El consumo de combustible ha sido para muchos, desde que existe el coche, un factor muy a tener en cuenta a la hora de afrontar la compra nuestro próximo coche. Sin embargo, también valoramos otros atributos como el diseño, el espacio, su equipamiento o la seguridad que nos puede ofrecer. De hecho, tal vez uno de los puntos más valorados es el de la fiabilidad. Ahora, sin embargo, parecen no ser ya factores de tanto peso, al menos no tanto como el consumo de combustible.
La motivación elevando los precios de la gasolina y el diésel (y del gas, la luz…) de estos últimos tiempos han cambiado nuestra percepción de lo que es tener un coche propio. Olvidémonos de los grandes motores y las sensaciones, eso ya pertenece a una época pasada. Con el precio actual de los carburantes, cada pisada descuidada al pedal del acelerador es tan dolorosa como darse un golpe en el dedo meñique del pie por culpa de un mueble mal puesto. No es de extrañar que la gente cambie su forma de pensar y, por ende, la elección de su próximo coche.
En base a un estudio de CarGurus, el 57 % de los compradores de un coche en el Reino Unido considera que el consumo es el factor más importante para valorar al próximo compañero de viajes motorizado. El consumo de combustible ha relegado de hecho a la codiciada fiabilidad(55 %) al segundo lugar en la lista. El estudio también reveló que los británicos consideran que los impuestos viales son prioritarios, colocándolos rematando el podio con un 25 %.
La gente incluso ha comenzado a comprometer las características de seguridad solo para llegar a fin de mes. Aunque la calificación de seguridad de la entidad independiente Euro NCAP ha subido una posición al cuarto, pero su importancia en realidad se ha reducido del 22 % al 21 %. Casi una cuarta parte (23 %) de los encuestados indicó que, si el combustible hubiera sido tan caro como lo es hoy, habría comprado un vehículo menos sediento. Y casi uno de cada 10 (8 %) manifestó que habría comprado un coche eléctrico o, directamente, nada en absoluto.
Incluso con sus coches actuales, la gente ha empezado a conducir menos para ahorrar dinero. Casi la mitad (47 %) dijo que estaba evitando los viajes innecesarios en coche, algo más de un tercio (37 %) optando por caminar con más frecuencia, un 18 % usando el transporte público y un 12 % en bicicleta. En total, los propietarios Unido están conduciendo un promedio de 28,6 kilómetros menos por semana que antes de que subiera el precio del combustible. Eso es el equivalente a eliminar 907 millones de kilómetros o 86.809 coches de las vías del Reino Unido.
“El reciente aumento en el precio del combustible han tenido un claro impacto significativo en la forma en que los conductores británicos no solo usan sus coches ahora, sino que también lo tendrá cuando compren sus próximos coches, con el consumo de carburante clasificado como el factor número uno cuando están en el mercado”, afirma Chris Knapman, editor de CarGurus. Para situaciones como estas, lo mejor es tener en cuenta algunos de los consejos para ahorrar un poco de combustible en cada viaje y valorar si el próximo coche puede estar electrificado.
Fuente: CarGurus