Hemos hablado largo y tendido sobre la historia de Mazda y la cantidad de innovaciones tecnológicas que han aportado a la industria del automóvil. Como ya imaginaréis, la más destacada ha sido el motor rotativo Wankel, una mecánica que ha marcado época y que tristemente ha caído en el desuso en la actualidad. Aún así, la marca japonesa celebra que se acaban de cumplir 50 años del lanzamiento del primer motor rotativo.
Su depositario era el Mazda Cosmo Sport 110S, un deportivo biplaza que estableció las bases para otros modelos y que cambió la industria automovilística. Como decíamos, en 1967 fue el primer modelo en montar un motor rotativo de dos rotores, con el que conseguía una deportividad envidiable. La producción del Cosmo Sport fue bastante limitada -solamente se hicieron 1.176 unidades-, pero la semilla ya había sido plantada y no tardaría en florecer.
Con el Mazda Cosmo Sport, los ingenieros japoneses consiguieron que fuera viable comercializar el motor rotativo. Poco a poco fueron consiguiendo ofrecer niveles de rendimiento a la altura de motores de pistones equivalentes. Después consiguieron vender casi dos millones de vehículos propulsados por motores rotativos a nivel mundial. También cosecharon unos cuantos triunfos en competición con este tipo de mecánica.
El Mazda RX-7 fue uno de los principales representantes en la década de los 80, pero sin duda el gran triunfador fue el Mazda 787B, un modelo que se ha quedado en la retina de muchos gracias a su victoria en Le Mans. En la actualidad la aplicación del motor rotativo ha sido más complicada debido a la estricta normativa en consumos y emisiones. Finalmente se despidió en 2012, cuando dejó de producir el Mazda RX-8. Sin embargo, Mazda no cierra las puertas y ya se habla de la vuelta del motor rotativo con una versión de producción del prototipo RX-Vision.
Fuente – Mazda
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