No es una opción, ya sabes que si tienes coche debes tener seguro. Por ley, cada vehículo ha de contar con un contrato en una aseguradora de, al menos, Responsabilidad Civil Obligatoria (RCO), es decir, un seguro a terceros… si no quieres tener serios problemas. A menudo, para ahorrar el máximo dinero posible en tu seguro sólo contratas este mínimo que estipula la normativa. Sin embargo, esto muchas veces sale más caro. Lo ideal es que sepas cuáles son tus necesidades y los parámetros que encarecen o abaratan tu póliza, así conseguirás el seguro que mejor se ajusta a tu coches y de esta manera podrás dormir con más tranquilidad.
Compara precios
La única manera de asegurarte de que estas pagando menos es comparando las aseguradoras. Un trabajo tedioso, desde luego, pero que ahora numerosas webs lo hacen mucho más fácil. Las comparadoras te permiten obtener precios en tiempo real de distintas aseguradoras a través de conexiones directas con los motores de tarificación de cada entidad y en menos de cinco minutos. No es tontería, te puedes ahorrar hasta 500 euros de una compañía a otra en una póliza con idénticas prestaciones.
¿Qué coche tienes?
Cuando te compras un coche tienes que tener en cuenta, sobre todo si luego vas a tener un presupuesto limitado, que en función de lo caro que sea el coche así será el seguro después. Como es lógico, te va a costar menos asegurar un Seat Ibiza que un Audi A3, pero esto no es lo único que influye. Ya te explicamos cómo elegir seguro en función del tipo de coche, pero te recordamos los principales parámetros que las aseguradoras tienen en cuenta:
- Combustible: Normalmente los vehículos que tienen un motor de gasolina suelen obtener un seguro a un precio menor que aquellos que tengan un motor diésel.
- Marca: Lo dicho. Cuanto más caro sea el coche más cara saldrá tu póliza, seguro.
- Potencia: A mayor potencia más sube el precio del seguro porque significa que hay un mayor riesgo de accidente.
- Accesorios: Los extras no solo se pagan en el precio final del coche, sino que también influyen después en el seguro. Esto es así porque en caso de tener que reparar o reponer un extra cuesta más hacerlo. Ten en cuenta que siempre un coche con acabado deportivo es más caro de asegurar.
- Color: Nada pasa desapercibido para las aseguradoras. Aunque no suele haber grandes diferencias entre un color y otro, lo cierto es que con las estadísticas de accidentes en la mano, las aseguradoras sabe qué color tiene menos accidentes.
- Antigüedad: Sabes que cada año que pasa tu coche pierde valor, luego esto influirá mucho en elegir un seguro a todo riesgo o uno a terceros.
- Dónde lo usas y cómo: Si el coche tiene garaje te cuesta menos, también la provincia en la que vives así como si lo utilizas para trabajar o para uso particular.
Edad
Quién conduce el coche es otro de los parámetros importantes que las aseguradoras tienen muy en cuenta a la hora de ofrecer una tarifa final. Los menores de 25 años son los que obtienen pólizas más caras. Esto se encarece considerablemente si el conductor es, además, novel. Hace tiempo te aconsejamos cómo conseguir un seguro barato para jóvenes.
Eres buen conductor
Habrás oído muchas veces eso de que si eres un buen conductor pagarás menos en tu seguro del coche. Y es completamente cierto. Aunque tengas el seguro más barato del mundo, a la hora de renovar se encarecerá bastante si tienes accidentes o das parte a tu aseguradora de forma habitual. Tener todos los puntos del carné y no haber sufrido accidentes es un plus importante para la aseguradora a la hora de bajarte la tarifa.
Además, existen pólizas para los buenos conductores que fija la prima en función de cómo conduzcas… y ojo, que saben gracias a la tecnología cómo conduces en cada momento. Éstas son conocidas como los pay as you drive. También existen pólizas en función del número de kilómetros que recorras al año que pueden resultar interesantes en algunos casos.
Tipos de pólizas
Es importante que te ciñas a las necesidades de tu coche para poder pagar lo menos posible. La póliza tendrá, en definitiva, un precio en función del riesgo que quieras cubrir. En este post ya te contamos las preguntas más habituales y también te explicamos por qué hay tantas diferencias de precio entre aseguradoras.
Seguro a Terceros Básico
El Seguro de Responsabilidad Civil Obligatoria es el único que te pueden obligar a tener. Éste se encarga de cubrir los daños personales y materiales que produzcas a otro en un accidente en el que tú hayas sido declarado el culpable. Cada vez más aseguradores incluyen más coberturas como la Responsabilidad Civil y la Responsabilidad Voluntaria en el mismo paquete. Aunque también se pueden añadir otras coberturas como:
- Defensa Jurídica y Reclamación de daños, que cubre los gastos derivados de la defensa jurídica del tomador del seguro.
- Asistencia en viajes, que ayuda al asegurado y los acompañantes en caso de accidente en carretera, robo o avería.
- Seguro del conductor, que asegura el pago de indemnizaciones en caso de que el conductor fallezca, sufra una invalidez permanente o necesite asistencia médica.
Seguro a Tercero Ampliado
Este tipo de seguro cubre al conductor más allá de su culpabilidad en un siniestro o cualquier otro problema. Este tipo de póliza suele ofrecer:
- Rotura de lunas: cubre el cambio de lunas y su colocación.
- Robo: compensa los daños en caso de robo del coche o de los accesorios que lleve.
- Incendio o Explosión: El seguro puede hacerse cargo parcial o incluso total en caso de que el vehículo sufra un incendio.
- Ampliación del Seguro de Conductor o de la Asistencia: simplemente añade más supuestos a los que proporciona el paquete básico.
- Gestión de multas: La compañía aseguradora se encarga de todos los trámites derivados de las sanciones de tráfico.
- Retirada del permiso de conducir: El conductor puede acceder a una mensualidad fija (con un máximo) como consecuencia de la retirada provisional del carné de conducir.
No obstante, hoy en día, dada la competitividad que hay entre las aseguradoras existen dentro del Seguro a Terceros paquetes bastante más completos con coberturas de daños por atropello de animales de caza mayor, asistencia con vehículos de sustitución o limpieza del vehículo en caso de traslado de heridos.
Seguro con franquicia
Consiste en una cantidad fija (o un porcentaje) que el asegurado y la compañía pactan en función de los riesgos que tome. La aseguradora, en caso de siniestro, pagará un porcentaje y el conductor otro. De esta manera no se renuncia a ninguna cobertura y se obtiene un precio más económico. Para que te hagas una idea, si el asegurado tiene una franquicia de 150 euros y el accidente es de 200 euros, la aseguradora solo pagará 50 euros, ya que los primeros euros del siniestro corren a cargo del asegurado. Pueden resultar más convenientes que los seguros a todo riesgo sin franquicia.
Seguro a todo riesgo
Merece la pena si el coche es nuevo o tiene menos de tres años, ya que en caso de siniestro la aseguradora compensará con el precio actual de mercado y no por lo que valía cuando lo compraste. Ya te contamos pormenorizadamente cuándo conviene dejar de contratarlos. Suelen tener los precios más elevados, aunque cada compañía se encarga de introducir más o menos coberturas para ajustar el precio. Y aunque pudieras creerlo… no lo cubren todo.
Imagen destacada: cc Flickr Dennis Skley