Los inicios de un negocio no son nada fáciles, sobre todo cuando tu empresa desea cambiar el método. Quien sabe mucho de esto es Shai Agassi, fundador de la empresa Better Place, una empresa dedicada a establecer electrolineras robotizadas. La empresa pierde mucho dinero, ha tenido que cerrar en algunos países y Agassi ya no es el CEO de la compañía
Lo que nadie le podrá quitar a Agassi es decir que un ex presidente de Estados Unidos como Bill Clinton le dio el mejor consejo de su vida (así lo contaba el propio Agassi en LinkedIn).
Ocurrió durante una conferencia en 2006, mucho antes de que Agassi empezase con Better Place. Su idea era vender coches eléctricos por algo menos 30.000 euros. Agassi le contaba a Clinton que los conductores podrían recuperar su inversión en 8-12 años. El plan era empezar en Israel, un país con las características idóneas para empezar una electrificación del transporte a gran escala. Primero que los israelís ricos tuviesen coches eléctricos, luego la clase media, luego pasar el sistema a la clase alta de Estados Unidos…
Pero Clinton no lo veía claro: » Hay que fijar un precio de coche más bajo, para que un ciudadano medio lo prefieren a los coches que compran hoy. Y si se puede regalar el coche de forma gratuita, es la mejor forma para asegurarse el éxito». ¿Un coche eléctrico gratis? «Desde luego que así habría más gente interesada, pero… ¿cómo regalar un coche y ganar dinero?» , se preguntó Agassi. «No lo sé … tú eres el hombre inteligente que hay aquí», respondió Clinton.
Agassi señala que esa conversación fue lo que le llevó a cambiar su forma de pensar. Y evolucionó hasta llegar al modelo de negocio actual, que como vimos hace tiempo, copia el sistema de la telefonía móvil, que regala terminales (subsidiados), a cambio de mayores tarifas en las llamadas o contratos de permanencia.
El sistema de Better Place consiste en firmar un contrato a tres años (por ahora sólo está disponible en Israel, Dinamarca, Australia y la bahía de San Francisco) y te alquilan el coche gratis. La única obligación, cargarlo en el domicilio o en los lugares públicos que indica el GPS instalado en el coche. También se puede acudir a una de sus increíbles electrolineras robotizadas, donde te cambian la batería descargada (por la que se paga un alquiler) por una llena en el mismo tiempo que se llena un tanque de combustible.
Al negocio le está costando arrancar y las pérdidas demuestran lo difícil que es conseguir que los clientes cambien su mentalidad. Las limitaciones de autonomía son el principal escollo, pero a medida que se vaya solucionando, el negocio de Better Place «será más atractivo», según Agassi.
El mercado decidirá si la idea funciona. Nuestra opinión es que para convencer al consumidor el precio de gasolina debería ser muy superior al actuales… y hoy por hoy mjor que no ocurra, ya que supondría una catástrofe económica en países como España. Pero al menos Agassi siempre podrá decir que fue un ex Presidente de los EE.UU. quien le dio la buena (o mala) idea.
Vía: Green Car Reports