Los coches eléctricos suman y siguen. Para mejorar su adopción en los Estados Unidos, la administración de Obama ha impulsado la creación de 48 nuevas estaciones de cargadores a lo largo y ancho del país. Esto supone cubrir 40.200 km en 35 estados, a una distancia de 80 km entre cada una de ellas. La iniciativa cuenta con el apoyo de Nissan, Tesla y BMW.
Durante los ocho años de Barack Obama al frente del gobierno, el impulso por aumentar la adopción de coches eléctricos ha sido considerable. Aparte de la implantación de estaciones, redujeron el precio de las baterías en un 20%. Además, siguen llegando a acuerdos para aumentar la flota de EV tanto a nivel público como privado.
Cada territorio lo afronta de una manera distinta. Por ejemplo, en Beijing apuestan por una flota de buses eléctricos. La Unión Europea apoya nuevos proyectos, como el de que todas las casas de nueva construcción cuenten con un cargador de coches eléctricos. En Suecia ya trabajan incluso en la puesta en marcha de una autopista eléctrica.
En el caso de estados Unidos, los primeros pasos de este apoyo se dieron en verano. Ahora, en los últimos meses de la administración 44 de la historia de los Estados Unidos, se añade un extra. Sin embargo, esto sucede bajo el paraguas de Barack Obama. ¿Qué sucederá cuando Donald Trump tome el poder? Lo cierto es que los coches eléctricos reciben apoyo como medida para evitar la contaminación y combatir el cambio climático. Sin embargo, Donald Trump no cree que el cambio climático exista, lo que puede dificultar futuras iniciativas.
Fuentes: New Atlas, The White House