Cada pocos días sabemos de la llegada de un nuevo coche eléctrico o híbrido, y ciertamente la oferta es cada vez mayor por parte de todos los fabricantes. Poco a poco se están haciendo con un hueco en el mercado, siendo el segmento que más ha crecido proporcionalmente en 2020. Y si bien ofrecen muchas ventajas (y algunas desventajas), como cualquier máquina, también se averían. Es aquí donde llega el gran problema, pues solo el 5 % de los mecánicos es apto para trabajar en un coche eléctrico, al menos en Reino Unido.
En una carta dirigida al Primer Ministro, el Instituto de la Industria del Motor (IMI, por sus siglas en inglés) advirtió sobre los desafíos logísticos planteados por el plan del gobierno para prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel de cara a 2030. La carta indica que actualmente solo uno de cada 20 mecánicos que trabajan en talleres y concesionarios están cualificados para mantener y dar servicio a aquellos coches que funcionan mediante baterías. Sin el despliegue de la formación y la financiación, el IMI teme que el ese veto no sea posible.
Esto significa que, en la actualidad, hay entre 13.000 y 20.000 técnicos cualificados trabajando en 380.000 vehículos enchufables en todo Reino Unido. Al IMI, lo que le realmente le preocupa es que, a medida que aumente la aceptación e integración calles de los vehículos electrificados, la cantidad de coches superará aún más la cantidad de mecánicos que pueden trabajar en ellos. De hecho, la organización emitió una advertencia similar en 2018, cuando apenas un 3 % de los mecánicos estaban, aparentemente, capacitados para trabajar en eléctricos.
La demanda de medios de transporte de cero emisiones está aumentando progresivamente, y las iniciativas gubernamentales y de la industria se esfuerzan por mantener informados al mayor número de consumidores sobre todos los beneficios de los vehículos eléctricos. Con la promesa de contar con unos costes de funcionamiento y de mantenimiento más baratos, experiencias de carga en el hogar rápidas y sencillas, y facilidades a la hora de abordar la urbe, tanto los posibles clientes como los fabricantes están ansiosos por impulsar una transición rápida.
Para trabajar en cualquier vehículo que tenga una batería eléctrica, ya sea porque es un eléctrico puro (EV), híbrido (HEV) o híbrido enchufable (PHEV), se requieren habilidades completamente diferentes a las necesarias para trabajar en un motor de combustión interna. Sin la formación y la cualificación esenciales para operar con coches de este tipo, lo que hay es “una perspectiva muy real de lesiones graves o muertes” dice el IMI. Si no se presta atención a estos problemas, advierte que “el plan se verá comprometido” y que “Reino Unido no cumplirá el objetivo de cero neto, poniendo en peligro el futuro de nuestra próxima generación”.
La organización ahora solicita apoyo e incentivos a las empresas automotrices para aumentar el número de personas capacitadas para trabajar en vehículos eléctricos, así como para mejorar e implementar esquemas de reclutamiento y aprendizaje. El Comité de Cambio Climático explicó que, para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones en un 68 % con respecto a los niveles de 1990, el 46 % de la “flota de automóviles” de Reino Unido ya debería tener motores eléctricos, un objetivo ambicioso si no se abordan cuestiones como el reaprendizaje mecánico.
Para acabar, la carta del IMI reconoce que “la electricidad es la elección correcta para el medio ambiente, para el empleo y para el futuro de nuestros hijos”, pero que hitos importantes como la prohibición de la gasolina y el diésel de 2030 no se cumplirán “sin los esfuerzos para apoyar, financiar y capacitar adecuadamente a los futuros mecánicos y comerciales de ventas. Aquí en España, los propulsores de gasolina y diésel dirán adiós a Madrid y Barcelona en 2023, mientras que se espera que el resto del país los acabe abandonando hacia el 2050.
Fuente: Auto Express