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Mario Nogales

Toyota GR Yaris RZ Circuit Pack, a prueba: cambiarás el conducir por pilotar

Estamos en un momento difícil para los amantes del motor. La electrificación se abre camino a pasos agigantados y quedan muy pocos coches de esos que comprar con el corazón. La mayoría de conductores piensan en un vehículo para desplazarse desde el punto A al punto B de forma práctica, pero todavía hay algunos que quieren disfrutar al volante. Y eso cada vez cuesta más dinero. Aunque por suerte todavía quedan coches como el Toyota GR Yaris en los que queda justificado cada euro de su precio.

Toyota es el mayor fabricante por volumen a nivel mundial. Su popularidad pasa por una extensa gama de productos, electrificados en su enorme mayoría. Que democratizaran la tecnología híbrida también les ha permitido que con el paso del tiempo puedan permitirse lujos como el de tener una familia deportiva muy especial. Con esa Santísima Trinidad formada por el GR Yaris, el GR 86 y el GR Supra se han ganado el corazón de sus seguidores más puristas. Y tras probar el primero, su precio de partida de 38.250 euros casi nos parece barato.

Exterior

Este ejemplar tiene de Yaris el nombre y poco más. Aunque se parte de su base, las modificaciones son extremas y ni siquiera se mantiene su plataforma inalterada. De hecho, toda la parte trasera proviene del Corolla y eso ha hecho que sus dimensiones sean muy diferentes. De hecho, presenta una  longitud de 3.995 mm, una anchura de 1.860 mm y una altura de 1.455 mm; mientras que mantiene los 2.560 mm de batalla. Eso se traduce en que es 55 mm más largo, 60 mm más ancho y 45 mm más bajo que el Toyota Yaris convencional.

Vamos a ir un paso más allá, porque el GR solamente comparte con el Yaris las ópticas delanteras, los espejos retrovisores, los pilotos traseros y la antena de techo. Se advierte desde el primer vistazo a ese frontal más musculoso. La parrilla inferior con rejilla de panal de abeja es lo más notable y permite una correcta refrigeración de su mecánica. También son funcionales las tomas de aire a ambos lados. La firma de Gazoo Racing aparece en esta zona para dejar claro que estamos ante el tope de gama. Lo que menos destaca es su iluminación, que es convencional.

Otro detalle que no pasa desapercibido es que es la única opción para tener un Yaris de tres puertas, una carrocería que ya había desaparecido, pues el híbrido solamente está disponible con cinco. Desde el lateral lo que más se aprecia son las llantas de 18 pulgadas, forjadas y con pinzas rojas en el caso de este Circuit Pack, además de los abultados pasos de rueda que las albergan. Por no hablar de la caída del techo para mejorar a nivel aerodinámico y de la fibra de carbono utilizada en este elemento (resta 3,5 kg), además de tener capó, puertas y portón en aluminio.

La zaga también llama bastante la atención. Lo primero por ese spoiler de techo que le da el toque deportivo y por esa primera sección en color negro que ocupa la parte superior del portón y que integra unos pilotos LED bastante similares a los del Yaris normal. Aunque el paragolpes es notablemente más ancho y además recibe un difusor de corte deportivo que integra dos salidas de escape circulares. El GR Yaris solamente se puede escoger en tres colores, los de Gazoo Racing, que son éste Blanco Classic, el Rojo Emoción y el Negro Montecarlo.

Interior

El interior del GR Yaris sí que tiene algunos puntos en común con el otro. En lo que a tecnología se refiere no hay modificaciones y eso significa que tenemos el sistema multimedia Toyota Touch 2. No es el más avanzado de la marca, de hecho, encontramos algunas carencias. Los gráficos de la pantalla táctil principal de 8 pulgadas están algo anticuados, mientras que su conectividad con Apple CarPlay y Android Auto depende del cable. Además, su posición elevada hace que reste algo de visibilidad en la parte central, porque el retrovisor también está muy encima del conductor.

Por suerte, vemos que también hay aspectos positivos como esos controles de la climatización analógicos y simples, que siempre se agradecen para que no haya despistes indebidos. La instrumentación es mixta, con dos grandes esferas para revoluciones y velocidad, además de una pequeña pantalla TFT de 4,2 pulgadas entre ellas. Ahí vemos la información del ordenador de a bordo y algunos menús específicos que nos han gustado como es el caso del que muestra el soplado del turbo, el reparto de la tracción o un cronómetro.

En el interior del GR Yaris precisamente tenemos que quedarnos con esos elementos que son propios de la variante y que le hacen destacar. Lo primero son esos magníficos asientos deportivos, que recogen el cuerpo a la perfección y que tienen ajustes manuales. Tiene un tacto sobresaliente gracias a la tapicería mixta de cuero y Alcántara, mientras que la posición de conducción es ideal gracias a que la marca ha elevado 50 mm la palanca de cambios para que quede más a mano del conductor.

También tiene delante el volante deportivo GR, que es específico, o los pedales deportivos de aluminio. Hablan de que su posición ha sido regulada y que es más favorable para realizar el punta-tacón (se ha puesto un tope entre ambos pedales para que no se cuele el pie). En general vemos una calidad bastante elevada gracias a los aditivos que tiene la versión GR, pero el resto de materiales son los que emplea un vehículo generalista convencional. La mayoría son plásticos, algunos de dudosa calidad. Los ajustes son buenos y no parece que vayan a aparecer grillos con el paso del tiempo.

Algo de lo que peca este ejemplar es de la escasa habitabilidad. En las plazas delanteras los pasajeros irán con cierta comodidad, pero se ve que no hay demasiados huecos portaobjetos. El acceso a la segunda fila es dificultoso debido a esa configuración de tres puertas y, una vez dentro, la cosa se complica aún más.

El GR Yaris homologa cuatro plazas, pero incluso esos dos asientos laterales son muy pequeños para adultos. El espacio es muy justo para las piernas e insuficiente para las cabezas. Son más para usos excepcionales y para emergencias que para viajar.

Maletero

Lo mismo ocurre con el maletero, que se ha reducido de forma notable debido a las modificaciones que experimenta el GR Yaris a nivel de chasis. No hay ningún modelo del segmento B que tenga tan poca capacidad, pues ofrece apenas 174 litros. Es suficiente para el equipaje de dos personas en una escapada, queda muy alejado de los 286 litros que tiene el Yaris híbrido. Además, la boca de carga es bastante pequeña y queda en una posición elevada.

La batería de este modelo está en el maletero y eso también hace que pierda capacidad. No tiene hueco bajo el piso y es impensable que pueda tener una rueda de repuesto, ni siquiera la de emergencia. Se conforma con el kit antipinchazos y también se mantiene la opción de abatir los asientos traseros. Se hace en dos partes (50:50) y deja una superficie casi plana. El fabricante dice que haciendo eso se podrían llevar “cuatro neumáticos para el circuito” o incluso una bicicleta.

Motor

A muchos sorprendió que el Toyota GR Yaris montase un motor de tres cilindros turbo de 1.6 litros. Eso se debe a que es el mismo DOHC de 12 válvulas que cumple con la normativa Rally 2 del WRC, porque no hay que olvidar que este vehículo es fruto de la ingeniería invertida. Tiene el turbocompresor integrado en el colector del escape y puede presumir de ser el tricilíndrico más potente del mercado. Son nada menos que 261 CV y 360 Nm de par, siempre ligado a una caja de cambios manual y a la tracción total GR-Four con diferencial central. Hacía dos décadas que no se veía un deportivo con esta configuración…

Eso le permite destacar en muchos aspectos y dejar una ficha técnica que merece la pena enmarcar. Con una relación peso potencia de 4,9 kg/CV, puede presumir de cifras muy destacadas. Por ejemplo, esa aceleración de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos o una velocidad máxima de 230 km/h. Vale, es cierto que hay eléctricos que corren mucho más en línea recta y que erogan el doble de potencia, pero cuando conduces el GR Yaris las sensaciones son realmente puristas y merecedoras de admiración.

Comportamiento

Soy un auténtico privilegiado. He tenido la oportunidad de probar este Toyota GR Yaris en varias ocasiones desde que lo lanzaron en 2020. Eso incluye pruebas en carretera abierta como la que estoy realizando estos días, pero también test en el madrileño Circuito del Jarama. En esa ocasión recuerdo que contamos con la presencia del piloto Lucas Ordoñez que marcó un tiempazo de 1 minuto y 53 segundos y quedó sorprendido con este modelo. Y yo cada vez que me vuelvo a montar me sorprende más lo que es capaz de hacer este cohete en miniatura.

La verdadera clave del comportamiento de este coche es la ingenieríainversa. Es decir, hacer un coche de competición y después modificarlo para llevarlo a la calle. Lo normal era hacer lo contrario y el resultado es así de sorprendente. Lo primero es que parece imposible que lo que hay bajo el capó sea un motor de tres cilindros. Empuja y ruge como si tuviera uno más, ya hemos hablado de esas prestaciones que hace que quedemos pegados al asiento con cada aceleración y con una sonrisa cada vez que las revoluciones rozan el corte.

Pero más destacado que lo que corre es cómo lo hace. El GR Yaris tiene el eje trasero de un Corolla, es decir, que han fusionado la parte delantera de la plataforma GA-B con la trasera de la GA-C. El resultado es que tiene un esquema formado por una suspensión delantera tipo McPherson y una trasera multibrazo que con la correcta puesta a punto lo convierte en un reloj suizo por su precisión. Tiene una rigidez elevada y, aún así, consigue un equilibrio brutal. No es incómodo fuera de circuito y tampoco nervioso cuando enlazas curvas. Creo que sería un coche escuela ideal para empezar a competir. 

Aunque de ese equilibrio el elemento culpable es la magnífica tracción total GR-Four. La tracción total deriva directamente del sistema que tiene el coche de WRC, puesto a punto por Toyota Gazoo Racing. Eso hace que sea el primero con tracción total desde aquel Celica GT-Four ST205 de hace casi tres décadas y que tenga tres modos bien diferenciados.

En el Normal se da un 60 % del par a las ruedas delanteras y un 40 % a las traseras. En el Sport pasa a ser de un 30 % delante y el 70 % detrás para ser más juguetón. En el Track se queda en 50 % para cada eje para mejorar la eficacia. En todo caso, esta tracción puede dar hasta el 100 % en cualquiera de los dos ejes si fuera necesario.

Antes de terminar tengo que decir que este Toyota GR Yaris lleva unas chuches muy interesantes. Por 5.000 euros adicionales se puede optar por el Circuit Pack, que completa su equipamiento con cinco elementos que mejoran su comportamiento en circuito.

Comienza con unas llantas forjadas de 18 pulgadas, que van calzadas por neumáticos Michelin Pilot Sport 4S y esconden pinzas de freno en color rojo. También se le dota de un tarado especial a su suspensión y, lo más importante, recibe dos diferenciales Torsen (uno en cada eje) para que la tracción sea óptima en cualquier circunstancia.

El control es otra parte fundamental del GR Yaris. Ya hablamos de su reparto de pesos perfecto, pero es que además arroja sobre la báscula apenas 1.280 kg. Eso le deja con la citada relación peso/potencia de sólo 4,9 kg/CV y hace que sea realmente noble. Ayuda mucho tener la seguridad que aporta el sistema de frenos con discos delanteros de 356 mm (con pinzas de cuatro pistones) y traseros de 297 mm (pinzas de dos pistones). Sobra decir que el tacto del cambio manual, con esos recorridos tan cortos y precisos, es una auténtica delicia. Es muy difícil sacarle algún “pero” al comportamiento de este modelo.

Opinión coches.com

Pasa el tiempo y cada vez me parece un acierto mayor que exista el Toyota GR Yaris. Ahora que están desapareciendo los GTIs, los hot-hatchbacks y todo lo que consideremos coches compactos y ligeros con carácter deportivo; tiene más sentido que exista uno tan extremo. Es la forma de llevar un paso más allá la pasión automovilística, de traer la competición a la carretera para aquellos aficionados que todavía pueden permitirse el capricho de disfrutar de cada curva. Y no es tan descabellado como podría parecer. 

Para los que piensen que 38.250 euros, bueno, 43.250 euros con el Circuit Pack por “un Yaris” es mucho dinero, simplemente decirles que se equivocan. Aporta muchísimo más y es un coche prácticamente de colección que difícilmente perderá su valor. Eso sí, cuando salió partía de 32.900 euros, así que en apenas tres años hemos visto como su precio se ha incrementado en 5.350 euros, precisamente lo que antes te habrías gastado en el Circuit Pack y en tres depósitos de gasolina para disfrutarlo…

Toyota GR Yaris RZ Circuit Pack
8.1Nota
Lo mejor
  • Estética bien diferenciada
  • Tracción total GR-Four
  • Efectividad en su máxima esencia
Lo peor
  • Plazas traseras y maletero
  • Tecnología nada avanzada
  • Sonido algo filtrado
Diseño8.5
Habitabilidad7
Acabados8
Maletero6.5
Equipamiento8
Motor9.5
Comportamiento9.5
Calidad Precio8

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