No Time To Die, la entrega 25 de la popular franquicia del agente secreto británico, también marca la última aparición de Daniel Craig como 007. En ella podremos esperar persecuciones espectaculares, acción a mansalva y la aparición obligada de cierto gadget familiar. Hablamos del Aston Martin DB5 que, tras su debut en Goldfinger (1964), ha sido el centro de atención automovilístico en otros filmes del espía. Para celebrarlo, The Little Car Company ha creado el Aston Martin DB5 Junior “125 No Time To Die Edition”.
Las compañías automotrices de primer nivel, incluidos Bugatti y Ferrari, han acudido en masa a The Little Car Company para inmortalizar sus modelos más emblemáticos en coches eléctricos totalmente operativos, pero a escala. La firma británica ya ofrece un DB5 Volante, pero solo la versión “125 No Time To Die” recibe un paquete de dispositivos del departamento Q creados con la ayuda del supervisor de efectos especiales y ganador del Oscar Chris Corbould, quien ha trabajado en 15 películas de Bond desde principios de la década de los 80.
Esta edición especial rendirá homenaje a la rica historia compartida de las marcas, con un tono Silver Birch cubriendo la carrocería, un salpicadero con la instrumentación Smiths, y una placa para el chasis numerada individualmente y completada con el distintivo Aston Martin. Al más puro estilo Bond, este pequeño coche cuenta con una potencia y una autonomía aún mayores que el DB5 Volante Junior del que deriva, lo que le otorga un mayor nivel de rendimiento. Pero de eso hablaremos más adelante, porque esta joya está muy bien gestada.
Después de un extenso desarrollo y meses de colaboración entre Aston Martin, The Little Car Company y EON Productions, el DB5 Junior “125 No Time To Die Edition” es un gran homenaje a una historia legendaria. El DB5 original fue escaneado en 3D como referencia, lo que permite una reproducción muy precisa. Y si bien se han replicado muchos de sus componentes, otros se han reinventado para la era moderna. El indicador de nivel de combustible se ha convertido en un medidor de voltaje, y de la temperatura del aceite en el del motor.
¿Y por qué se ha diseñado como un descapotable ni como un coupé? Fácil, esto es para ofrecer espacio para un adulto y un niño uno al lado del otro, permitiendo que todas las generaciones compartan el amor por la conducción. Con distintos modos de conducción y una autonomía de 130 kilómetros, los aspirantes a agentes secretos deberían poder escapar de los aterradores planes de sus progenitores. Por supuesto, también hay varios “huevos de pascua” escondidos dentro del vehículo para que los afortunados propietarios los encuentren.
Un volante de liberación rápida permite al piloto entrar y salir rápidamente, y cuando necesita detenerse al momento, puede confiar tanto en el frenado regenerativo como en los frenos de discoBrembo de alto rendimiento. Los amortiguadores Bilstein y los muelles coilover aseguran que la suspensión pueda manejar el rendimiento exprimido en esta maravilla de escala de dos tercios. Con un peso cercano a los 270 kilos y una batería con “más de 10 kW (13,6 CV)” el DB5 Junior puede alcanzar casi los 50 km/h, y tiene un diferencial de deslizamiento limitado.
Lógicamente, este DB5 no sería un coche Bond si los dispositivos adjuntos de ataque y evasión. Al igual que el vehículo original, esta edición especial puede generar una cortina de humo para lograr a una escapada exitosa. Este humo se expulsa a través de la “salida de escape” trasera, y puede proporcionar una hora de humo antes de que haya que rellenar el depósito. Apelando a las tradiciones, tampoco falta la matrícula practicable desde el habitáculo o las ametralladoras Gatling tras los faros delanteros. Lamentablemente, no hay asiento eyectable.
Todos estos dispositivos son operados por controles individuales en un panel de interruptores oculto en la puerta del pasajero. Con solo presionar un botón, los faros se apagan para revelar los cañones simulados, con explosiones y destellos de imitación. “Cuando vi este Aston Martin DB5 Junior en persona, me sorprendió lo idéntico que es con respecto al de tamaño completo: es impresionante. Es una hazaña asombrosa de la ingeniería”, ha declarado Chris Corbould. Se da la casualidad, fíjate, de que nosotros tenemos exactamente la misma opinión.
“Considerado como el vehículo más famoso de la historia del cine, el Aston Martin DB5 repleto de dispositivos asombró al público de todo el mundo hace más de 50 años. Ahora, esa historia continúa. Como parte de una asociación exclusiva con EON Productions y Aston Martin, hemos tenido la oportunidad de crear algo verdaderamente único para los entusiastas y coleccionistas de James Bond. Estamos ansiosos por ver las aventuras que estos coches emprenden con sus dueños”, ha declarado Ben Hedley, director ejecutivo de The Little Car Company.
Ahora bien, toda esta precisión y atención por el detalle tiene un precio, y no es poco. Además, solo se construirán 125 ejemplares, por lo que es muy probable que nunca llegue a devaluarse como tal. 90.000 libras esterlinas, más impuestos. Esa es la cifra a costear para hacerte con un Aston Martin DB5 Junior “125 No Time To Die Edition”, o lo que es lo mismo, casi 105.000 euros al tipo de cambio actual. Sí, es más barato que conseguir una unidad original (muchísimo más, de hecho), pero podrías comprar más de un Aston Martin en el mercado de ocasión.
Además de en “Goldfinger” (1964), el Aston Martin DB5 ha aparecido en otras películas de 007 como en “Thunderball” (1965) y “Goldeneye” (1995), así como en “El Mañana Nunca Muere” (1997), “Casino Royale” (2006), “Skyfall” (2012) y “Spectre” (2015).
Fuente: The Little Car Company
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