Como cada año, hacemos un repaso a las que están consideradas las carreteras más peligrosas de España en 2021. Los datos provienen del estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que ha analizado la peligrosidad de la Red de Carreteras del Estado en el quinquenio 2015-2019. Han mejorado los datos si se comparan con los del anterior informe, pero todavía sigue habiendo tramos con una concentración de accidentes preocupante y que es donde se registran la mayoría de víctimas.
Hay que comenzar diciendo que España tiene una red de carreteras que suma 165.624 kilómetros entre las que están gestionadas por la Administración Central, por las Comunidades Autónomas, por las Diputaciones y por los Cabildos. A eso hay que sumar otros 490.000 kilómetros de carreteras interurbanas gestionadas Ayuntamientos y otros organismos. De media, se ha calculado que el Índice de Peligrosidad Medio (IPM) en las vías españolas es de 9,5 de media (9,8 en el anterior periodo).
Lo que preocupa realmente son los tramos que tienen un IPM diez veces superior a la media nacional. Hay nada menos que 500 tramos peligrosas repartidos en 82 carreteras de 44 provincias españolas. Se incrementa esa cifra de los 180 tramos que había antes y es preocupante porque en ellos se han contabilizado 1.685 accidentes y 2.523 víctimas en los últimos años. El estudio de AEA los contabiliza en tramos de un kilómetro en los que el IPM es superior a 100. 51 de ellos ya aparecían en el informe del año pasado y en 39 ha aumentado su índice de peligrosidad.
Entre las carreteras convencionales, el tramo más peligroso es el Km. 245 de la N-2, en la provincia de Zaragoza. Tiene un índice de peligrosidad que supera en 686 veces la media, una cifra nada desdeñable. Aunque el tramo que presenta un mayor número de accidentes y víctimas, sigue siendo el Km. 12 de la A-55, a la altura de Mos, en Pontevedra. En este punto se han registrado 108 accidentes y 194 víctimas, aunque ha mejorado su IPM respecto a años anteriores.
Si seguimos con carreteras convencionales, no pasan desapercibidos otros tramos como el Km. 0 de la autovía A-77a, en Alicante, con 100 accidentes y 128 víctimas; o el Km. 17 de la autovía T-11, en Tarragona, con 95 accidentes y 155 víctimas. Y si pasamos a las autopistas de peaje, vemos que de media tienen un índice de peligrosidad menor (5,9) debido a su estado. Aún así, hay 100 tramos que superan cuatro veces la media y que concentran 641 accidentes y 1.046 víctimas.
En este apartado, el tramo más peligroso es el Km. 20 de la AP-41, en la provincia de Toledo, con un IPM de 242,2 que supera en 43 veces la media nacional. El que registra más accidentes entre las carreteras de peaje es el Km. 146 de la AP-7, en Barcelona, con 95 accidentes y 161 víctimas (de las cuáles 159 son heridos leves).
Fuente: AEA