Los coches modernos tienen muchos sistemas separados funcionando al unísono que no solo se encargan de mejorar la eficiencia del vehículo, sino que también los hacen mucho más seguros para conducir que sus predecesores. Uno de los sistemas más conocidos y que más han ayudado en el campo de la seguridad automotriz es el control electrónico de estabilidad (ESP), el cual se activa cuando el automóvil detecta que se está produciendo una pérdida de adherencia con las ruedas giradas.
En 1995, Bosch lanzó el primer sistema ESP para la industria del motor en un Mercedes-Benz Clase S (W140). En los siguientes 25 años, el sistema pasó de ser un dispositivo de alta tecnología para coches de lujo a una característica obligatoria para todos desde 2011, en Europa. Según la compañía multinacional líder en ingeniería y tecnología en la industria automovilística, dicho sistema ya ha salvado más de 15.000 vidas y ha evitado, al menos, medio millón de accidentes que habrían involucrado lesiones.
Desarrollado de forma conjunta con Daimler, el ESP se introdujo en un vehículo de producción a gran escala por primera vez en un Mercedes-Benz Clase S Coupé (C140) con motor V12, en verano de 1995. El Clase S berlina y el coupé SL lo recibieron en septiembre. Pero lo cierto es que Bosch ya se había planteado en 1983 una idea para manipular el par motor y los frenos y así poder contrarrestar el deslizamiento y mejorar la estabilidad en fuertes frenadas en curva, un peligro en superficies de baja adherencia.
Los ingenieros experimentaron con el deslizamiento individual de las ruedas, utilizando para ello un mecanismo de frenos antibloqueo (ABS) modificado. Bosch continuó desarrollando la tecnología hasta finales de la década de los 80, cuando se asoció con Daimler en 1992, matriz de Mercedes, para poner al nuevo dispositivo en producción. Con la intervención del microchip y la electrónica asociada, el proveedor germano conseguía que el vehículo virase en la dirección seleccionada en lugar de ir recto.
De hecho, fue un incidente en octubre de 1997 el que puso al ESP bajo el punto de mira. El Mercedes-Benz Clase A (W168) volcó durante la llamada “prueba del alce” con un periodista del motor sueco tras el volante. El fabricante decidió retrasar la entrega de su compacto 12 semanas para adaptar el programa a toda su gama como dotación de serie. Así, la Clase A no solo marcó tendencia, también se volvió invencible en el apartado de seguridad. En 1999, Mercedes se convirtió en la primera marca del mundo en integrar el ESP de serie en todos sus modelos.
¿Cómo funciona el sistema ESP?
Basado en el sistema antibloqueo de frenos (ABS) y en las tecnologías de control antideslizante (ASR), el ESP basa sus funciones en sensores que atañen al ángulo de dirección, la aceleración lateral y el sensor de velocidad de deslizamiento. Este último es capaz de detectar la rotación del vehículo alrededor de su propio eje vertical, que es como realmente se identifica un viraje no deseado. Todos ellos proporcionan los datos al sistema, lo que permite calcular las intervenciones correctivas de frenado en milisegundos.
En condiciones en que se excede el límite de adherencia del vehículo, ya sea debido a un error humano, un cambio repentino en la superficie de la carretera o durante una maniobra evasiva, el ESP intervendrá automáticamente para evitar un derrape, ya sea en forma de subviraje o de sobreviraje. El sistema utiliza el sistema de frenado para controlar la velocidad de las ruedas de forma independiente y, lo que es más importante, aplicando una cantidad exacta de fuerza a una sola rueda para contrarrestar la aparición de un deslizamiento indeseado.
¿Es lo mismo el ESP, ESC Y DSC?
En pocas palabras, sí. No hay diferencia entre unos y otros, pues el principio de funcionamiento es exactamente igual en todos los vehículos. Hyundai, KIA, Chevrolet, Chrysler, Porsche o Audi lo llaman “ESC”, mientras que otros como Mercedes, Volkswagen, Suzuki, BMW, Renault o Jeep lo marcan en sus coches como “ESP”. Por otro lado, Mazda, BMW o Jaguar prefieren nombrarlo como “DSC”. La variación entre las siglas de unas y otras compañías radica en la denominación comercial que cada una le haya otorgado.
El primero de ellos, el de Mercedes y Bosch, recibió el nombre Elektronisches Stabilitätsprogramm (“Programa Electrónico de Estabilidad”, ESP), mientras que otros han optado por Vehicle Dynamic Control (“Control Dinámico del Vehículo”, VDC), Dynamic Stability Control (“Control Dinámico de Estabilidad”, DSC), Electronic Stability Control (“Control Electrónico de Estabilidad”, ESC) o Vehicle Stability Control (“Control de Estabilidad del Vehículo”, VSC). Al final no hay apenas variación en ninguno.
¿Cómo me podría enterar si hay algún fallo con el ESP?
Para empezar, hay que entender la diferencia entre ver iluminado el testigo del ESP y que realmente exista un fallo en el sistema. Si se da la casualidad de que has hecho una maniobra de cambio de dirección un tanto acusada a una velocidad algo elevada, deberías notar que hay una luz en el cuadro de instrumentos que se enciende y se apaga. Pero puede darse el caso que el testigo se mantenga iluminado o comenzar a parpadear sin razón aparente. Estos dos últimos casos, generalmente, indican que hay un problema en el coche vinculado al ESP.
Si bien dicha luz se iluminará en la mayoría de los casos cuando el sistema esté actuando en condiciones de manejo extremas, también puede encenderse cuando se produce un fallo en el sistema. En este caso, normalmente, la luz es fija en todo momento, o se enciende y se apaga intermitentemente. Lo primero que debes verificar es que no has presionado accidentalmente el interruptor del ESP, que activa y desactiva la función. Es un error fácil de cometer y de arreglar que puede evitar un viaje innecesario al taller con solo volver a pulsar el botón.
Si el problema no es haberlo apagado “accidentalmente” (el único momento en que no deberías necesitar el ESP es si estás compitiendo en un circuito cerrado y no en una vía pública), entonces un testigo con la luz continua o intermitente puede indicar un problema menor o mayor con el vehículo. Sin embargo, esto puede no ser obvio desde el principio, por lo que deberá ser revisado por un mecánico por si acaso. Los problemas más comunes que surgen cuando se enciende la luz ESP incluyen los siguientes:
- Interruptor de luz de freno: una unidad defectuosa puede activar la luz del ESP. Este es un problema relativamente común, por lo que es fácil de reemplazar y económico.
- Sensor de velocidad del ABS en la rueda: lo más probable es que esté sucio o con los cables y conectores dañados, algo habitual con el paso de los años.
- Módulo del ABS: un mal funcionamiento del módulo puede hacer que el testigo del ESP se encienda. Es una avería cara que puede llegar a sobrepasar las cuatro cifras.
- Módulo de control de tracción defectuoso: este pequeño ordenador determina cuándo se deben aplicar los frenos de las ruedas. Se conecta a los sensores de velocidad, monitoreándolos de forma constante para evitar la pérdida de tracción.
- Voltaje de la batería bajo: cuando la carga de la batería no es el óptimo puede derivar en algunos fallos eléctricos. La solución se basa en cambiar la unidad. Si la luz permanece encendida después de reemplazarla, conduce durante unos minutos y asegúrate de hacer varios giros. Una vez que el sistema realiza una autocomprobación, se restablece por sí mismo.
- Sensor de ángulo de dirección: puede requerir de una nueva calibración y es probable que el testigo del ABS también esté encendido, dado que ambos están ligados.
Una rueda de diferente tamaño: si el diámetro de los neumáticos delanteros es distinto al de los traseros, puede provocar un mal funcionamiento del ESP, aunque también puede encenderse cuando la rueda de repuesto es más pequeña que las demás (“de galleta”).
Si bien la mayoría de estos componentes son relativamente económicos de reemplazar (aparte del módulo del ABS), vale la pena asegurarse de que el sistema funcione de manera efectiva, ya que nunca se sabe cuándo se usará. Recomendamos revisarlo lo antes posible si sientes que la luz ha estado encendida durante un período prolongado en el tiempo. ¿Puedes circular con el ESP averiado? Sí, por supuesto, no hay nada que te lo impida. Pero, ¿realmente estás dispuesto a asumir un riesgo que podría costar alguna vida?
Fuente: Actualidadmotor, Bosch
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