China se ha convertido en uno de los principales mercados de automóvil en los últimos tiempos. De hecho, hay muchas marcas que hacen versiones específicas para dicho país, que tiene unos gustos bastante distintos respecto al continente europeo o el americano. Aunque uno de los principales problemas en el mercado chino eran los impuestos que gravan las importaciones de vehículos extranjeros.
Pero dentro de poco se realizará un cambio importante en este ámbito, justo después de que China y Estados Unidos tuvieran sus más y sus menos a nivel comercial. El país asiático ha decidido reducir los aranceles a coches importados del 25 al 15 %, una rebaja bastante considerable que entrará en vigor el próximo 1 de julio. La decisión viene motivada por la intención de impulsar el sector automotriz y que haya un mayor aperturismo.
Esto son buenas noticias para algunos fabricantes premium como Audi, BMW, Infiniti, Mercedes, Porsche o Tesla; pues el precio final de sus coches en China quedará un poco más cerca del que tienen los productos locales. A este grupo podría sumarse Toyota, pues no hay que olvidar que los mayores beneficiados son los que más coches importan a dicho país. Esta medida no afectará a otros que producen en China, como es el caso de Ford o Volvo.
A esta medida la acompaña otra de carácter similar. Los aranceles de importación de piezas y componentes también se reducen y pasan del 10 al 6 %. Parece que la presión de Estados Unidos ha surgido su efecto, pues no hay que olvidar las duras críticas y amenazas del presidente Donald Trump acerca de la política comercial de dicho país. Hay que tener en cuenta que el impuesto de importación de coches en Estados Unidos es del 2,5 %.
Fuente: Automotive News