsión.

El tarado es bastante firme, por lo que se comporta bien en casi cualquier tesitura. Nos hubiera gustado la misma firmeza en la dirección, que está demasiado asistida y no transmite todo lo que nos gustaría. Por otro lado, el equilibrio también se extiende a los consumos en este coche. Terminamos la prueba diciendo que durante la semana que lo tuvimos, el Opel Astra con el 1.2 Turbo de 130 CV y el cambio automático nos dejó con una media de consumo en torno a los 5,7 litros.

Opinión coches.com

El segmento de los compactos siempre ha sido de los más reñidos. Hay muchas vacas sagradas con varias generaciones a sus espaldas y enormes mejoras desde su lanzamiento. El Opel Astra es una de ellas y sigue en la pomada con esta sexta generación que es la más redonda hasta la fecha. El diseño evoluciona positivamente, al igual que su tecnología o su calidad interior. Además, el cambio de plataforma le sienta como anillo al dedo y nos deja un comportamiento muy satisfactorio.

Sin embargo, el precio también se ha elevado ligeramente con el cambio generacional. Hablamos de 25.450 euros de partida, aunque tenemos que ser más realistas y con una unidad cargada de equipamiento como la que hemos probado hay que desembolsar bastante más. El que probamos, para ser exactos, supera ligeramente los 35.000 euros, una cifra más elevada y al alcance de menos gente. Por suerte, siempre se puede recurrir a páginas como coches.com para beneficiarse de las mejores ofertas de coche nuevo, de financiación con buenas condiciones o para mirar este Astra en la modalidad de renting.

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