No hace demasiados años uno elegía su vehículo comparando características técnicas, prestaciones, componentes mecánicos… Eso parece haber quedado reservado únicamente para los coches más prestacionales y pasionales. El común de los mortales, viendo las consecuencias que una conducción «alegre» puede tener para su bolsillo (ojo a las nuevas multas que vienen), debe conformarse con un coche cómodo, útil, suficientemente potente para sus necesidades (y que al mismo tiempo consuma poco)… Y que vaya bien equipado tecnológicamente. Los consumidores exigen hoy conectividad con sus móviles donde quiera que vayan. Así que, nos guste o no, estos sistemas están aquí para quedarse.
Sí, cada vez más el sistema de infoentretenimiento del coche decide las compra de coches. Cada vez que hablamos de las novedades del mercado automovilístico las marcas destacan cada vez más las posibilidades de sus equipos. De contar con reproductor de CD, hoy los coches equipan navegador, disco duro, conexión a Internet y al propio teléfono del conductor, Bluetooth, cuentan con aplicaciones propias… Es tal la fiebre que los grandes (Google, Apple y Microsoft ya luchan por conquistar el salpicadero del coche, tras ganarnos en la oficina, el hogar… y el bolsillo donde guardamos los móviles con sus sistemas operativos.
En enero apostábamos por que 2014 sería el año del coche conectado. No vamos desencaminados. Los fabricantes saben, además, que pasamos mucho tiempo en un vehículo (fácilmente ubicables por geolocalización con GPS), por lo que ven nuevas vías de negocio, ya que pueden hacernos llegar mensajes publicitarios mientras conducimos. Pero dejemos por un momento el futuro de la automoción y centrémonos en la compra de un coche que tenga un sistema de infoentretenimiento adecuado, hoy en día.
No cabe duda de que las mejoras en la navegación, la comunicación y tener opciones casi ilimitadas para escuchar nuestra música son siempre bienvenidos a la hora de viajar en coche. Sin embargo, tal y como podemos comprobar en nuestras pruebas de coche, hay algunos sistemas que pueden ser engorrosos y fustantes de usar, con pantallas lentas y menús incomprensibles.
Cuando acudas a un concesionario es importante que el vendedor se tome su tiempo en explicarte cómo funciona el sistema de infoentretenimiento del coche que estás considerando comprar. Hace tiempo te contábamos cómo probar el coche que quieres comprar, centrándonos en el comportamiento dinámico del vehículo. Para que tu compra de coche sea redonda, deberías unir a todo aquello una prueba del sistema de infoentretenimiento. Además de comprobar que no suponga una distracción peligrosa, estas son las cinco claves en que debes fijarte si vas a comprar tu primer coche con un sistema de infoentretenimiento:
Mandos giratorios
Sí, hablamos de los controles «de toda la vida», esas ruedas que giran a derecha e izquierda que ya tenían las radios de tus abuelos. Los fabricantes se están volviendo locos con pantallas táctiles, para todo en favor del minimalismo del salpicadero, pero para las funciones de uso frecuente, como la sintonización de la radio o el volumen, van de maravilla.
Aunque se puedan controlar desde botones el volante, pantalla táctil o controladores tipo trackpad en la consola central, resulta más seguro todavía hacerlo girando un mando. Es fácilmente localizable sin tener que desviar la vista de la carretera y su funcionamiento no puede ser más intuitivo. Muchos fabricantes se han dado cuenta y mantienen esas funciones comunes en los mandos giratorios de siempre.
Controles por voz
A veces, el mejor control es tu voz, ya que no implica quitar las manos del volante para operar nada. Muchos sistemas ofrecen controles por voz, pero hay grandes diferencias. Busca los que responden a formas de hablar naturales, como «Llévame a casa» o «Gasolinera», ya que muchos precisan que se dicten las palabras en un orden específico. Así que practicar antes de comprar tu coche nuevo.
Botones grandes
Asegúrate de que los «botones» virtuales que aparecen en pantalla son lo suficientemente grandes para operar mientras se conduce (con letras también grandes). Lo que parece muy sencillo de usar en un concesionario puede ser complicadísimo en carretera, cuando la atención principal debe estar puesta en otro sitio.
Pantalla
La pantalla debe ser lo suficientemente grande para verse con comodidad. En cuanto a su ubicación, mira si está al alcance de la mano y comprueba también que el sol no «ciega» la pantalla si le da de lleno, ya que es uno de los fallos más comunes.
Menús simples
No importa lo bueno o sencilla que sea sistema. Acceder a algunas funciones implicará moverse a través de múltiples pantallas o menús para encontrar lo que buscas. Comprueba que es sencillo de realizar. No es agradable pasarse cinco minutos buscando un calentador de asiento, o tener que dar más de diez pasos para encontrar la emisora de radio favorita.
Vía: Consumer Reports