El pasado mes de mayo, el mundo perdió a uno de los pilotos más grandes que han pasado por la historia de la Fórmula 1, Niki Lauda. Consagrado como una leyenda en este deporte automotriz, su memoria permanecerá en el recuerdo de los aficionados, al igual que algunos de los coches que utilizó en su carrera. El Ferrari 312T con el que consiguió el Campeonato del Mundo de 1975 será subastado en agosto por la casa Gooding en Pebble Beach.
A este monoplaza le corresponde el número de chasis #022, con el que consiguió vencer en el Gran Premio de Francia, obtener un segundo puesto en Holanda y lograr una tercera plaza en Alemania durante la temporada de 1975. Era un coche competitivo, y Lauda lo demostró colocándolo en la pole position en cada una de las cinco carreras en las que ingresó este chasis. Durante el resto de la temporada, Lauda condujo el #023.
En última instancia, ambos coches ayudarían al piloto austriaco y a Ferrari a llevarse el título de pilotos y constructores. Sin embargo, este no es el coche con el que Lauda se proclamó campeón; ese honor es para el chasis #023, alojado bajo el amparo del mismo coleccionista que pone a la venta la otra unidad. El Ferrari 312T ayudó a la compañía a consolidarse otra vez en lo más alto desde 1964.
A pesar de ser una carrera fuera de campeonato, Lauda y el chasis #022 también ganaron en la Carrera Internacional de Trofeos BRDC (British Racing Drivers ‘Club) en Silverstone
Además, un joven Luca di Montezemolo era jefe de la Scuderia Ferrari cuando el 312T comenzó su carrera deportiva. Su ascenso en la compañía –y autor de posición actual de la marca en el mercado– se vio notablemente impulsado por el éxito que cosechó el monoplaza. De hecho, fue Montezemolo quien también comisionó el segundo renacimiento del equipo cuando fichó por Michael Schumacher a los ingenieros de Benetton.
El Ferrari 312T y sus numerosas iteraciones dieron a la casa de Maranello tres campeonatos mundiales de pilotos (1975, 1977 y 1979), cuatro de constructores (1975, 1976, 1977 y 1979), 27 victorias y 19 poles. Tras la jubilación del 312T, Ferrari entró en una sequía de 21 años, hasta que Schumacher ganase el título de pilotos en el año 2000, y repitiese en 2001, 2002 (cuyo coche será subastado), 2003 y 2004.
“Este 312T recibió una restauración incomparable por parte del propietario actual”, ha declarado el especialista de Gooding, Hans Wurl, utilizando a los especialistas de Ferrari en Dennison International para los trabajos mecánicos y en Byers Custom and Restoration para el trabajo de pintura. El ensamblaje se ejecutó en las propias instalaciones del propietario por un experto restaurador que consideró este ejercicio como un punto culminante de su carrera.
Sin lugar a dudas, este año, el Ferrari 312T se ubicará entre los coches estrella de Pebble Beach. “Como un automóvil de Fórmula 1, ganador de una carrera y conducido por Lauda, es uno de los Ferrari de carreras más importantes del mundo”, dice David Gooding –propietario de la casa de subastas–, quien espera que el coche se venda entorno a seis y ocho millones de dólares (5.266.350 y 7.021.800 euros).
Fuente: Forbes
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