Aston Martin es uno de los fabricantes con mayor tradición del panorama actual. Después de más de un siglo de existencia, mantiene el estatus de sus vehículos y los métodos de producción tradicionales. Ahora quieren hacer un homenaje al que fue su modelo más importante tras el cambio de siglo, un ejemplar que se ha clavado en las retinas de millones de seguidores. Se cumplen 20 años del lanzamiento del Aston Martin Vanquish y vamos a hacer un repaso a su historia.
Su primera aparición tuvo lugar en el Salón de Ginebra de 2001. El Vanquish era el nuevo modelo para ser el eje de la gama, un sucesor del Aston Martin Virage que introducía nuevos niveles de sofisticación y tecnología. El proyecto inicial se había arrancado en el Salón de Detroit de 1998, bajo la denominación «Project Vantage». Aunque posteriormente se cambió su nombre, la esencia era la misma, pues se trataba de un coupé con motor V12 en posición delantera.
El diseño fue obra del mítico Ian Callum y se inspiraba en algunos modelos del pasado de la marca, como el DG4 GT Zagato. Rápidamente las buenas críticas se fueron sucediendo y ahí comenzaría su legado. Destacar elementos que pasaron a la historia, como su distintiva parrilla, la línea del techo o la apertura de sus puertas. Todos los paneles de la carrocería eran de aluminio, hechos a manos y con un peso muy ligero, mientras que otras partes como los pilares eran de fibra de carbono.
Eso hacía que se tardasen aproximadamente ocho semanas en construir cada Aston Martin Vanquish de primera generación. La idea era fabricar unas 300 unidades al año en Newport Pagnell, pero la alta demanda hizo que llegaran hasta casi las 500 unidades anuales. En los seis años que estuvo a la venta este ejemplar, se vendieron un total de 2.589 ejemplares. Se ofrecía en dos configuraciones, una biplaza y otra 2+2 con unos asientos traseros muy escuetos.
Probablemente la clave del Aston Martin Vanquish fuera su motor V12 atmosférico de 6.0 litros con doble árbol de levas, que introducía muchas mejoras respecto al del DB7. Entre ellas, un aumento de potencia para llegar hasta los 460 CV y 556 Nm de par, unas cifras que le permitían conseguir prestaciones muy destacadas. Se vendió con una transmisión automática de seis velocidades con modo secuencial y levas de cambio al estilo F1.
Para mejorar su comportamiento también contaba con detalles como el acelerador electrónico «drive-by-wire», los discos de freno Brembo (355 mm delante y 330 mm detrás), un diferencial electrónico trasero o suspensiones delantera y trasera independientes. Y en 2004 llegaría el Aston Martin Vanquish S, que llegaba hasta los 520 CV para alcanzar los 321 km/h de punta, la mayor que habían conseguido hasta la fecha. Para ello contaba con modificaciones a nivel aerodinámico.
Y la despedida de esta primera generación del Vanquish llegaría en 2007, con el lanzamiento del Vanquish S Ultimate Edition. Limitado a 40 unidades, tenía una configuración muy especial, con la carrocería en el color «Ultimate Black». Este modelo desaparecería un lustro, hasta que en 2012 se decidió recuperar la denominación. El Aston Martin Vanquish seguiría vivo con una concepción similar y los avances propios de la época. Se mantuvo hasta 2018, cuando fue sustituido por el Aston Martin DBS Superleggera. Ahora se habla de extender su legado a través del Vanquish Vision Concept.
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