Las marcas han encontrado un verdadero filón en la realización de “versiones especiales” de sus modelos más representativos. De esta forma obtienen una importante repercusión mediática y entre los más “forofos”, a la vez que sirven como tirón de ventas para el resto de la gama.
Este es el caso de BMW y una nueva versión de su deportivo más reconocido, el M3. Para la ocasión la marca con sede en Múnich lo ha sometido a una importante cura de adelgazamiento, gracias al empleo de materiales de última generación, de ahí su nombre BMW M3 CRT (Carbon Racing Technology). Siguiendo los pasos del BMW M3 GTS (del que sólo se produjeron 135 ejemplares), también recibe la herencia directa de la competición en chasis, suspensiones y frenos, pero siendo totalmente apto para circular legalmente con él por las vías públicas.
Si por algo se caracteriza este especial modelo, como antes decíamos, es por el empleo de materiales avanzados con el fin de obtener una importante reducción de peso, sin menoscabo en aspectos tan importantes como la rigidez y la seguridad, gracias al empleo de una tecnología denominada CFRP (Carbon-Fiber Reinforced Plastic, es decir, plástico reforzado con fibra de carbono), Este material es extremadamente resistente y ligero, tan fuerte como el acero, pero un 50% más ligero (y un 30% más ligero que el aluminio). Además el CFRP es extremadamente resistente a la corrosión y a la oxidación, lo que le aporta una vida útil mucho mayor que la de estructuras de acero convencionales.
La característica más destacada de este material reside en el empleo de las fibras de carbono, que son extremadamente resistentes al desgarro longitudinal. Las fibras se tejen en estructuras de rejilla y se incrustan en una matriz de plástico para crear el material compuesto de fibra de carbono/plástico denominado CFRP. En estado seco y sin resina, el CFRP puede trabajarse casi como de un material textil se tratase, permitiendo un alto grado de flexibilidad en su modelado. El material compuesto adquiere su estructura rígida final solo después de que se endurezca la resina inyectada.
El CFRP era considerado, hasta ahora, un material demasiado caro y poco flexible, pero gracias a la constante investigación y desarrollo esto ya no es así. De hecho este es el material empleado, por ejemplo, en el techo del BMW M3 Coupé, o en el soporte del paragolpes del extinto M6. Centrándonos en el modelo objeto de este artículo, el BMW M3 CRT, diremos que se han fabricado en este novedoso material tanto el capó-motor, como la estructura de los asientos delanteros (tipo bacquet), el alerón trasero o las canalizaciones de aireación del paragolpes delantero.
Pero no sólo de CFRP vive este M3, y también se han incluido numerosas modificaciones y equipamiento opcional, reforzándose la insonorización y dotándolo de un sistema de escape específico, realizado en titanio. También equipa una transmisión de doble embrague con Drivelogic, sistema de navegación Professional, equipo de audio de gama alta y un sistema de control de distancia de aparcamiento con sensores en la parte delantera y trasera del coche. A pesar de esta generosa dotación, el peso total es 70 kg inferior al de un BMW M3 estándar, con el mismo equipamiento.
Bajo el capó de CFRP del BMW M3 CRT se encuentra una variante del motor V8 heredada directamente del M3 GTS, con una cilindrada de 4360 cc, entrega una potencia de 450 CV a 8.300 rpm y un par máximo de 440 Nm a 3.750 rpm. Gracias a ello consigue acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,4 segundos, debido en parte a la excelente relación peso-potencia de 3,5 kg/CV. La velocidad máxima es de 290 km/h.
Aquí tenéis un vídeo introductorio de este modelo:
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