Los vendedores de coches veteranos tienen un dicho: «La sensación al volante es la que acaba por cerrar el trato». Es el último paso hacia la compra del coche, así que, mientras que el vendedor intentará crear premura para que compres el coche cuanto antes, el comprador debería asegurarse de elegir un coche ajustado a su presupuesto y que sirva a sus necesidades futuras. Por eso vamos a intentar descifrar cuál es la mejor manera de probar un coche para determinar si ese es el vehículo adecuado para ti.
1. Investigar
El olor de un coche nuevo tiene un curioso poder embriagador, por eso conviene conocer bien el mercado antes de acercarse al concesionario. Nuestros diez pasos para comprar un coche nuevo son claves en esta investigación. Ármate con datos antes de subir a ningún coche y pregúntate si ese modelo llena tus necesidades.
¿Cómo saberlo? Haz una lista de cualidades imprescindibles que debe tener en su coche nuevo (maletero, consumo, etc). A continuación, considera qué otras cosas te gustaría que tuviese para hacer con ellos una lista de deseos. Se trata de cosas sin las que podrías vivir, que no pondrían fin a un acuerdo por el coche
Por último, echa un ojo al precio. ¿Puedes permitirte ese coche? Además de poder encontrar con facilidad el mejor precio de España en un concesionario oficial gracias a coches.com, recuerda que hay mucho otros gastos detrás de un automóvil. Aunque hay trucos para ahorrar con el coche, el mantenimiento los impuestos y la depreciación, varían mucho en función de cada modelo.
Después de haber realizado todas estas comprobaciones ha llegado el momento (como dicen los americanos), de «sentir la rueda». Comprobar si el coche que has elegido sobre el papel es el coche que necesitas en la realidad.
2. Antes de arrancar
Una gran parte de la prueba de un coche se lleva a cabo antes de darle al contacto (lo sabemos bien, ya que probamos bastantes en la sección de pruebas). Probar un coche se parece un poco a probar la ropa. Cada persona es diferente, con diferentes tamaños y formas…y gustos. Estas son algunas preguntas que te ayudarán a definir tus sentimientos sobre tu (posible) futuro coche:
1. ¿Es fácil entrar y salir del vehículo?
2. ¿Hay suficiente espacio para la cabeza, la cadera y las piernas? Recuerda revisar los asientos traseros también.
3. ¿Es la posición de conducción cómoda?
4. ¿Te sientes demasiado bajo o demasiado alto en el coche?
5. ¿El volante se puede regular en altura y profundidad para un mejor ajuste?
6. ¿Es cómodo el asiento? ¿Es fácil de ajustar? ¿Cuenta con un ajuste de soporte lumbar?
7. ¿Los controles son fáciles de leer y usar?
8. ¿Qué tal es la visibilidad? No te olvides de revisar el espejo retrovisor y los espejos laterales.
9. ¿Están los pedales situados para que coincida con tu tipo de cuerpo? Si no es así…¿se pueden ajustar?
10. Maletero. ¿Es lo suficientemente grande para tus necesidades? ¿Si haces una gran compra en el súper tendrás problemas para meterla? ¿El espacio es diáfano o tiene recovecos? Comprueba también cómo queda si abates los asientos traseros.
11. No ignores la tecnología de la que dispone el vehículo: toca los controles, tal y como te hemos recomendado: conecta el aire acondicionado y tu móvil para comprobar si se necesita un máster para sincronizarlo, o si por el contrario son intuitivos.
3. En marcha
Muchas veces el vendedor conducirá primero el coche contándote sus bondades y luego te dejará a ti ponerte al volante. Mientras él conduce, evalúa el coche desde el punto de vista del pasajero. Presta atención a los ruidos y la visibilidad. Por ello es recomendable no ir escuchando música, ya que se pueden enmascarar ruidos con los que quizá no quieras conducir.
Cuando llegue tu turno, procura adaptar el recorrido a tus necesidades. Puede que el vendedor intente dirigirte por donde él quiera (normalmente, de regreso a la concesión), pero muchas veces no es la mejor manera para que puedas evaluar el coche. Por ejemplo: si sueles conducir en montañas, busca una colina y mira cómo sube el coche. Si viaja por carretera, observa cómo acelera entre el tráfico y sube de 90 a 120 km/h. Por eso es importante que le digas al vendedor que tipo de prueba necesitas. No te pondrán demasiados problemas (a no ser que lo quieras meter en un circuito, claro).
Antes de empezar a conducir, ajusta el asiento, cinturón de seguridad y espejos. Apaga la radio para poder escuchar el motor concéntrate en estos puntos específicos que tendrás que evaluar:
1. Aceleración.
2. Ruido del motor.
3. Cambio: ¿Sube o reduce rápido de marchas? ¿Es el recorrido de la palanca largo o corto? ¿Es la relación de las marchas adecuada?
4. ¿Es la potencia suficiente a altas y a bajas revoluciones?
5. Frenos: Al pisar el pedal debes sentir que el frenado es firme.
6. Dirección: ¿Es fácil colocar el coche para tomar la curva? ¿Es preciso?
7. ¿En las curvas se balancea mucho? ¿El peso del coche provoca inercias que obligan a corregir la trayectoria?
8. Suspensión ¿es dura –notas mucho las imperfecciones de la vía– o muy blanda –cómoda pero hay balanceos peligrosos–.
9. Comodidad del asiento y ergonomía. ¿Te mueves en el asiento una vez que está en marcha o «abraza» bien tu cuerpo?
10. No ignores el equipamiento de seguridad del que dispone el coche durante la conducción, de esta forma te familiarizarás con el sistema. Asimismo, no tengas miedo a probar la aceleración y los frenos del coche de forma contundente un par de veces. Eso sí, avisa antes al vendedor.
¿Cómo probar todas estas cosas en un coche que no es tuyo y cuyo «dueño» viaja a tu lado? Adviértele de que quieres realmente conducir el coche. Esto no significa infringir normas de tráfico. Pero puede que quieras probar el ABS (cuando no hay nadie detrás de ti) y dar algún volantazo para explorar los límites del coche (como si salta muy pronto el ESP). No te decimos que excedas tus límites de conducción y puedas tener un accidente, sino que no te limites a pasear con él.
Antes de dejar el coche de nuevo en la concesión, asegúrate de verlo bajo la luz natural, ya que el color se puede verse muy distinto bajo los focos. El vendedor intentará cerrar el trato cuanto antes, pero no tengas prisa. Ahora es el momento de evaluar las sensaciones que has tenido durante la prueba, repasar tu lista de cualidades imprescindibles y cuántos de tus deseos se cumplen. Y no olvides probar otros coches, porque pueden aportarte otras visiones, sensaciones…y argumentos para conseguir alguna rebaja de otros modelos. Tu posición negociadora será mucho más fuerte cuanta más información tengas.
[NOTA: Artículo publicado el 17/01/2012, ampliado]