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Luis Ramos Penabad

Cinco realidades irrefutables del coche eléctrico

Después del éxito de nuestro artículo Ocho razones por las que los coches eléctricos tardarán en triunfar, recopilamos cinco axiomas sobre la realidad actual del eléctrico que pueden aclarar muchos equívocos:

1. El ritmo de adopción del coche eléctrico será lento

En 2011 se vendieron aproximadamente 17.000 coches enchufables en Estados Unidos, más que nunca. Sin embargo, para poner ese número en perspectiva, las ventas totales en 2011 fueron de 13 millones de vehículos (es decir, fueron un 0,1%). Se espera que en 2012 doblen o tripliquen el número, pero están todavía lejos de la meta que se fijó Obama de un millón de eléctricos en 2015.

Más datos, ahora de híbridos. El Toyota Prius llegó al mercado estadounidense en 2000. Fue el primer híbrido de ese mercado. Ahora hay muchos más, pero solo representan entre un 2 y un 3% del total de ventas anuales…. Y el 1% del total de producción de vehículos.

Echando un dato a los datos europeos, son similares, lo que nos lleva a pensar que, en diez años, los eléctricos tengan unas cifras de penetración similar: un 2% de la producción mundial de coches y dirigidos principalmente a los mercados más ricos (Japón, EE.UU., y Europa). Eso se traduce en un millón de coches eléctricos anuales.

Los fabricantes de automóviles son muy cautos a la hora de invertir cientos de millones de dólares para nuevos vehículos y tecnologías. Como no hay infraestructuras de carga pública, los potenciales compradores son reacios a correr el riesgo de comprar un coche eléctrico. Y las empresas de baterías sólo construirán fábricas si tienen contratos de los fabricantes de automóviles, que sólo firmarán contratos para aumentar la producción si se puede vender decenas de miles de coches eléctricos al año… (de ahí los problemas actuales de los fabricantes de baterías).

2. Hay distintos tipos de eléctricos

Los dos principales coches enchufables en el mercado (que probamos), son el Nissan Leaf y Chevrolet Volt, que utilizan tecnologías diferentes: El Leaf es un electrico «puro»: lo enchufas y viajas con él mientras dure esa carga (unos 160 km). Y punto. El Volt es un eléctrico de autonomía extendida, que cuando se agota la batería cuenta con un generador de electricidad que funciona con gasolina. Cuando acabas las baterías (unos 100 km de autonomía), puedes recorrer 500 km más sin recargar.

Dentro de poco, llegará el Toyota Prius Plug-in Hybrid, un híbrido enchufable. Como todos los híbridos, cuenta con un motor eléctrico y un motor de gasolina, pero su autonomía en modo eléctrico es de 23 km. Como todos los híbridos, el motor de gasolina se enciende cada vez que se necesita la máxima potencia, incluso si la batería está completamente cargada. Toyota dice que si se enchufa después de cada viaje, muchos conductores cubrirán más de la mitad de su kilometraje en modo eléctrica.

Cada uno tiene sus pros y sus contras. El Leaf tiene la mayor autonomía eléctrica y nunca se emitirá un solo contaminante. El Volt ofrece el placer de la conducción eléctrica con alcance ilimitado. Y el Prius enchufable se carga rápido y tiene la mayor autonomía eléctrica de la conocida gama Prius. Eso sí, cualquiera de ellos cuesta hasta el doble que otros coches de su tamaño.

3. La mayoría de las cargas será en viviendas particulares

En este portal-de-noticias-que-me-da-de-comer y en cualquier otro medio del motor verás docenas, incluso cientos de noticias de que se instalan puntos de recarga aquí y allá. Sin embargo, cuando hablas con cualquier fabricante de automóviles, te dicen que esperan que la mayor parte de la recarga de coches eléctricos que se producen durante la noche en estaciones de carga instaladas en garajes de viviendas particulares. Y las empresas eléctricas en gran medida quieren que eso ocurra así.

¿Por qué? La carga nocturna, durante el período de baja demanda energética, tiene muchas ventajas: se puede estabilizar el sistema de distribución, y representa una nueva demanda y un nuevo negocio para ellos…

No es difícil. Las compañías pueden enviar un sms a los propietarios de coches eléctricos para recordarles que no se olviden de enchufar para recargar durante la noche. Además, conectar en el coche es tan sencillo como conectar un teléfono móvil todas las noches. Tampoco debemos olvidar que, además, es más barato. Una recarga completa de un Nissan Leaf cuesta en torno a 2 euros y puedes moverte 160 km. Mucho más barato que cualquier otro combustible (por ahora).

4. Hay que pensar dónde y cómo se utiliza su coche

Los eléctricos no son para todos. Cuestan más que su de gasolina, aunque sus costes de funcionamiento sean inferiores. Y la limitada gama de coches eléctricos los hacen poco prácticos para hogares que tienen un único vehículo. Los eléctricos de autonomía extendida y los híbridos enchufables pueden resolver ese problema, pero la complejidad de los sistemas de propulsión, más el paquete de baterías, los hace más costosos que los híbridos normales.

Si cada día se varía mucho la distancia recorrida, los coches eléctricos te causarán más «estrés de autonomía» que si cada día recorres más o menos la misma distancia diaria predecible.

Además, la autonomía de un coche eléctrico cae de manera significativa con el frío. ¿El motivo? Las baterías son muy parecidos a los humanos, les gusta vivir a 20 o 25 grados. Con mucho frío, les cuesta más entregar la potencia. Además, se necesita una gran cantidad de energía de la batería para calentar el habitáculo en invierno, (algo menos para activar los calefactores de asiento, que es como los diseñadores de coches eléctricos tratan de mantener a los ocupantes cómodos sin tener que calentar todo el interior). Los expertos aseguran que esa es una de las razones pirncipales porque se venden tanto en California (leyes medioambientales aparte).

5. La electricidad es más barata (y limpia) que la gasolina

Los compradores de automóviles (al por menor) actúan de manera irracional. Se tienen más coches de los necesarios, a menudomás caros y potentes de lo necesario también. Además, no se tiene en cuenta el TCO (costo total de propiedad, que incluye el mantenimiento y el costo del combustible.

Los compradores de flotas, por el contrario, son tercos jinetes de la hoja de cálculo. Pagarán más por un coche si ahorran dinero en toda su vida. Y los coches eléctricos podrían ser el sueño de un comprador flota. Apenas requieren mantenimiento de los neumáticos, e incluso las pastillas de freno y los discos duran más tiempo gracias al frenado regenerativo.

¿Compensa esto, más el bajo coste de la electricidad, para que se los compren antes que un vehículo compacto normal? No del todo. Por un lado, temen quedarse tirados y de ahí que cada vez «pasen» más del coche eléctrico. Pero en cuanto las baterías mejoren y sean más baratas (se calcula que dentro de diez años costará la mitad), no veremos un solo coche eléctrico de combustión (o echarán al contable). En 2013 se espera que el 21% de las empresas tenga eléctricos, una cifra considerable. Que se cumpla esta profecía dependerá de las ayudas a la compra, sin duda.

Hemos leído también que pueden llegar a ser más sucios. Puede que en China sea cierto, pero no en Occidente. Un muy respetado estudio, realizado por el Electric Power Research Institute (EPRI) y el Natural Resources Defense Council (NRDC) analizó las emisiones de carbono de la conducción de un kilómetro de la gasolina en comparación con la conducción usando la red electricidad. El resultado, el coche eléctrico ensuciaba menos (que un coche que consumía 6 litros/100 km), incluso si se recarga en las redes más sucias de Estados Unidos. Un híbrido como el Prius le ganaría en estas redes, pero no en otras zonas de Estados Unidos que utilizan fuentes de energía más limpias.

Fuente: Rocky Mountain Institute

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