Tres años después de que la segunda reinterpretación de este icónico modelo comenzara a salir de la línea de montaje, ya se han presentado no menos de dos versiones de calle y tres de carreras. El Alpine A110 SportsX no cae en ninguna de las categorías porque es un prototipo que la propia marca describe como “un ejercicio de diseño”.
La fórmula del fabricante francés es sencilla: coge tu pequeño y ligero deportivo, aumenta su distancia al suelo, ensancha las aletas y coloca neumáticos más grandes. Tanto tú como yo, amigo lector, sabemos hacia dónde van los tiros, y no hay nada más chic que conducir algo que parece deportivo a la vez que un todoterreno. Es un como si la compañía nos intentase presentar una especie de vehículo utilitario deportivo (en inglés tiene su gracia, son las siglas de SUV).
Introducido en 1961 como un corredor de rally con la potencia de Renault colgando sobre el eje trasero, el Alpine A110 es uno de los deportivos más famosos de todos los tiempos. Consiguió vencer en el Rally de Montecarlo en 1971 y 1973, ganando el título de constructores ese año. La berlinetta francesa diseñada por Giovanni Michelotti tiene ahora un hermano moderno que toma prestado el nombre, y al igual que el viejo coche, se continúa siendo fabricado en Dieppe.
Alpine dice que las actualizaciones de SportsX se inspiraron en el segundo triunfo del fabricante de en el rally de Montecarlo. Una suspensión a medida aumenta la altura de conducción en 60 milímetros, mientras que unas aletas de nueva factura expanden el ancho del automóvil en 80 mm. También hay una fascia de nuevo diseño, un trabajo de pintura en dos tonos, una protección visible bajo la carrocería y un juego de portentosos neumáticos Michelin Primacy.
También se pueden ver un par de salidas de aire en las extremidades del parachoques trasero, justo detrás de las ruedas traseras. Dos tomas de ventilación se muestran en la cubierta trasera, y como se puede ver en la galería de fotos, el Alpine A110 SportsX está equipado con dos portaesquís y dos pares de esquís sin los bastones. ¿Quién decía que un deportivo no podía ser práctico para irse un fin de semana a la nieve?
Agrega las “X” negras sobre los pequeños faros circulares (históricamente, para que el vidrio no se rompiese en caso de una colisión) y simplemente, se ve bien. Además, lo que Alpine ha hecho con la insignia trasera es bastante creativo y nos encanta. Afortunadamente, todavía nos seguirá encantando cuando el lumbreras de turno haga lo mismo con un alemán premium arrendado y las insignias sin relieve se conviertan en la moda del automóvil barato y moderno del futuro.
Concebido para ser la peor pesadilla del Porsche 718 Cayman y del ya extinto Alfa Romeo 4C, no se ha anunciado ningún detalle técnico sobre sus cambios en el tren motriz. Eso quiere decir que nos encontramos ante el mismo bloque de cuatro cilindros en línea y 1.8 litros con turbo que también motoriza al Renault Mégane RS. En este caso, bien puede ser con 252 CV (A110 Pure y A110 Légende) o 292 CV (A110S) y 320 Nm, siempre asociado a una transmisión automática.
Desafortunadamente para algunos, Renault dijo que no hay ningún plan para que el Alpine A110 SportX entre en producción. Solo será un increíble coche de rally único por el que babear de momento, pero tampoco creemos que la firma esté cometiendo una desfachatez si integra un A110 todoterreno a la línea de deportivos de motor central. Algo así como vimos con el Lamborghini Huracán Sterrato Concept, un monstruo de tomar curvas no asfaltadas.
Fuente: Alpine
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