Poco a poco los vehículos eléctricos se van haciendo espacio entre el resto. Conseguir que los autobuses y camiones, que son de los medios de transporte más contaminantes, sean eléctricos es uno de los principales objetivos para conseguir ciudades más limpias. Ya hemos visto cómo algunas como París limitan su presencia en el centro histórico y cómo muchas de ellas invierten e impulsan la movilidad eléctrica en su transporte público para mejorar el nivel de vida de sus habitantes.
La clave para que tanto los camiones como los autobuses utilicen motores eléctricos está en el precio. Por lo general, los modelos eléctricos cuestan entre dos y tres veces más que sus equivalentes convencionales. La razón de esto es la falta de tecnologías adecuadas para la producción en serie. Aquí es donde entra en juego ESKAM, un proyecto que está patrocinado por el Ministerio Alemán de Educación e Investigación (BMBF). Junto a once socios están desarrollando un módulo de eje para vehículos comerciales, que consiste en un motor, caja de cambios y la electrónica de potencia.
Mientras que la velocidad de la mayoría de los motores eléctricos es de aproximadamente 10.000 a 15.000 rpm, el motor ESKAM alcanza velocidades de 20.000 rpm. «Cuando empezamos el proyecto hace tres años, éramos los únicos que podíamos obtener velocidades tan altas», recuerda el Dr. Hans Bräunlich, jefe del proyecto. «Nuestra experiencia nos ha dado una ventaja tecnológica, que tenemos la intención de ampliar aún más», añade. Su empresa, IWU desarrolla también las tecnologías necesarias para la producción en serie. «Gracias a nuestro innovador concepto, existe una gran flexibilidad en la fabricación de los módulos, ya sea para para pequeñas cantidades o lotes más grandes», dice Bräunlich. La producción en serie es una de las claves para reducir el precio de los vehículos eléctricos porque puede suponer un ahorro de más del 20%.
También estudian la manera de ahorrar hasta un 30% en costes por materiales que conllevaría también reducir significativamente el peso de los vehículos. Por ejemplos, los ejes del vehículo suelen estar construidos a partir de cilindros costosos y donde se desperdicia mucho material. Los investigadores de IWU están desarrollando nuevas cadenas que permiten aumentar la eficiencia. Hasta este momento, sólo se había investigado este método. Ahora los científicos han hecho el ajuste tecnológico para la producción en serie. Las ruedas dentadas también se hacen usando un proceso diferente. Se fabrican utilizando un proceso de conformación especial que también ha desarrollado IWU y que no produce virutas de metal ni se pierde material.
La flexibilidad de los ejes no se limita al tamaño, también se extiende a la geometría. Esto es un gran avance, porque «debido a que el módulo es escalable, podemos utilizarlo en todo, desde pequeñas furgonetas y vehículos municipales para los autobuses y camiones», dice Bräunlich. Los módulos individuales desarrollados por los diferentes socios están terminados. El siguiente paso es probarlo en un coche real y se espera que para finales de 2015 comiencen las pruebas.
Fuente: Fraunhofer