Cuando fue lanzado en 1955, el Citroën DS sorprendió tanto al mundo como lo hiciese dos décadas antes el revolucionario Traction Avant (1934-1957). En aquella época, las carrocerías familiares aún gozaban de buena salud y, en 1958, llegó al mercado de todo el mundo la versión más práctica del modelo, el “Break” en Francia, “Safari o Estation Wagon en Australia “Safari o Estate” en Reino Unido y “Wagon” en Estados Unidos.
El Citroën DS es ampliamente considerado como uno de los diseños más importantes e influyentes del siglo XX. De hecho, fue elegido tercero en la votación “Automóvil del Siglo” en 1999 (por detrás del Mini y el Ford T). Classic & Classic lo calificó como el coche más hermoso de todos los tiempos, y en la revista Sports Car fue votado entre 20 de los mejores diseñadores del mundo, incluidos Giorgetto Giugiaro, Ian Callum, Roy Axe, Paul Bracq y Leonardo Fioravanti.
Cuando se mostró por primera vez al público en el Salón del Automóvil de París de 1955, sus líneas impresionaron a propios y extraños. A los asistentes de la cita francesa les encantó el diseño y los avances ingenieriles bajo la piel líderes en la industria. Tras los primeros 15 minutos de exhibición, Citroën ya había recibido 743 pedidos. Al final del primer día, la cifra se había incrementado hasta los 12.000, y durante los 10 días del espectáculo más de 80.000.
El número de pedidos que supuso el Citroën DS en su presentación fue un récord no fue batido hasta el Tesla Model 3 en 2016. El característico estilo del coche fue motivado por dos hombres, el diseñador (y escultor) italiano Flaminio Bertoni y el talentoso ingeniero aeronáutico francés André Lefèbvre. El elegante y aerodinámico cuerpo parecía algo a décadas en el futuro para aquellos acostumbrados a unas formas más tradicionales durante la década de los 50.
Pero el Citroën DS no era solo una cara bonita. Debajo de la carrocería bellamente esculpida, había una suspensión hidroneumática totalmente independiente y autonivelante, además de un juego de frenos, un embrague y una dirección accionados por una bomba hidráulica. Pierre-Jules Boulanger, director gerente de la compañía, inició el proyecto en los años 30. Entre sus premisas, el nuevo coche debía ser cómodo circulando sobre caminos rurales y estable a altas velocidades.
La solución a estos requisitos aparentemente incompatibles fue la famosa suspensión hidroneumática, sugerida por el ingeniero de la compañía Paul Mages. Ningún automóvil europeo (ni del mundo) igualaría la calidad de conducción del Citroën DS durante varios años. Esta suspensión que anticipaba los movimientos de la carrocería demostró sus enormes bondades en todas las berlinas de Citroën desde entonces hasta la muerte del C5 en 2017.
El Citroën DS se diseñó originalmente en torno a un bloque de seis cilindros bóxer refrigerado por aire que tomaría su base del bicilíndrico del 2CV. Diversos problemas técnicos y monetarios obligaron a desechar esta idea a favor de un cuatro cilindros heredado del Traction Avant. En septiembre de 1965, el motor de 1.911 cc (DS 19) fue reemplazado por una unidad de 1.985 cc (DS 20), aunque también estuvo disponible en versiones de 2.175 cc (DS 21) y 2.347 cc (DS 23).
Citroën mantuvo el DS en producción desde 1955 hasta 1975 en una serie de versiones mejoradas. Impresionantemente, el año con las mayores ventas fue 1970, 15 años completos después de la presentación del automóvil. Es una hazaña aún más impresionante cuando recuerdas las más que notables corrientes estilísitcas en el diseño de automotriz que sucedieron desde mediados de los 50 hasta mediados de los 70, y en ningún momento el DS parecía anticuado.
Junto a la carrocería berlina, hubo distintas versiones dentro de la gama DS. Por ejemplo, existió una versión simplificada y más barata renombrada como ID, el familiar Safari Estate y el descapotable de dos puertas, este último con la carrocería de Henri Chapron. Para cuando la producción cesó en abril de 1975, se habían construido más de 1,3 millones de estos coches maravillosamente idiosincrásicos. 20 años permaneciendo fresco es muy meritorio.
El Citroën DS Safari Estate es una de las versiones menos comunes y más deseables del icónico automóvil francés. Mientras que el DS normal hacía gala de un techo de fibra de vidrio para mantener el centro de gravedad lo más bajo posible, el DS Safari Estate tiene uno de acero para proporcionar la resistencia necesaria que necesitan las barras de techo cuando están cargadas.
El interior, ya de por sí espacioso en el DS berlina, se incrementó aún más con una nueva sección trasera que presentaba una pareja de asientos dobles para acoger a un máximo de hasta siete ocupantes, o un área de carga muy respetable cuando los mismos no estaban en uso. Aunque algunos pueden argumentar que las líneas del DS original se han perdido en la versión Safari Estate, todavía es uno de los vehículos familiares más bellos de la época.
Consecuentemente, el cambio en las formas de la carrocería y un espacio aumentado repercute en unas cotas exteriores distintas. Medía 4.991 milímetros de longitud (+ 165 mm respecto a la berlina), 1.791 mm de ancho y 1.537 mm de altura (+ 127 mm). Lógicamente, también era más pesado con 1.384 kilos (+ 114 kg) en las versiones más básicas. El motor más potente –143 CV y 195 Nm– podía lanzar al Citroën DS Safari Estate hasta los 100 km/h en apenas 12 segundos.
Este ejemplar en concreto fue subastado el 7 de abril de 2019 por Bonhams en Silverstone, Reino Unido, por 17.452 euros. A nivel mecánico, cuenta con el potente motor de 2.3 litros y la deseable caja de cambios manual de cinco velocidades.
Fuente: Bonhams
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