Sostenibilidad es la palabra de moda en el mundo del motor. Es de casi obligatorio cumplimiento que los coches emitan menos en todo su proceso productivo. De hecho, las normativas se estrechan a su alrededor y (muy a nuestro pesar) tenemos fecha de caducidad de algunas tecnologías, como los motores de combustión. También se aplica a los materiales con los que se hacen los vehículos, que tienden a ser reciclados y más respetuosos con el medio ambiente. Basta con mirar lo último que nos llega de Callum.
La empresa fundada por el mítico diseñador británico, Ian Callum, además de hacer cosas tan sorprendentes como el Aston Martin Vanquish 25 o la Callum Lounge Chair, también se atreve con los interiores. En este caso, han utilizado el de un Porsche 911 retromod para investigar con diferentes materiales sostenibles y cómo podría ser su aplicación en distintas zonas del habitáculo. El resultado es bastante sorprendente, pues se pueden encontrar desechos de café, cáscaras de huevo, nueces, arroz o lentejas entre las materiales utilizadas.
Están estudiando su viabilidad de cara a la próxima década preocupándose del creciente problema del desperdicio de alimentos. Cada día son miles de toneladas de comida las que se desechan sin miramientos y Callum piensa que se podría utilizar para sustituir a los actuales plásticos en los interiores. Por ejemplo, las cáscaras de huevo mezcladas con resina dan lugar a un material suave y opaco con una superficie brillante o mate que se puede usar en los marcos de las puertas. Incluso si se suma la cáscara de nuez a la fórmula el porcentaje de material reciclado sube el 78 al 84 %.
Si hablamos del arroz o de las lentejas caducados, se puede obtener un material translúcido suave que es ideal para áreas iluminadas del automóvil. Incluso se ha dicho que la pulpa de café podría reemplazar los plásticos tradicionales por molduras decorativas brillantes, ¿sería el final del Piano Black? También se habló de los colores, pues no se quiere renunciar a colores vivos como el morado, que se podría obtener con pulpa de zanahoria morada, o a los tonos naturales de la madera, replicable con hojas de árboles.
También preocupa el desperdicio de ropa a nivel mundial, cifrado en 62 millones de toneladas al año. Teniendo en cuenta que el 87 % de la fibra textil se desecha o incinera, Callum cree que se podría aprovechar en los interiores de los automóviles. Basta con un proceso de triturado y prensado con otras materiales como patata o almidón de maíz para crear un material duro que se puede usar en asientos o salpicaderos. Y, por supuesto, los plásticos deben tener una segunda vida y son totalmente reciclables.
Para las tapicerías propone materiales textiles como el Camira, que proviene de residuos plásticos marinos, el Féline (a partir de botellas PET) o el Econyl (de nylon o redes de pesca). Lo bueno es que no suman nada de peso al interior y sus propiedades son muy aprovechables. En Callum creen posible su aplicación en coches de producción para 2030 y seguirán investigando la viabilidad de estos materiales sostenibles.
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